Herophine

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- Buenos días Jo - dijo Hero dándome un beso en la mejilla - ahora vendrá tu padre así que no me queda mucho rato para estar contigo. No sé si lo escuchaste pero ayer los conocí. - respiró profundamente - Creo que no le caí muy bien a tu padre - me agarró la mano - Espero que despiertes pronto y te prometo que nunca más te dejaré sola. 

La puerta se abrió y se escucharon unos pasos entrar a la habitación. Hero quitó su mano de encima de la mía y se separó rápidamente.

- Señor Langford, 

- Por favor, llámame Stephen. No te separes, continúa. Tranquilo, puedes quedarte el tiempo que quieras. Al principio o veía cuanto quieres a mi hija.

Noté como Hero agarró de nuevo mi mano.

- La quiero muchísimo, señor. Digo, Stephen

Intenté hacer alguna señal como mover los dedos o apretar la mano. Esta vez, no fue como las anteriores ya que esta vez funcionó. 

- ¡Jo! Avisa a una enfermera señor... ¡Stephen! 

- ¡¿Qué pasa hijo?! 

- Acaba de apretarme la mano.

Escuché unos pasos apresurados saliendo de la habitación.

Abrí los ojos y me encontré con los hermosos ojos verdes de Hero mirándome directamente. Tenía los ojos húmedos de la emoción y tenía muchas ojeras por no haber dormido bien los últimos días. Intenté incorporarme y quitarme el respirador.

- Jo, espérate, no hagas eso. - Hero me cogió por los hombros y volvió a recostarme en la cama.

- ¿Dónde estoy? - dije con la voz ronca. Me dolía la garganta y tenia mucha sed.

- En el hospital. Ahora vendrán los médicos, espera.

- Tengo sed. 

- Ahora te traigo agua. - vi como Hero me regaló una enorme sonrisa y salió hacia la puerta.

- ¡Steve! Ya ha despertado - Hero enseguida volvió a mi lado y me dio un abrazo muy cuidadosamente como si pensara que me fuera a romper. Estuvimos abrazados hasta que un médico y dos enfermeras entraron.

- Hero, Steve, porfavor salgan de la sala. Tenemos que inspeccionar a Jo. En cuanto acabemos, les avisaremos para que podais entrar.

- Claro - Hero me dio un casto beso en los labios y salió por la puerta. Mi padre me acarició el pelo y me dio un beso en la mejilla.

Estaba un poco confundida. Todo era demasiado raro. Yo en un hospital y que mi padre no haciendo ningun comentario sobre Hero. 

- Bueno Jo, tienes algun dolor, molestia..? - me preguntó una de las enfermeras. Mientras tanto el médico iba revisando todos los aparatos para ver si habia algo anormal.

- Tengo mucha sed pero no me duele nada. - contesté.

- Claro, es normal. Dakota, vés a por una botella de agua. 

- Los calmantes siguen haciendo efecto. Es normal, que te sientas cansada o te de sueño. - empezó a hablar el médico - en cuanto se pase el efecto intenremos administrarte media dosis ya que son muy adictivos y al quitarlos de unaforma repentina, además de provocar dolores fuertes puede crear dependencia. - se acercó a mi lado y empezó a inspeccionarme - tienes varios hematomas y algun que otro hueso roto pero no hay nada fuera de lo común. La semana que viene deberás de volver para que te quitemos la escayola y durante esta semana deberás de guardar reposo. Para los hematomas te recetaremos una crema calmante por si te molestan pero no la uses si no lo crees conveniente. Ante cualquier dolor te puedes tomar iboprufeno o alguna aspirina. Los dolores de cabeza son comunes. Ante cualquier duda,dolor o otra cosa que creas fuera de lo común vuelve aquí. Te daremos el alta en 2 días y esta noche estarás en observación. Si encontraramos algo más fuera de lo común te quedarás más tiempo. ¿Queda todo claro? - preguntó

- Sí. - contesté

- Perfecto, ahora redactaré un informe. Y te entregaré las recetas convenientes - vi sonreir al médico por primera vez desde que entró. Debo de admitir que era guapo. Cabello y ojos marrones de complexión atlética y era alto. - Me alegra mucho que ya hayas despertado.

- Muchas gracias por todo, doctor...

- Miller - dijo dándome la mano para que se la estrechara. - Ahora aviso a su padre y a su pareja para que entren.

- Gracias.