Del Sexo al Amor solo hay un Paso《Segunda Temporada》

Capitulo 6

Hola Hermosas! no eh podido subirles capitulos pero aqui les dejo uno... respecto al grupo de whatsapp pues no e bajado la app so nose si haga el grupo....

las adoro!!

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JUSTIN. 

– Mi amor, que bueno que estas de vuelta en casa –me saludó mamá con un fuerte abrazo, siempre siendo la misma. 

A pesar de que insistí en comprarles una casa nueva en la ciudad donde ahora vivía, ambos se negaron. Querían que mis hermanos se criarán en la casa que les había costado ganarse. 

– Me alegro de verlos –dije, mientras papá asentía con la cabeza.

Pocas palabras, como siempre. 

– ¿Por qué no dijiste que vendrías? Tus hermanos están en un campamento, si hubieras avisado podríamos haberlos recogido y…

– No me quedare por mucho tiempo, madre –anuncie. Pude ver su rostro decaer de inmediato pero trato de ocultarlo–. Traje regalos para todos, espero que los disfruten –extendí una maleta hacia ellos pero mamá la aparto de inmediato y me interrogo con la mirada–. Estoy estableciéndome en mi nuevo trabajo, no puedo tomarme las confianzas suficientes –aclare.

– De acuerdo –concedió mamá–. ¿Y entonces que te trae por aquí?

__(tn)__, mamá, siempre ella. 

– Necesitaba hablar contigo –admito.

– Iré a recoger algunas cosas de la oficina, llego más tarde, si ya no estás aquí para entonces quiero que sepas que me alegro de verte, hijo –y con eso papá salió de la casa. 

– ¿Y bien? –mamá cuestionó en cuanto él abandono la casa.

– Mamá, necesito saber que paso con…

– Para, Justin, por favor –ella presiono una mano sobre mi corazón y desvío su mirada de la mía–. Sabía que lo necesitarías de nuevo, ¿por qué no solo puedes olvidarla? Mi amor, ya ha pasado muchísimo tiempo, y no me refiero solo a estos años sino a todos los otros, desde tu infancia. 

– Mamá…

– Si esperas que te de pista de ella no lo haré porque ni yo misma sé…

– De su mamá –aclare de inmediato–. Sé lo buenas amigas que son, y si en todo este tiempo no te pedí esto fue porque estaba dispuesto a encontrarla yo solo pero ahora lo necesito… –desesperado era una palabra que quedaba muy corta a mi estado de ánimo. 

Cuando mamá volvió su vista hacia mí supe la verdad, ella lo sabía. Ella tenía mi vida colgando en sus manos pero no me lo diría, no lo haría.

– Prometiste no volver a acercarte a ella y rompiste tu promesa dos veces, Justin. Ya no puedo confiar en t –sus ojos tenían lágrimas, al igual que los míos al escuchar esas palabras salir de su boca–. Nada me hubiera gustado más que poder ayudarte pero no en esto. No cuando ambos se han hecho demasiado daño. ¿Es que no lo ves? ¡Es un amor que hace daño! ¡Destruye! –elevó su voz sin poder contener las lágrimas. 

– Por favor… –supliqué. 

– Suerte en tu nuevo trabajo –me dio un beso en la mejilla y se alejó de mí. 

No fui tras ella, no tenía sentido, no me diría nada. 

En lugar de eso tome las llaves de mi coche y conduje hasta el aeropuerto. Tenía que llegar antes de la junta de las cinco. 

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___(TN)___.

–No. No me gusta y no se hará –declare.

Esto era basura, no vendería y no pensaba arriesgar capital de ningún tipo para llevarlo a cabo. 

– Pero, señorita Betancourt, es lo único que tenemos… –balbuceo uno de los ejecutivos.

– Entonces hagan otra cosa –sentencie, retándolo a seguir discutiendo conmigo.

– Tal vez si expandiera su mente y…

– Despedido –todos en la sala de juntas se quedaron en silencio. 

– Pero, señorita… –tartamudeo. 

– ¿Cuántos años lleva aquí, señor Lizardi? –lo cuestione, poniendo de pie.

– Seis –contesto sin más.

– Y dígame, señor Lizardi, en esos seis años ¿usted ha sido ascendido? ¿Ha diseñado algo que venda más de un millón de copias? –mis ojos estaban clavados a los suyos.

– N-no –confesó apenado. 

– Lo invito a que expanda su mente –sonreí como la perra que soy y salí de la sala de juntas. 

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– ¿De verdad piensa despedirlo, señorita Betancourt? –me pregunto Jhoan después de un rato de solo observarme a escondidas. Suspire. Estaba esperando que lo preguntara. 

– No, Jhoan, yo en realidad aprecio su trabajo. Además de que permanecer en una empresa así no es nada sencillo y todos llegamos a tener momentos malos. Solo que no quiero que nadie se pase de listo conmigo, sé lo que hago y admito cuando estoy equivocada, creo que él debería hacer lo mismo. Por supuesto, no volverá a poner un pie en este departamento. Pero no se ha quedado sin trabajo, no te preocupes, en recursos humanos encontraran algo adecuado para él. 

Casi quería darle palmaditas en la cabeza. Jhoan siempre siendo tan tierno y preocupándose por todo el mundo, si no fuera sumamente inteligente no podría sobrevivir a este mundo, lo juro. 

– ¿Dante no te dijo algo más? –le pregunte a Jhoan, después de todo ellos habían hablado al final de la velada, yo me mantuve al margen de todo eso, estando molesta con él aún. 

– No. Me pregunto por como el señor Bieber había hecho su llegada, le explique solo lo necesario.

– De acuerdo…

Alguien llamó a la puerta, Jhoan me lanzó una mirada y asentí. Se dirigió para abrir y para mi sorpresa Justin entró algo agitado. 

– Me disculpo, tuve un retraso…

– Lo notamos, señor Bieber–corte de inmediato. 

Diez minutos eran un retraso, dos horas eran cinismo. 

– ¿Y bien? ¿De qué se habló en la junta? –con su cuerpo confiado se sentó en el sillón de mi oficina.

–Lo sabría si hubiera estado.

– Pero por eso mismo le estoy pidiendo….

– Yo no soy su mandadera ni la de nadie más, si quiere saber de qué trato hable con el señor Lizardi, seguro le gustará hacer amistad con él, parece tomar sus mismos rumbos. 

Justin supo que era una broma conmigo misma pero no comprendió porqué. Ya lo haría.

– Ahora, le pido que salga de mi oficina, tengo asuntos que atender –él asintió no muy convencido y salió sin decir nada. 

Estúpido.