Mis Idols (BTS Y T/N)

5. El pasado IIII

Regrese a "casa" luego de liberar todo lo que tenía dentro acumulado por tanto tiempo, limpié la sangre de mis manos y coloque algunas vendas, entré a mi habitación como habitualmente solía hacerlo, por la ventana, pero al entrar me percate de que la puerta no estaba, me asuste por completo, no sabia que hacer.

La señora se asomó por la puerta y me dijo:

— Pagaron  muy bien por ti compórtate y tratalo bien.                                                            
 Supe a lo que se refería por la extraña sonrisa que llevaba en su rostro, ¿Acaso no le bastó con venderme una vez?.

Estaba apunto de saltar por la ventana pero ella tomo mi mano inyectando algo en mi brazo que enseguida me mareo,  colocó una esposa en la mano derecha para luego  sujetárla a la cama, vi algo borroso como entraba alguien a la habitación.

— Por favor no me haga daño.

— Cálmate, lo vas a disfrutar.

Perdí la conciencia, cuando desperté era demasiado tarde vi como un hombre gordo y viejo se levantaba de la cama abrochando su pantalón y recogiendo su camisa, observe mi cuerpo completamente desnudo maldije por todo lo alto.

Se giró con una sonrisa totalmente asquerosa ~te pareces a tu madre~, 5 palabras que marcaron mi vida.

Luego de un rato la bruja llegó a soltarme, aun no sentía los brazos o las piernas pero estaba consciente, 15 minutos fue lo que tuve que esperar para poder ponerme en pie, los minutos mas eternos que viví.

Me levante de la cama  y aun sentía que podía caer en cualquier momento, tomé dos mochilas grandes, metí toda mi ropa, mis cuadernos de apuntes, maquillaje aunque no tenía mucho, mi reproductor y 2 parlantes pequeños de conejito que tenia y salí de ahí.

[...]

Después de tanto y haber cambiado de casa unas 35 veces en 2 años por fin decidí aceptar la propuesta de los chicos del ring, ahora formaría parte de un grupo que hacían peleas callejeras y peleas de baile.

En el pueblo al que llegué  me conocían porque paraba metida en el ring, ~es la chica de un sicario~ ~dicen que es muy fuerte~ ~creo que apenas tiene 18 años~ ~dicen que escapó de prisión~ ~dicen que apenas mide 1,56~

Los rumores no eran del todo ciertos, si tenia 18 años, si media 1,56, si era fuerte, y claro que no había escapado se prisión y menos era novia de algún sicario.

— Muchas gracias por alojarme — hice una pequeña reverencia y me despedí de la amable abuelita que me había alojado en casa sin cobrarme.

Acomode mis cosas en la casa de la pandilla a la que acepté unirme, era espacioso, tranquilo , era la única chica del grupo, todos eran varones 7 chicos, yo con 18 era muy respetada en el grupo, mano derecha del jefe que tenia 19 años, pobre de aquel que me mirara con otros ojos que no fueran de amigo, casi votaron a un chico del grupo por que me invitó a salir, claro que no lo permití, si él se iba, yo igual, el jefe no tuvo otra opción y lo dejó quedar, pero bueno yo no era la gran cosa, todos en el grupo eran muy talentosos tanto como para la pelea como para el canto y el baile.

                 |2 AÑOS DESPUÉS|

Me encontraba en mi habitación tumbada en la cama escuchando música, No more dream para ser exacta una de mis canciones favoritas, me encantaba escuchar música de BTS, aparte de eso rap de Dante o porta, baladas y música clásica.

Me levante de la cama, empecé a cantar y bailar, había perfeccionado mis pasos, ya podía repetir  las coreografías con los pasos completamente impecables, mis pasos fuertes y marcados, y mi voz de compañía, no faltaron los chismosos de siempre, asomados por la puerta viendo y escuchando, me daban risa, pero me gustaba que me prestaran atención, que a ellos les gustara mi voz y pasos me hacia sentir segura, fingía que nos los veía, porque tenían prohibido acercarse a mi cuarto, seguía con mis pasos y la melodía en mis audífonos cambió, stigma, me paré de bailar y empecé a cantar imitando la tonalidad de Taehyung claro que no me salia igual, su voz es realmente hermosa, transmitía tanta calma, amaba las voces de los 7 bellos ángeles que me mantuvieron con vida y fuerza para no derrumbarme.