Miénteme si no me amas -Calum Heaslip.

Cincuenta y nueve.

- ¿Bajas? - Gritó Calum desde la calle.

- Ya voy, no te alteres. - Dije abriendo la ventana y tirando un beso.

Bajé corriendo y abrí la puerta, me tiré a sus brazos y comencé a reirme, comprended que le echaba de menos, se ha cambiado la colonia.

- ¿Y samu?

- Tarda mas que yo. - Sonreí. - ¡Samu, Vamos!

En ese momento salió y justo llegó Alfonso, no se van a creer lo que les tengo que contar, no se esperan esto de mi hermano, siempre han dicho que es buen chico y que es un ejemplo a seguir, aunque ya no creo que quieran seguir sus pasos.

En el parque ya estaban todos, menos Teresa.

- ¿Y Teresa?

- Ya está llegando, esque es una chica también.

- No digas, que Samu ha tardado más que yo en salir. - Reí.

- ¿Y Samu no es chica? - Dijo riendo Juanma.

- ¿Acaso lo eres tú? - Se defendió.

En ese momento llegó Teresa, con su camiseta de Starbucks y sus vaqueros.

- Llegas tarde. - La piqué.

- Cállate, me he dormido, dejadme.

- ¿Mal humor? - Dijo Alfonso dándola un beso.

- Un poco si.. - Dijo ella.

- Pues esperaros para lo que os tengo que contar. - Dije.

- Vamos, cuenta. - Insistió Rodrigo.

- Ala, Ala.. - Dijo Guille - Que impaciente, pero si, venga cuenta.

Reí y miré a todos que estaban clavando sus miradas en mi.

- No me mireis así porque me estáis intimidando.

- ¡Pues cuéntalo ya! - Dijo Victor.

- Ay, calla... - Dijo Samu.

- ¡Callad! Que lo voy a contar - grité - Pues a ver, esque no es muy fácil de contar, lo resumiré.. ¿sabéis el centro ese en el que me metieron esos locos? Pues mi hermano iba allí, vamos que es uno de ellos y ha cambiado un montón, ahora pasa de mi y ni me habla.

- ¿Manuel? ¿Mi primo? - Dijo Samu.

- Obvio, acaba de decir que su hermano, tonto. - Dijo Teresa.

- Quiero que me ayudeis a saber el porque hace eso, que le pasa, a evitar que lo haga más, joder, es mi hermano.. - Dije colocándome las pulseras.

- ¿Cuando no nos hemos ayudado los unos a los otros? - Dijo Calum.

- No te preocupes fea, lo vamos a solucionar. - Dijo Guille.

- ¿Abrazo piña? - Dijo Juanma.

Todos asentimos riendo y nos abrazamos todos juntos.

- ¡Parad! ¡Me estáis aplastando! Panda de cerdos.. - Dijo Teresa tirada por el suelo.

- Teresa, Teresa..

- ¿Desde cuando habéis quedado para hacerme bullying? - Dijo ella.

- Desde siempre. - reí. - ¡Te lo mereces!

- Sandra.. creo que vas a morir.

- ¿Por quién? - Dije sonriendo.

- ¡Por mi! - Gritó. - No seas tonta.

- No matas ni a una mosca.

- Venga ya, parad chicas. - Dijo Víctor. - Estáis como cabras.

En ese momento nos dirigimos todos hacia mi casa, espero que no esté mi hermano allí, si no, no podremos hablar del tema tranquilamente.
Pero si, si que estaba allí, callado, serio, viendo la tele, una serie que nunca la había visto, que raro que no esté viendo algo de fútbol, veis, ha cambiado.

- ¡Hola! - Dijeron todos.

Pero él no respondió, les miré a todos con cara de 'ya no es el mismo' y salimos al jardín.

Algunos nos metimos en la piscina, menos Teresa, Alfonso y Guille.
Teresa esque tiene noseque en los piés, enserio, amo sus dedos, son geniales y asquerosos.
Pero la quiero.

- ¿Y que hacemos? - Dijo Calum. - No nos habla a ninguno.

- ¿y tu prima Nicol? - Pregunté. - Se llevaban bien..

- Ya pero no sé si ahora también..

- Hay que intentarlo.

- ¿Cómo?

- ¿Dónde está ella?

- En el pueblo de mis tíos, hasta la semana que viene no vienen.

- Joder.. ¿Y que hacemos?

- En una semana.. Manuel ha podído visitar el centro ese diez veces. - Dijo Guille.

Le miré con cara de asesinarle allí mismo y él lo notó, por eso se calló.

- Que venga, se pone pantalones cortos, escote, vienen a ver a Manuel y fijo que se lo cuenta todo. - Dijo Alfonso.

Todos rieron.

- No sé de que os reís, pero es una gran idea, si viene así mi hermano perderá la conciencia fijo.

- ¿Y si en vez de contarselo hace otras cosas?

- No podrá, nosotros también estaremos en casa. - Sonreí.

- ¡Pero que lista eres! - Dijo Calum dándome un beso.

- ¿Pedimos pizza? - Dijo Teresa.

Asentimos y llamé al Telepizza más cercano, a los quince minutos ya teníamos nuestras pizzas de jamón y queso, esto es vida.

Bajamos al salón y allí seguía mi hermano.

- Calum ¿cuando decías que venía Nicol?

- La semana que viene. ¿Por?

- No sé.. Es maja.

- ¿Qué Nicol? - Preguntó mi hermano, serio.

- La que antes era tu amiga.

- Lo sigue siendo.

- Bueno.. Vale. - Dije borde, como él.

- Manuel, que serio estás. - Dijo Guille. - ¿No te apetece una de Play?

- Estás loco, ya no juego a esas cosas de niñerías.

- cierto, ahora juega a otros juegos para más mayores, ¿Verdad? Ahora tienes otros hobbies. - Dije sonriendo.

- ¿Te puedes callar imbécil?

- ¡Qué no me insultes!

- ¿Porqué no? No eres nadie.

- ¡Soy tú hermana!

- Pero eres muy pesada, entiéndelo, PESADA.

- y tú eres un cerdo.

Se levantó con intención de irse.

- Vete, vete.. Cobarde. - Dije otra vez.

- Como no te calles te voy a dar, luego no llores.

- Sueñas. - Le piqué.

- ¡Qué te calles!

Me levanté y me puse tras de él.

- Proximamente serás el Manuel que hace daño a las chicas solo por diversión.

Se giró y me dió en mi pómulo derecho con todas sus ganas.

- Ves, el Manuel que hace daño a su hermana.

Éste se marchó a su habitación y me volví a sentar con los chicos.

- ¿Te duele?

- Que va, no se atreve a darme fuerte.

Este chico estás muy raro.