Once.

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Ya está.

Hoy es el día de la fiesta, ya más o menos ando bien, solo que aveces me canso, pero nada más.

Me vestí con un vestido negro ajustado y unos zapatos negros también.

Me alisé el pelo haciéndome un simple recogido, un poco de maquillaje y listo.

Llamaron al timbre.

- Adiós. - Dije a todos.

- Adiós y ten cuidado.

Abrí la puerta y allí estaba Calum.

Con unas bermudas azules y una camisa blanca.

- ¡Que guapa!

- Como tú.

Sonrió.

-¿Y Alfonso?

- Ahora iba a la fiesta.

- Está bien.

Llegamos a la casa de Casilda, hay bastante gente pero vamos, no conozco a nadie.

- Vamos a buscar a estos.

Asentí.

Encontramos a todos los chicos al lado de la barra.

- Sandra, ¿Quieres algo?

- Mm.. Vodka con Limón .

- No bebas mucho. - Dijo Calum algo alto debido al volumen de la música.

- No, no, ni tú.

Me dieron el baso y fuimos a buscar a Casilda.

- Ey fea.

- ¡Sandra! ¿Qué tal estás?

- Ya mejor, gracias.

Le di dos besos.

- Vamos a bailar. - Dijo Guille cogiéndome de la mano.

Asentí y bailé con el.

"Hay Calor en la ciuda, Hay calor en la bahía,Venga nos fuimos de fiesta, De noche y de día"

Y así unas cuatro canciones.

Ya voy un poco contentilla, pero no me importa.   

- Voy a pedir algo. - Dije.

- Sandra, ya. - Dijo Calum agarrándome.

- Ay, que estoy bien.

Me solté de el y pedí otro cubata.

Unos chicos me llamaron así que, fui a bailar con ellos.

Me hicieron una especie de corrillo mientras cantaban una canción que ni yo entendía.

- Bueno guapos, que yo me voy con mi gente.

- Quédate, que esta canción me gusta.

Me agarré a el y empecé a bailar.

Que queréis que os diga, pero no es nada feo y está buenísimo.

- Eres muy guapa ¿Lo sabías?

- Claro.

- Anda, anda, creída.

- Y tú eres muy feo, ¿Lo sabías?

- Soy todo lo contrario.

Reí.

Me besó y ale, yo le seguí.

Esque a ver, decidme como le digo yo que no, como le digo que no a este chico.

- Oye, como te llamas.

- Cameron ¿Tú?

- Sandra.

- Encantado, Sandra.

- Igualmente, Cameron.

Me cogió en brazos y me llevó hacia el jardín.

Me sentó en una barandilla que estaba helada.

- Ay, coño, que está fría.

- Te aguantas, quejica.

- Cállate, que no me conoces.

- Por eso te quiero conocer.

- Eres como todos los tíos, siempre decís lo mismo. - Dije riendo.

Le besé y a mitad del beso alguien interrumpió.

- Sandra, nos tenemos que ir.

Miré.

Es Calum.

Susurré un "mierda".

Me había olvidado por completo, tenía los ojos llorosos y el rostro triste.

Le habré destrozado por dentro.

- ¿Quien es este, Sandra?

- Unamigo mío.

- Tu novio.

- No, no, solo amigos.

Miré a Calum.

- ¿Qué hora es?

- Las 5 de la mañana.

- Bueno, vete yendo que ahora voy.

Calum asintió y se marchó por la puerta del jardín.

Cameron me fue a besar.

- Lo siento, quedamos mañana mejor ¿Vale? Mándame un mensaje. - Le di un beso en la mejilla y corrí detrás de Calum.

- ¡CALUM ESPERA!

No se giró.

- ¡QUE ESPERES!

Le agarré del hombro.

Estaba llorando.

- Lo.. lo siento, Calum.

- Déjame.

- Te he dicho que lo siento.

- Tu no sientes nada, te da igual jugar con los sentimientos de la gente.

- No digas eso.

- ¡Es la verdad!

- ¡No, joder, no lo es!

- Vete con ese inútil.

Me quedé quieta. Otra vez la he cagado, como siempre.

- ¡JODER! - Chillé.

Me tapé la cara con las manos.

Llorando.

Pero soy tonta, todo es por mi culpa.

Me miré en el reflejo de un coche y tengo todo el maquillaje corrido.

Todo por mi culpa.

Nunca hago nada bien.

Alguien me agarró por detrás.

Es él.

¿Qué?

Miénteme si no me amas -Calum Heaslip.Where stories live. Discover now