Eres mía. [Rengoku X Oc]

11

Mi mente se quedó en blanco una vez que escuché hablar a Rengoku, aquello me lo había dicho con voz suave, pero ¿Por qué ahora quiere hablarme?

Rengoku extendió un poco su mano para que yo la tomará, lo mire dudosa a los ojos, intentado averiguar que era lo que estaba tramando.

Le iba a decir algo, pero Inosuke me tomo del brazo e hizo que me colocara detrás de él.

-¿Quién demonios eres?- le preguntó mi amigo enojado, mientras intentaba ocultarme con su cuerpo.

Rengoku lo miro serio durante varios minutos, para luego realizar una pequeña sonrisa, pero no era como aquella que le dedicó a Sanemi, por suerte esta se trataba de una sonrisa tranquila.

-Responde a mi pregunta.

Varios alumnos se acercaron lo suficiente para poder ver y escuchar lo que estaba sucediendo, pero al parecer a ninguno de los dos les molestaba aquello.

-Llevare a Amane a casa, por favor no te entrometas.

Inosuke apretó los puños con fuerza, cuando Rengoku dio un paso hacia nosotros, mi amigo hizo que ambos retrocedieramos. Rengoku frunció el ceño al ver eso, podía notar en su rostro que aún no descansa como es debido... Solo espero a que este alimentándose bien.

Antes de que Rengoku continuará avanzando Inosuke me tomo de la cintura, me alzo hasta su hombro. Con cuidado me dejó allí y comenzó a correr, al principio no entendía lo que estaba sucediendo.... Inosuke estaba corriendo conmigo en uno de sus hombros.

Rengoku tardó unos segundos en reaccionar e ir detrás de nosotros, tenía miedo de caer y como pude me sujete de Inosuke, no deseaba caer al suelo y lastimarme. Los ojos dorados de él estaban puestos en mi, no importaba lo que estaba alrededor, esquivaba a todas las personas y cosas sin ninguna clase de dificultad.

No tardaría en alcanzarnos.....

Estiré mi mano para que así le fuese un poco más fácil, nuestros dedos casi estaban por tocarse.

Pero jamás lo hicieron.

Inosuke aumento la velocidad cuando la luz verde para cruzar estaba cambiando a roja, dio un salto para esquivar a un pequeño que estaba agachado, sujetándose la pierna... gracias a aquel salto mi celular cayó al piso y logró deslizarse hasta la calle.

Rengoku tuvo que detenerse, no logro cruzar antes de que la luz cambiará, se agachó para ver el estado del pequeño, podía escuchar su llanto mientras Inosuke continuaba ganando distancia.

Y pude ver como mi celular era destrozado por los autos que pasaban encima.

Deseaba llorar, en mi celular tenía todas las fotos que tenía de mamá....

Y ahora he perdido todas sus fotos.

Inosuke me dejó en el suelo con cuidado, comenzó a festejar por haber perdido a Rengoku... Pero no escuchaba absolutamente nada de eso.

-Amane.... ¿Qué pasa?- se acercó a mi bastante preocupado.

-No pasa nada... Solo estoy algo cansada y me mareo todo esto.

Me miró a los ojos no muy convencido de eso, me tomo la mano con fuerza y me llevo a una cafetería cercana. En ningún momento me soltó la mano. Inosuke se encargó de pedir lo que íbamos a comer y tomar, no tenía ánimos de hablar, además de que él conoce mis gustos y no debo preocuparme por eso.

-Pense que íbamos a ir por helado.

-Eso lo dejaremos para otra ocasión, la conversación que vamos a tener queda mejor con un café y algo para comer.

Suspiré, no pensé que tendría que hablar de esto con Inosuke tan pronto, pero es algo totalmente necesario, no quiero ocultarle más cosas.

Una vez que nos llevaron las cosas, comenzamos a hablar, le expliqué absolutamente todo lo que había sucedido hasta ahora.

-¡¿Por qué no me lo dijiste?! Te hubiese ayudado Amane.

-No sabía cómo decírtelo, además... No sabía si eso podía ponerte en peligro o algo.

-Maldita sea Amane ... Juro que si me llegó a topar con tu papá, le voy a romper la cara.

-Inosuke, no vale la pena, además de seguro ya no se encuentra en el país.

-¿Hablaste de eso con tu hermana?

Bebí un poco de mi café y desvíe la mirada, no deseaba molestar a mi hermana con eso, ella está terminando sus estudios y haciendo algunas prácticas, apenas tiene tiempo para ella y no quiero darle más problemas.

Inosuke golpeó la mesa con furia, lo más probable es que me insultaría diciéndome lo descuidada que he sido con respecto a todo esto, pero en cambio se colocó su máscara de jabalí y se cruzó de brazos.

-Inosuke.... Voy a estar bien, lo prometo, no me pasará nada.

-Un mafioso te secuestro, en cualquier momento puede matarte.

-Lo se, pero eso no ha sucedido... Si mi padre le debe dinero a Rengoku, imagina si le debe a más personas o a otras mafias.... Por un lado estoy "protegida".

Los dos guardamos silencio, Inosuke desvió la mirada hacia la ventana, se muy bien que él está en contra de todo esto y también sé que está bastante preocupado por mi bienestar.

Inosuke posee un gran corazón aunque el mismo no quiera aceptarlo.

Sentí que alguien me tocaba el hombro, mire quien era y se trataba de Rengoku. Me acarició el cabello con ternura y me dijo que nos fuéramos a casa.

Suspiré, me levanté en silenció mientras miraba con tristeza a Inosuke, se muy bien que por algunos días no me quisiese hablar, porque no fui con él cuando estaba en problemas, no le dije todo lo que estaba sucediendo... Se muy bien que lo herí.

-¡Si Amane sale lastimada, te voy hacer picadillos! No me importa si eres de la mafia o no.

Rengoku asintió con la cabeza levemente, mientras pasaba su mano por mi cintura para hacerme caminar. Antes de irme, saqué de mi bolso el dinero de la parte que me correspondía, no iba a dejar que Inosuke corriera con todos los gastos.

Salimos de la cafetería en silenció, sin poner ninguna clase de resistencia me subí al auto, Rengoku no tardó en subirse también y comenzar a manejar.

El silencio era incómodo.

-¿Por qué le prestaste dinero a mi papá? La mafia no le presta dinero a cualquiera.... Me gustaría saberlo.

Me gusta llevar la contraria jajajajaja.

Los amo ♥️

No olviden leer mis otras historias y que posee un grupo de WhatsApp