lost in your memory (invisible string, Vol. II) - sterek

Capítulo II - everything i need.

- Medianoche, ¿por qué siempre a medianoche? - dijo Peter.

La manada completa estaba en el living, Alexandra estaba al teléfono con ellos en altavoz, ya que había tenido que volver a su pueblo para cuidar de sus chicas.

- ¿Pero están seguros de que solo dice eso?, ¿es hoy a medianoche?
- Puede que sea cualquier día.
- Estaremos esperando por cualquier cosa, si es que sucede hoy.
- Está bien, llámenme si ocurre algo, iré inmediatamente.
- Está bien, Alex.

La chica cortó la llamada y la manada solo observaba a Derek ahí con la vista perdida en algún punto de la casa mientras Nathaniel estaba con sus juguetes en medio de la sala.

- Derek, ¿quieres ir a dormir? - Su hermana le tocó el hombro pero ni siquiera eso lo distraía. - Derek.
- Papi, tengo sueño.

El lobo reaccionó y tomó a su hijo en brazos, mientras lo llevaba a su cama, le puso la pijama y lo arropó para que pudiera dormir. El menor se acurrucó y Derek se sentó en la cama mirando hacia la ventana, observando a la luna, pronto sería luna llena y temía a que no se pudiera controlar.

La manada se había ido a sus casas y algunos se habían quedado por miedo a que el lobo perdiera el control, Cora decía que eso no pasaría y que estaría atenta a todo.

Derek espero sentado en la cama hasta la medianoche, pero nada sucedió. Miraba al cielo esperando por alguna señal, algo que le dijera que Stiles estaba vivo, pero nada.

El lobo no había dormido nada, simplemente se quedó mirando el cielo hasta que amaneció. Cora fue a ver a su habitación si estaba bien, pero ver a Derek llorando le rompió el corazón.

Aún se preguntaba el porqué estaba vivo todavía, se suponía que cuando su alma gemela moría, él también moriría con ella. Aunque de alguna u otra forma, una parte de él sí había muerto.

No tenía ganas de nada, lloraba a escondidas de la manada y de su hijo para luego actuar como si nada hubiera pasado, además decir que su peso había bajado demasiado.

No tenía las fuerzas suficientes, no sentía las ganas de vivir.

- Der, a tomar desayuno.

El lobo aún miraba al cielo, como suplicando a que lo escuchara.

- Der, vamos.

El pequeño Nate se había despertado con los susurros de su tía y arrugaba sus ojitos.

- Papi, desayuno. - dijo el pequeño.

Parecía ser que su único cable a tierra era su hijo, el pequeño que había nacido hacía apenas unas semanas crecía a tan velocidad que era impresionante, de seguro era por ser mitad inmortal y mitad hombre lobo, aunque para estar seguros, Derek no sabía que era su hijo en concreto.

- Vamos, peque, te haré panqueques.
- ¡Sí, panqueques!

El lobo se levantó y cargó al pequeño en sus brazos, Cora sonrió tratando de disimular su dolor por su hermano y su sobrino.

Isaac, quien prácticamente vivía con ellos junto al sheriff y Liam, preparaba el desayuno. Lucifer iba y venía solo para corroborar que Noah y su nieto estuvieran bien y no corrieran peligro alguno.

- ¡Isaac, papi hará panqueques!
- Oh, pero yo estaba preparando tostadas y le pondría mantequilla de maní y mermelada, como a ti te gusta.
- ¡Panqueques! - gritó el pequeño haciendo sonreír a Derek.
- El futuro alfa ya ha hablado, Isaac.
- Está bien. - el rubio alzó sus manos y se corrió para que el lobo mayor preparara todo.

Al cabo de unos 20 minutos, ya tenía todo listo y ordenado en la mesa.

Liam se asomó por la cocina aún somnoliento, pero con bastante hambre.

- Hm, huele bien.
- Pues sí, Derek no quemó la cocina esta vez.
- ¿Tú cocinaste, Der?
- Sí, pequeño, ahora siéntense.

El sheriff llegó del trabajo y vió a todos desayunando.

- Buenos días, Noah.
- ¡Abuelo!
- Hola pequeñito.
- Ven, desayuna algo, se nota que no has comido nada.
- No, chicos, tranquilos, estoy bien.
- Noah, ven, toma asiento.

Liam lo hizo sentarse a su lado y junto a su nieto, el pequeño le recordaba demasiado a Stiles de bebé, sus lunares, su rostro, era una copia de él, a excepción de sus cejas y sus ojos verdes que era ver una parte de Derek.

- ¿Quieres de mis panqueques?
- Esta bien, señorito.
- Pero solo por esta vez, te tienes que cuidar.
- ¿Qué? - dijo Derek, los demás también estaban sorprendidos, solo Stiles diría algo así.
- El abuelo tiene que comer poquito.

Todos estaban algo incómodos con la situación, a excepción de Liam que empezó a reírse de la nada.

- ¿Qué?, ¿qué pasa? - dijo Isaac.
- Es exactamente a Stiles, no hay duda de eso.

Todos sonrieron, incluso el sheriff y Derek, quienes no querían hablar del tema.

- Tenemos que esconder nuestras golosinas entonces. - dijo Isaac.
- ¡Dulces! - gritó el menor moviendo sus manitos.

El día pasó con un cambio enorme en toda la manada, ese día cambió todo. Era como si la alegría y la hiperactividad de Stiles estuviera presente en el pequeño Nathaniel y los contagiara a todos.

Así como el día no tardó en terminar, también las semanas. Derek no tuvo problema alguno con la luna llena, a excepción de algunos que se encontraban fuera de la mansión y tuvieron que correr a ella para controlarse, o mejor dicho, hacia el pequeño Nate.

Él era el ancla de la manada, él los mantenía unidos, así como Mieczyslaw lo era con todos ellos.

Un mes y medio pasó de la muerte del chico y todos lo llevaban bien, con el tiempo, las heridas sanaron y supieron salir adelante. Pero una noche interrumpió la tranquilidad de todos.

Un relámpago cayó muy cerca de la mansión haciendo que todos se levantaran de inmediato.

- ¿Qué fue eso?
- Bajemos todos al living. - dijo el alfa.

Derek cargó al pequeño en sus brazos, quien se encontraba nuevamente dormido.

Una vez en el living, Derek tendió al pequeño en el sofá y lo arropó con una manta gruesa y una almohada que Liam había bajado con él.

- Ese rayo no fue algo normal.
- Lo sé, tenía una carga demasiado fuerte.
- No creo que sea algo malo. - dijo Isaac.
- Hay que estar atentos a cualquier situación que no fuera normal. - dijo el Sheriff.
- ¿Por qué no podemos tener momentos normales como familia? - dijo Liam.

Derek abrazó al chico y le acarició el cabello.

- Solo es una alarma, quizás solo fue un rayo y eso es...

Otro rayo cayó, esta vez en un árbol cerca de la mansión, Lucifer apareció en la sala con rostro preocupado.

- ¿Qué pasa? - dijo el Sheriff abrazándolo.
- Esto no es normal, es una energía demasiado fuerte.
- ¿Estás asustado? - se burló Isaac.
- Desde que perdí a Stiles.

Todos le observaron y sintieron algo.

- Espera, ¿no se supone que si derrotan al anticristo, uno nuevo llegaría? - dijo Liam. - Tendría que renacer en un nuevo cuerpo, ¿no?
- No es tan así, Mieczyslaw fue mi único hijo, fue concebido por mi amor y el amor de un ángel, algo que ya es anormal.
- Pero...
- Espera, ¿quieres decir que Stiles puede volver a nacer? - dijo Derek algo esperanzado.
- No, mi querido Derek, él no puede volver porque no fue derrotado, él se derrotó a si mismo. Hubiera sido diferente si alguien lo hubiera asesinado, él tendría que renacer, sin recuerdos y en un nuevo cuerpo.
- Chicos, tienen que ver esto.

El árbol que se estaba quemando formaba dos simples letras, algo que inquietaba a todos dentro de la mansión Hale.

- ¿No sienten esa vibra algo familiar? - dijo Isaac.
- Creo que es obvio.

"S.S.", el árbol tenía esas dos marcas luego de que el fuego se apagara solo.