Meliflua

CAPÍTULO 40

Me detuve a mitad del camino.

—¿Por eso te fuiste?

—¿Por eso te fuiste?— me replicó.

—¿Eh?

Me giré hacia él.

—Te enamoraste de él y ahora se va a ir a vivir a Estados Unidos con alguien más, por eso estás con Rayhan.

—¿Qué?— tragué—. No entiendo la relación de eso contigo.

Su rostro perdido cambió, rodó los ojos y se recostó en el sofá. Yo me mantuve quieta observándolo, esperando respuestas; estaba cansada de las preguntas.

—Nick le pidió que te enamorara para alejarte de nosotros y ahora tu vida parece girar entorno a él.

"Nick le pidió que te enamorara para alejarte de nosotros", mi pecho ardió.

Traté de ignorar esas palabras.

—¿A Estados Unidos más?— indagué.

—Tiffany. La respuesta a todo siempre es Tiffany.

Asentí con lentitud, asumiendo la información, y volví a retomar mi camino, dejando mi celular sobre la encimera. Mis ganas de querer ayudar a Nibbas se desvanecieron en segundos.

Tiffany, Liam, Estados Unidos, siempre Tiffany.

—¿Se van por vos?

Me miró como si fuera estúpida, y tal vez sí lo era, porque así me sentía.

—Firmó con una agencia de modelaje allí y Liam nunca la deja sola.

"Nunca la deja sola."

Tragué tratando de ocultar la repentina tristeza y decepción que se habían adueñado por completo en mí.

Seguía sin entender la relación de esa información con Nibbas, pero tampoco pude pensarlo por mucho tiempo cuando Nick ingresó corriendo a través de mi puerta y se lanzó a los brazos de su hermano.

—I thought I was never going to see you again— murmuró contra el cabello de su hermano menor.

"Pensé que nunca te volvería a ver."

—Estoy bien— contestó Nibbas.

—They did it?

"¿Ellos lo hicieron?"

Nick se alejó un poco de su hermano, para observarlo, y él negó con la cabeza.

La sala se envolvió en carcajadas que avanzaban por el pasillo, carcajadas relajadas que los tres reconocíamos perfectamente.

Liam ingresó al apartamento de la mano de Tiffany. Ella tenía la cara pintada como gato, un peluche en su mano libre y el buzo favorito de Liam sobre ella. Parecían recién salidos de una película romántica.

El castaño cambió la expresión de su rostro en cuestión de segundos cuando contempló la situación. Nick por llorar, Nibbas cansado y yo cerré mi boca al notar lo sorprendida que probablemente me veía.

—Solo quería un tiempo a solas— comunicó Nibbas a su hermano mayor.

Quise preguntarme porqué había reaparecido en mi apartamento, pero todas las palabras del rubio menor parecieron repetirse en mi mente mientras observaba a la castaña.

Liam soltó la mano de la chica y caminó hacia sus hermanos en silencio, con un semblante enfadado. Suspiré desviando la mirada y atravesé la puerta esquivando a Tiffany. Este momento no era mío. Nada allí dentro era mío.