░Fusión░ ░mental░ || 𝘚𝘱𝘰𝘤𝘬 𝘺 𝘵𝘶 ||

Capítulo 2

Después de confesarle sus sentimientos, _____ evitaba al vulcano lo más que podía e intentaba mantener su trato en lo profesional. Sin embargo entre más se esforzaba en alejarse de él, su trabajo más se empeñaba en ponerlos cerca. Recopilar información de las civilizaciones que se descubrían traía como consecuencia hacer reportes y entregarlos al primer oficial, porque sí, ella era historiadora y estaba a cargo de una pequeña cuadrilla de investigación.

Se había esforzado mucho para lograr ser la encargada y así poder pasar más tiempo con el vulcano, pero ahora se arrepentía un poco de sus decisiones y muchos pensamientos negativos no paraban de rondarle en la cabeza, tampoco ayudaba que Sulu se encargara de recordarle sus actos cada que tenía oportunidad, entre él y el doctor McCoy su desgracia no podía abandonar su mente ni un minuto, Jeanine no le hablaba del tema, prefería guardarse sus comentarios y dejar que los hombres hicieran su trabajo.

Spock, por otro lado, no le daba tantas vueltas al asunto, no era necesario, ella le había dicho lo que sentía y lo agradecía así como también agradecía que ____ estuviera al tanto de los sentimientos que el Vulcano tenía hacia la teniente Uhura. ¿Para qué hacer un drama en donde no lo hay?

Pasaron dos semanas, en las que _____ fue enviada como líder del equipo de investigación a una misión de reconocimiento. Ese tiempo lejos de la nave le sirvió para darse un respiro de sus amigos y despejar su mente un poco, claro, debía concentrarse en el trabajo, pero eso no le impidió tener un tiempo para aclarar sus ideas. Podía decir que hizo un buen avance, pues ahora ya no sentía tanta incomodidad cada que uno de sus compañeros le mencionaba al Señor Spock, y empezaba a bromear con su confesión.

Desafortunadamente, no todo es para siempre, y en un pestañeo todo el equipo esperaba su turno de abordar la pequeña nave que los llevaría de regreso a la Enterprise, una vez que sus pies pisaron el hangar, el cansancio inundó su cuerpo, no sólo por el arduo trabajo que habían hecho en las semanas pasadas, sino que debía hacer su reporte, enviarlo a la flota y después reunirse con el capitán y el primer oficial para corroborar el reporte. Desgraciadamente no podía enviar a alguien más o solo hacer la entrevista con el capitán, pues además de dirigir a su cuadrilla, estuvo al mando de toda la operación; guardias, pilotos, traductores. Prefería mil veces lidiar con el humor del capitán Kirk que ver a la cara al señor Spock, porque sí, desde que había empezado a redactar, el miedo de enfrentarse al vulcano hizo su aparición y se aseguró un lugar en primera fila en el cerebro de la teniente.

Tardó cerca de dos horas realizando su reporte, no había tomado un descanso ni del trabajo de campo, ni del de oficina cuando recibió un mensaje de que su trabajo fue recibido, la hora en la que debía presentarse con sus superiores y recibir la aprobación. Tenía exactamente cinco minutos para llegar a aquella sala, se levantó de su asiento llevando al pad consigo y se dirigió a su "cita".

Rogaba a todo lo que se le ocurría que el  señor Spock tuviera otro compromiso, se reportara incapacitado o lo que fuera, el punto era que el vulcano no se presentara a la reunión, o que esta se cancelara y ella fuera libre de tomar una merecida y gloriosa siesta. Pero, la distancia entre ella y la puerta cada vez se hacía más corta y su pad no daba señales de algún mensaje para posponer o de algún aviso o de que ella requería un chequeo médico antes de reincorporarse a sus actividades. Se resignó cuando escuchó el cerrojo de la puerta  abrirse, pero antes de que ella llegara vio salir a Uhura en un mar de lágrimas, en cuanto la teniente la vio la abrazó.

- ¿Estás bien? ¿Q-qué tienes? - ____ correspondió el abrazo con preocupación.

- No se cómo alguien puede ser tan insensible - Brice la abrazo un poco más fuerte, era lo único que podía hacer ni siquiera sabía que estaba pasando y no quería preguntar, Nyota y ella no eran cercanas. Una voz hizo que ambas se apartaran.

- Señorita Brice pase por favor - ella vio por última vez a Uhura y frotó su brazo tratando de reconfortarla y se dirigió a donde el vulcano - el capitán no siente en condiciones de atender nuestra reunión, espero que no le moleste que la entrevista se lleve a cabo entre usted y yo.

- Para nada - genial, ¿Por qué no se había enfermado él?

- Entonces empecemos

En toda la entrevista el primer oficial se mostró sereno, _____ intentó imitarlo sin éxito. Antes de que ella saliera el vulcano la detuvo.

- Sí encuentra a la teniente Uhura, podría... - _______ agachó la mirada esperando a que le pidiera algo como "dígale que quiero hablar con ella", "podría decirle que se encuentre conmigo" o algo por el estilo - decirle que necesito su informe.

La confusión no se hizo esperar en la expresión de la teniente, pero rápidamente fue sustituida por una de incredulidad duró pocos segundos y le dejó pasó a una de enojo.

- ¿Qué? - Nyota tenía razón al decir que no tenía sentimientos - no lo puedo creer, esa mujer, que es SU pareja salió llorando de aquí, por SU culpa, y lo único que hace es pedir un informe ¿ Que clase de persona es?

- Detecto cierta hostilidad en sus palabras teniente, le recuerdo que soy su superior.

- Eso lo tengo muy en claro, lo que no entiendo es como una persona tan respetable - guardó silencio unos segundos - puede ser tan apático

- La empatía no . . .

- Su raza no es una excusa válida, creo que una piedra es más humana que usted, he conocido seres con poco razonamiento con más responsabilidad afectiva que usted.

- Si continúa con esa actitud, teniente, me veré obligado a suspenderla de su cargo.

- Pues me haría un gran favor al evitarme estos encuentros tan incómodos - sin esperar respuesta salió de ahí con dirección a su dormitorio.

Todas las personas que la vieron en ese trayecto se hicieron a un lado para dejarle el camino libre, ni siquiera Sulu se atrevió a dirigirle la palabra cuando pasó por su lado. Fue hasta que tocó su cama que se tranquilizó y cayó en la realidad de lo que había hecho. Estaba tan cansada que no le importaron las consecuencias que tendría su pequeño acto de "valentía". Ahora su cerebro tenía dos nuevos motivos por los cuales atormentarle por el resto de su vida.