Capítulo VIII - that's my man

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El pequeño Nate abrazó a Stiles como si su vida dependiera de ello cuando despertó.

- Mi pequeño.
- Papi, te extrañé.

El ángel abrazó a su hijo de vuelta, acariciando su cabello y dándole pequeños besos en toda su cara.

- Estás enorme, mi bebé.
- Ya, papi, para. - dijo el niño riendo.
- Stiles. - le llamó Derek tomando su mano. - Debes estar cansado, vamos a dormir.
- No, ¿qué dices, Derek? - le reclamó Isaac. - Ha estado con nosotros unos minutos, por favor.
- Derek tiene razón, mañana y todos los días podrán estar con Stiles. - dijo Noah.

La manada se fue a dormir, mientras que Stiles y Derek se iban a su habitación con su hijo en brazos.

El lobo se dirigió a la habitación del niño y lo acostó, Stiles le observaba en el marco de la puerta sonriendo.

- Eres un gran padre, Der.
- Tú también, Sti. - el lobo le sonrió y se acercó al chico. - Esas notas...
- Las envié yo, estuve protegiéndolos. - dijo. - Siempre estuve a tu lado, amor.

El lobo le abrazó fuerte y lo cargó hasta la habitación de ambos. Derek cerró la puerta con su pie y llevó al chico hasta su cama.

- No sabes cuánto te extrañé.
- Yo también, mi alfa.

El lobo besó a Stiles con apuro y hambre de él, pero también con lágrimas en sus ojos.

- Der, ¿qué pasa? - le dijo tomando su rostro.
- Pensé que habías muerto, que no te iba a volver a ver nunca más.
- Pero estoy aquí, mi amor, nunca más me volveré a ir.

Stiles le dió al alfa pequeños besos para luego besarlo desesperado.

- No te volveré a dejar solo.
- Yo tampoco, Der, nunca más.

Ambos se comían la boca el uno al otro. Una cosa llevó a la otra, haciendo que ambos se despojaran de sus ropas y se tocaran con ansias, desesperación y amor.

El tiempo pasaba lento para ambos, sus manos se unían y sus bocas solo suspiraban de exitación, deseo y amor puro. Sus cuerpos se juntaban en uno solo, frotándose, gimiendo sus nombres, abrazándose y sosteniéndose el uno al otro. Sus lenguas danzaban mientras sus cuerpos subían y bajaban.

No se dieron cuenta de la hora que ya veían el sol acercándose y saludándoles.

- Vaya, eso fue...
- Maravilloso.
- El paraíso. - dijo Derek sonriendo y besando en todas partes de su cara, haciendo que Stiles riera.
- Ya, Derek.
- Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, mi luna.
- Tú también, Der Der.

Ambos solo pudieron dormir una hora, ya que, el pequeño Nate subió hasta su cama saltando y riendo.

- ¡Ya amanecio, ya amaneció!

Stiles se quejó y sonrió.
- ¿Siempre hace lo mismo?
- No, es primera vez. - dijo Derek bostezando.

Stiles tomó al niño y lo abrazó para que se acostara también.

- Ya papi, levántate, tenemos que desayunar. - dijo el pequeño tocando su rostro.
- Está bien, está bien.

Stiles se levantó y movió a Derek para que se levante igual, los tres bajaron hasta la cocina viendo que el Sheriff ya estaba preparando el desayuno.

- Buenos días, papá. - le dijo abrazándole.
- Buen día, hijo. Derek.
- Buenos días, Noah.

Stiles le miró algo extraño.
- ¿Desde cuándo le dices Noah a mi papá?
- No lo sé, hace mucho, supongo. - le dijo besando su mejilla. - ¿Quiere que le ayude?
- No, solo siéntense. - dijo sonriendo. - ¿Cómo amaneció mi nieto favorito?
- Abuelo, soy tu único nieto. - rió.

Cora fue la siguiente en aparecer junto a Alex y Isaac.

- Buenos días, chicos.
- ¿Qué tienen de buenos? - se quejó Isaac, hasta que se dió cuenta de que el chico estaba ahí. - ¡Stiles!, ¡sí estás aquí!

Los tres fueron a abrazar al ahora ángel de la manada. Alex se rió separándose de Cora y Isaac que seguían abrazándole.

- ¿Y para mí no hay abrazo? - dijo Derek.
- No, a tí ya te tenemos. - rió Cora.
- Entonces, me robaré a Stiles todo el día.
- ¡No, Derek!

Los dos le abrazaron haciendo que Stiles riera fuerte. Liam apareció también corriendo para abrazar al muchacho.

- Alguien sí se levantó de buen humor.
- Yo me siento con él. - dijo el chico.
- ¡No se vale, nosotros llegamos primero! - dijo Isaac.
- Yo llegué primero.
- Ya llegué aquí.
- Yo fui la primera en pisar la cocina.
- Basta, todos siéntense que ya vamos a desayunar. - dijo Noah poniendo el café y algunas cosas para comer.

Al final, Stiles se sentó con Nate en sus piernas y Liam y Derek por ambos lados. Los tres se despidieron para ir a clases, aunque ninguno quería ir. Stiles les obligó a ir.

Derek y Stiles se fueron al sofá, mientras que Noah y Alex le seguían detrás de ellos.

- Aún no entiendo como es que estás aquí, vivo. - le dijo Alex. - Te ví morir, Stiles.
- ¿Qué?, no me digas que...
- Sí, lo hice.
- Alex, no tuviste que hacerlo.
- ¿Por qué?, ¿pasa algo? - preguntó Derek.
- Cuando... uno interfiere en el pasado, eso puede afectar en el futuro.
- ¿Qué tan grave puede ser? - dijo Noah preocupado.
- Gravísimo. Si no interfieres, está todo bien, pero... si tomaste algo o hiciste algo, eso puede afectar mucho.

Los tres se asustaron cuando oyeron una tormenta afuera, solo que esta vez, sí llovía.

- ¿Lluvia en verano?
- Oh no. - susurró Stiles.
- ¿Qué?, ¿qué pasa?

Stiles observó como las nubes tomaban un color negro.

- Algo se acerca otra vez.

En el otro lado de la ciudad, Scott golpeaba su cabeza una y otra vez contra la pared. Solo tenía una idea en la cabeza y esa era matar a Stiles Stilinski. Una y otra vez si fuera necesario.

Un corte de energía eléctrica llegó directamente hasta la cárcel, las celdas se abrieron y Scott y tres presos más eran los únicos que estaban despiertos. Dos guardias se dieron cuenta de lo que estaba pasando, atrapando a dos mientras que Scott y el otro sujeto arrancaban como si su vida dependiera de ello. Y prácticamente lo era.

La energía había vuelto y el cerco eléctrico se cerraba lentamente. Scott corrió y corrió hasta que llegó a las afueras de la cárcel.

- Hey muchacho, ayúdame, por favor. - le dijo el hombre asustado. - Mis hijos me esperan y mi esposa también, por favor, hijo.
- Lo siento, pero esta es mi oportunidad.

Scott sonrió macabramente y salió corriendo de allí. Esta oportunidad sólo se da una vez en la vida y el ex-alfa la aprovechó.

lost in your memory (invisible string, Vol. II) - sterekWhere stories live. Discover now