░Fusión░ ░mental░ || 𝘚𝘱𝘰𝘤𝘬 𝘺 𝘵𝘶 ||

Capítulo 1

Era la hora del almuerzo, todos los tripulantes de la Enterprise se encontraban en el comedor disfrutando de los alimentos y la plática con sus compañeros de mesa. Todos excepto Sulu, quien llevaba cerca de media hora escuchando a la mujer de al lado hablar sobre el comandante Spock.

- No sé porque haces tanto drama, solo ve y dile - ____ era una buena persona y pasar el tiempo con ella era muy agradable hasta que empezaba a habar de Spock. 

- Es que tu no entiendes, él está con Uhura y si ella se entera vendrá a golpearme - Sulu suspiró hastiado, su paciencia empezaba a agotarse y no quería ser grosero con la chica.

- Pues bien merecido te lo tendrías, es más yo la ayudaría con tal de que cerraras la boca - la chica iba a contestarle, pero, afortunadamente, el doctor McCoy entraba a la cafetería. Suñu agradeció su aparición, no sabía cuánto más podría soportar a su amiga hablar del primer oficial.

- ¡Doctor por aquí !- el mencionado se acercó a la mesa en donde estaban y tomó asiento.

- ¿Y bien? - ____ y Sulu lo miraron interrogantes - ¿ya le dijiste al duende?

- Jamás le dirá le tiene miedo - ella miró a su amigo enojada.

- Claro que no - ambos la miraron con ironía.

- Entonces no te importará decirle en este momento - Sulu señalo la entrada, en ese momento el señor Spock cruzaba la entrada.

- No creo que sea lo más apropiado, no quiero quitarle tiempo de su almuerzo - ____ soltó una risa nerviosa.

- Tonterías - el médico se giró a donde el vulcano y le llamó, a los pocos segundos se presentó en la mesa - la teniente tiene algo que decirle. - el comandante la miró esperando su pregunta.

- ¿En qué puedo ayudarle? - ella palideció a lo que los otros dos rieron.

- Amm, bueno es algo . . . personal, y considero que ahora debe estar ocupado como para escuchar mis problemas - rió nerviosamente.

- Si es de suma importancia puedo atenderla ahora - ella tragó grueso.

- Creo que puede esperar - el primer oficial asintió.

- entonces la veré en la cena - ella asintió aliviada de salir de la situación. - con permiso.

McCoy y Sulu la vieron con sorna.

- Oh si que eres valiente - dijo con ironía el doctor.

- Solo espero que no colapse en la cena - ambos hombres se soltaron a reír - como la vez que le pidió el reporte que llevaba en las manos y le dijo "creo que lo perdí" - volvieron a estallar en carcajadas, ella los miró mal.

- O como cuando casi se desmaya por estrechar su mano - el volumen de las risas aumentó así como el sonrojo de la joven.

- Eso no pasará - las luces cambiaron a un color carmesí seguido de una turbulencia, una alarma comenzó a sonar y por los altavoces una voz informaba que estaban bajo ataque. Todos corrieron a sus posiciones, _____ no pertenecía al área de seguridad, sin embargo tenía entrenamiento en armas y pilotaje, así que en cuanto escuchó la señal, corrió hasta donde se encontraban las armas, tomó una y fue hasta donde le habían dicho por el comunicador. En el camino escuchó un cambio de planes en el que debía ir a los hangares. En cuanto llegó se reportó con la persona al mando.

- Número 22 - ella asintió y corrió a la nave que le indicaron. Subió a ella y tomó asiento en el lugar del piloto encendió la nave y comenzó a mover algunos controles, escuchó como alguien entraba a la nave y como se colocaba el cinturón. La puerta se cerró y ella volteo a ver a su copiloto.

- Comandante - dijo en un susurró .

- Teniente - dijo con un movimiento de cabeza. Un coordinador le hizo la señal de que podía despegar. Así lo hizo, por el comunicador les dieron indicaciones. Ella llevó la nave a las coordenadas que le dieron y el vulcano fue quien comenzó a atacar. En medio de la pelea fue el primer oficial quien comenzó la plática. - ¿Qué es lo que quiere hablar conmigo?

- Bueno - esquivó un ataque causando una turbulencia en la pequeña nave - debo decirle que siempre le he tenido un gran respeto y admiración - elevó la nave haciendo un rizo, tenía tanta adrenalina que no sabía lo que decía - hacia usted, por lo que cuando comencé a sentir un interés más allá de lo profesional no me sorprendió mucho.

- Nave 22, apoye en la parte oeste. - ____ obedeció a la voz del comunicador y llevó la pequeña nave a la donde eran requeridos, no había demasiados atacantes por lo que la victoria se obtendría en poco tiempo.

- Decía usted teniente - a Spock le había comenzado a interesar la forma en la que su compañera se expresaba de él, además de que muy en el fondo tenía curiosidad acerca de cómo terminaría su confesión.

- Lo que sí me tomó por sorpresa fue la rapidez con la que ese sentimiento se desarrolló, - faltaban cerca de cuatro naves enemigas, por lo que las naves de la Enterprise comenzaron a regresar al hangar - debo admitir que en cuanto me enteré hice todo lo posible por reprimir esos sentimientos pero sin éxito.

- Nave 22 puede regresar - Spock fue quien respondió.

- Entendido - apagó el comunicador - continúe por favor.

- Si claro - en ese momento _____ cayó en cuenta de lo que estaba haciendo, suspiró para darse valor y habló - temo que esta confesión le resulte inapropiada, yo también la considero así, pero creo conveniente el que usted esté enterado de mis sentimientos. - llegaron a la entrada del hangar en donde un coordinador les indicó donde dejar la nave.

- Agradezco su sinceridad hacia mi persona, - ella apagó el motor de la nave y le miró con atención - pero me temo que no puedo corresponder a sus sentimientos.

- Lo sé - tomó aire - sé que usted está en una relación con la teniente Uhura y jamás tuve la esperanza de que usted correspondiera mis sentimientos, me encantaría que esto quedara entre nosotros y si es posible, que quede en el olvido no quisiera que mi impertinencia causara problemas en nuestro trato profesional.

No esperó respuesta y salió inmediatamente de la nave, fue directo a la habitación que compartía con Jeanine, agradeció que su compañera no se encontraba y se tiró en la cama recordando lo que acababa de hacer.

- Soy una idiota - escuchó la puerta cerrarse encontrándose con la chica rosa con la que compartía cuarto.

- ¿Ahora por qué? - burlonamente se dejó caer a lado de su compañera.

- Porque le dije todo al señor Spock - se cubrió la cara con una almohada para que su amiga no viera su rubor y para evitar la cara de burla que seguramente le dedicaría.

- De verdad eres idiota - ella apartó la almohada y la miró mal - tu sabías que no siente lo mismo, aún así creo que fue valiente de tu parte.

- Gracias - ambas se sonrieron - ahora tendré que lidiar con la vergüenza moral que probablemente tendré al pasarle algún reporte.

- Y ni mencionar el problema en el que te acabas de meter con Nyota, seguro que le agradara la idea de que te gusta su novio - el golpe que la joven recibió con la almohada casi la hace regresar a la escuela.