—Igual me siento mal por Hanson.

  —Al menos le dejé un medio de transporte. —Estiré una mano y con mis dedos llevé su mechón de cabello detrás de la oreja. Así tenía mejor visión de su rostro.

  —Deberías sentarte correctamente.

Abulté los labios en un puchero y me acomodé en el asiento. Crucé mis brazos mientras miraba al frente. —¿Seguiremos evadiendo el tema? No lo hemos tocado desde que nos separamos.

  —No quiero hablar de ello hasta no tenerte de frente.

  —¿Que? ¿Te costaría hablar de esta forma?

  —Me gustaría estar pendiente de las expresiones que haces. Si estoy manejando no se podrá.

Apreté los labios para reprimir la sonrisa que se quería ampliar. Y miré a la ventanilla para que no me notara. Permanecí en silencio porque estaba segura que si volvía a abrir la boca, sería para tocar el tema que él no quería hablar en el auto.

Sabía que era mejor platicarlo con franqueza cara a cara, pero los latidos erráticos que bombeaban en mi pecho dictaban de que cada minuto que pasaba era una tortura porque sentenciaba que el momento de estar solos se acercaba.

  —¿Lo que interrumpí en el Hotel era importante? Con ese tal Chris... —habló con un tono indiferente Jungkook como si no fuera gran cosa.

Giré la cabeza hacia él y observé que ya tenía una mano en la palanca de cambios y otra en el volante. Su expresión era impasible después de hacer la pregunta.

«¿Debería hacerle una broma?»

  —Era una cita concertada matrimonial —dije simplemente. Atenta a cualquier cambio.

Lo único notable fue que sus nudillos se volvieron blancos al apretar el volante y que su cartílago tiroides o mejor conocido como manzana de Adán, se moviera de arriba hacia abajo por tragar.

  —¿Eso quiere decir que tus padres no aceptaron tu explicación? —preguntó suavemente.

Fruncí el ceño con molestia al recordar la situación. —Ni siquiera me dejaron explicar correctamente hasta hoy. En el único tramo de la universidad al hotel, Padre se dignó a preguntarme por fin la razón de porqué hice eso. Pero ya tenía programado que me encontrara con él.

  —Noté que te cayó bien —musitó.

Y aflojé la frente cuando lo escuché, comenzando a sonreír. —La verdad es que me sorprendió. Es muy agradable y... —callé cuando me di cuenta lo que estuve a punto de decir. Eso era algo que ocultaba en mi interior—. No pensé que podríamos congeniar.

  —Mmm... —Asintió ligeramente, absorbiendo nada más lo que le decía.

Me acerqué con una sonrisa más amplia y juguetona, apoyé mi mentón en su brazo y le murmuré. —¿Qué? No me digas que te has puesto celoso sólo por eso.

Me echó un vistazo brevemente y luego lo dirigió al frente. Estaba por levantarme de su costado cuando escuché ser encendidas las luces intermitentes, pero él se volvió a girar hacia mí y con sus manos sostuvo mis mejillas.

Se acercó y nuevamente sus suaves labios tocaron los míos, invitándome a moverlos a su ritmo lento, uno en el que podías ser consciente de la profundidad en la que te besaba y los latidos que a esas alturas ya podía sentir en mis oídos.

Correspondí con fuerza a su beso, aunque mis manos quedaron inmóviles en sus brazos. Era una danza de vals que teníamos en la que aún apenas conocíamos los pasos.

Novio Falso | Jeon Jungkook [#1] [✔️]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz