03|JODIDO BESO

61 14 15
                                    

 

Torso desnudo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Torso desnudo.

  Sí, su torso desnudo. Heme aquí como una boba admirando el cuerpo de Lucas.

  Creo que estoy babeando.

  Un carraspeo proveniente de su parte, ocasiona que aparte la mirada avergonzada por estar observándolo sin descaro alguno... Aunque luego recuerdo el porqué vine aquí y nuestra conversación de hace un momento.

—Mi padre me dijo que habló contigo y según él, te ofreciste a llevarme a donde necesito ir —Destaqué de forma neutral. Elevé mi vista para ver su rostro, se me hace un poco difícil, pero lo logro. Su cabello mojado se adhiere a los costados de su rostro, ligeras gotas de agua resbalando por toda su frente y, esa mirada que me provocaba tantos nervios en la secundaria.

  ¿Qué estoy diciendo? Dios, su mirada aún me pone nerviosa.

—Sí. Tu papá me dijo que necesitaba ayuda, y aquí estoy yo —Señaló tranquilo, como si no le importara ni un poco que yo lo estuviera viendo con tan solo una toalla azul alrededor de su cintura—. Pero pasa, no te quedes ahí parada. Adelante, por favor —Se hace a un lado con la intención de dejarme el camino libre para poder pasar.

  Asiento antes de entrar.

  Una vez dentro de su habitación, puedo observar que es muy parecida a la mía,  a excepción de que sus paredes son negras con franjas azules a nivel del piso, uno que otro cuadro colorido que le dan vida al cuarto, su cama ordena. Todo en esta habitación está perfectamente ordenado.

  De pronto dirijo mi mirada hacia una ventana, sus cortinas blancas corridas a los lados...

  Un momento.

  Esa ventana, ¿no está justo en frente de la mía?

—Ahora vuelvo —Me informa Lucas antes de desaparecer, en lo que supongo, es el baño.

  Una vez que está fuera de mi vista, dejo las bolsas de regalo al lado de su cama, me acerco a la ventana, y tengo razón. Esta está a solo unos metros de distancia de la mía.

  De nuevo, las alarmas de mi cabeza se encienden.

  Yo estaba frente a esa ventana cuando empecé a vestirme. Inspecciono que mis cortinas estén cerradas, pero no, están corridas a los lados. Así que, rezo para que Lucas no me haya visto.

  Aunque pensándolo mejor, hubiera mencionado algo referente a eso cuando tuvo la oportunidad en el momento en el que chateamos (discutimos).

  El sonido de una puerta abriéndose me hace girar sobre mi eje, y encuentro a Lucas con algo más que una toalla encima. Ese jean negro, algo ajustado le queda de maravilla; además, esa sudadera gris se ciñe un poco a su torso y brazos, haciendo que sus músculos se noten. Y por último, sus pies están calzados por un par de Adidas blancas.

El chico de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora