cincuenta y cinco.

2.1K 144 23
                                    

- Estoy muy nerviosa, me dan mucho miedo los aviones, dejad que muera antes de subir por favor. - Dijo Teresa mientras que Alfonso la abrazaba por detrás, si, estaban saliendo, creo que no lo dije antes.

Subimos poco a poco al avión, había gente de otros institutos y me parecían todos un poco inútiles, enserio, no paran de decir bobadas y de buscar a tías buenas, están muy necesitados.

Me senté con Calum, Teresa con Alfonso y los demás todavía estaban indecisos por como sentarse, aunque no tardaron en decidirse porque les dejé de oír.

No tengo miedo, como sabéis no es la primera vez que subo a un avión y los demás tampoco ya que fuimos a Madrid hace poco, pero Teresa es así de rara, en verdad la quiero, aparte tiene una herida en el pié y se queja más que una niña pequeña, dicen que da asco, pero soy fan de su sangrienta uña.

- Tienes que llamar a tú tía cuando lleguemos. - Me recordó Calum.

- Ay, si, que no se me va a olvidar, aparte también puede hacerlo Samu.

- ¿Quién dice siempre que es la responsable de la familia?

- Yo, pero en este caso que lo sea Samu.

- Anda, que lista..

Durante el camino me quedé dormida, pero exageradamente, no me enteré de nada, ni si quiera de que ya habíamos llegado, odio que me despierten, después me levanto de mala leche y soy totalmente una borde, da igual que esté en Londres o en mi casa que me levanto fatal.

Salimos y fuimos a recoger nuestras maletas, por suerte todas llegaron bien y no tuvimos ningún problema, pero, vamos a reírnos un poco, en el avión a Sara le han vomitado encima, así como lo oís y bueno, la pobre quiso enseguida cambiarse de ropa y como no tenía se puso en sujetador la muy guarra, pero al salir, aquí son muy de normas y la han dicho que se pone una camiseta o la echan y ahora no sabe con que combinar esos pantalones de estampado de leopardo.

Estamos de camino al hotel, nos han venido a buscar en unos de los autobuses amarillos de las películas, realmente me encanta Londres, vengámonos todos aquí a vivir ¿Os imagináis? los nueve perdidos por Londres, estreno en cines.

En la habitación me tocó con Teresa, Sara y su secuaz.. ¿En serio me lo dicen? nos podían haber puesto con los chicos, que no íbamos a hacer nada.

- Ay, que asco.. este baño hay que decorarlo, que malas combinaciones.

-Sara, esto no es un hotel de cinco estrellas.

- Cállate ¿Si? marcharos con esos niños.

cogimos nuestros móviles y fuimos a la habitación de Calum, Alfonso y Guille.

- No me digáis que tengo que aguantar a esas dos imbéciles durante todos los días que estemos aquí. - Dijo Teresa mientras Alfonso le acariciaba el pelo.

- Tampoco vamos a estar tanto tiempo en las habitaciones. - Respondió él.

- ¿Me tocará dormir con mascarilla? - Pregunté con cara de asco mientras me senté apoyándome en Calum.

- Si, y con camisón de seda. - Dijo Guille riendo.

Los profesores llamaron por todas las habitaciones para que bajáramos hacia la entrada del hotel, íbamos a visitar un instituto.

Cuando llegamos me quedé muy sorprendida, son igualitos a los de las películas, incluso dejan utilizar el ordenador y los móviles, igualito que en España vamos, nótese la ironía.

en la cafetería todos los alumnos se nos quedaban mirando, teníamos que comer aquí y después asistir a una clase y hablarles a algunos en Español, no sé algo raro.

*******
Estoy demasido agotada, enserio, no hemos parado en todo el día, siempre andando de un lado para otro, Londres es agotador, pero a la vez es increíble, me encanta y es mejor que si lo vives con la gente que quieres.

- ts, Sandra, ts..

- Teresa, púdrete.

- Tía, vamos a la habitación de los chicos, me aburro aquí.

- Si tienes una grua para llevarme.. Entonces si.

- Venga vamos, que dormimos allí ya.

- No.

- Vale, como quieras, que te lo pases bien por la mañana cuando te levantes con las dos barbies.

- ¡Vamos! - Dije levantándome corriendo y tirándo del brazo de teresa.

Fuimos a la habitación de los chicos y comenzamos a llamar, pero nada, o están dormidos y no lo oyen o son tontos.

Finalmente abrieron y estaban allí todos, la habitación de Calum, Alfonso y Guille parece ser el baño de una discoteca, siempre llena.

- ¿Qué hacéis?

- Nada, hablar.

Pasé y me eché junto a Calum, mientras estos hablaban yo solo escuchaba y me estaba quedando completamente dormida cuando Calum comenzó a acariciarme el pelo, pero no puedo, esta conversación está interesante.

- Sandra, duérmete ya tía, llevas media hora abriendo y cerrando los ojos. - Dijo Juanma riéndose de mi.

- No, que después soy yo la que no me entero de nada.

Después de un rato se marcharon a sus habitaciones pero Teresa y yo nos quedamos, ni de palo voy con esas plásticas.

- Me apetece ir a llamar a las puertas e irme corriendo.

- ¡SI! ¡Vamos, vamos!

- Pero si tú tenías sueño.

- Ya no, vamos.

Salimos todos de la habitación y la primera puerta que llamamos era la de Sara y su secuaz, pero nada, están dormidas o haciéndo terápia.

Bajamos otra planta y empezamos a llamar a la puerta de la gente que ni conocíamos, algunos señores salían y decían cosas sin sentido, otros volvían a cerra pensando que era un sueño o algo así.

El señor de recepción nos vió y echamos a correr, es un lío, no sé como acabamos corriendo por todo el balneário, metidos en la sauna, por poco en la piscina, ahora estamos corriendo por la zona del jardín y las piscinas, por el campo de mini-golf..

- ¿Porqué siempre que voy contigo a un hotel acabo corriendo de un hombre loco?

- Porque al ser rubio les atraigo.

- Si, tienes imanes y todo, no veas.

- Te lo juro, eh.

Reí y nos encerramos en la habitación, por suerte el señor no nos ha visto bien y no se sabe ni nuestra habitación, como todos los días me eche estas carreras voy buena, así si que se adelgaza.

Me estaba quedando totalmente dormida cuando Calum empezó a hablar con Alfonso y como no, tengo que escucharlo todo, soy muy cotilla.

- ¿La echabas de menos?

- Sí.. Muchísimo.

- Normal.. ¿Pero que te pasó?

- Es muy largo de contar, mejor ni preguntes.

- Sandra ha estado fatal, eres muy importante para ella.

- Y ella lo es para mi, que conste

- Si, si.. Se os nota a kilómetros.

- No te imagínas lo que es ver al amor de tú vida a apenas dos centímetos y no poder besarla, ni darle los buenos días, decírle lo mucho que le quieres, dormir con ella, pasar el día hablando, todo, absolutamente todo, no te lo imaginas.

- Pienso eso con Teresa y me dan sudores fríos.

- Lo he pasado fatal, bro.

Noté los labios de Calum sobre mi mejilla y después apagaron luz, me dan ganas de decirle que yo también le quiero y todo eso, pero estoy demasiado dormida para hacerlo.

Miénteme si no me amas -Calum Heaslip.Where stories live. Discover now