Baboo!

Capítulo 29

-Lo lamento- dijo algo insegura- ¿Me hablabas a mí?

-Sí- sonrió amigablemente- me preguntaba qué es lo que te hacía suspirar de esa manera

-Oh bueno, verás- se llevó la mano a la nuca- perdí mi lazo

-¿Tu lazo?

-Sí- señaló su peinado- lo traía amarrado a mi cabello, ummm... era de color rosa, como así- hizo un intento por mostrarle el tamaño acercando ambas manos

-Ya veo- rebuscó algo en su bolsillo- ¿Será este?

Los ojos de la chica brillaron y asintió enérgicamente

-Lo encontré cerca de los casilleros al terminar mi club- le explicó- hoy tuve un mal día, pero cuando vi el lazo, por alguna razón creí que significaba un buen augurio

-¿Tu club? ¿En sábado?

-Sí, aquí los clubes deportivos se practican el fin de semana

-Ya veo

-Pero... bueno, no me fue como esperaba

Kai sintió lastima por el chico, realmente se veía abatido. De pronto recordó algo que tal vez lograría alegrarlo un poco. Rebuscó en su pequeña mochila hasta que la encontró.

-Anímate, todos tenemos un mal día de vez en cuando- extendió una paleta- es de cereza, no cambiará nada pero, bueno, sabe rica

No se le ocurrió un mejor argumento.

La iba a tomar cuando Kai lo detuvo.

-Es un intercambio, mi lazo por tu paleta- sonrió- ¿Va?

-C-claro.- esa simple acción le pareció muy tierna-. ¿Puedo?

Preguntó refiriéndose a si le dejaba acomodarle su lazo, acto que para ella no tenía relevancia, así que aceptó.

-¿Sabes?- dijo mientras lo ataba- cuando vi el lazo en el suelo presentí que me traería suerte, y veo que no estaba equivocado

-¿No?- dio la vuelta- bueno, supongo que no todo es malo, al menos ganaste una paleta

-S-sí.- se sonrojó al verla un poco más cerca, era linda-. N-no te había visto por aquí

-Oh no, no estudio aquí- afirmó- pero tal vez lo haga el siguiente semestre

-¿¡De verdad!? Eso... eso sería asombroso- la miró un poco más mientras Kai apretaba su peinado para evitar que se deshiciese nuevamente- Oh... uh... ¿Tú... tienes... novio?

-Eh- titubeó un momento- sí, aunque no sé dónde está

-Estoy aquí, Baboo- unas manos rodearon su cintura y la pegaron lo más posible al cuerpo del contrario- ya volví- tomó su mentón y la giró para plantarle un beso en los labios. Fue brusco, debía admitirlo.

Kai se sonrojó a más no poder, aún no estaba acostumbrada a las muestras de afecto en público, y por alguna razón se sentía apenada, así que bajó la cabeza para disimular su timidez. Sin embargo, no se apartó.

-Bueno, nos vamos- la cargó y prácticamente se la llevó de ahí

Kai solamente atinó a agitar su mano en señal de despedida, ni siquiera recordó decirle cómo se llamaba, y fue tan repentina la decisión del pelirrosa, que tampoco dejó que el chico se presentase, ¿Fue a propósito? Por supuesto, no quería siquiera que la chica recordase su nombre, no tenía necesidad de hacerlo.

Una vez fuera de la academia la bajó y tomo su mano, no dijo nada más, simplemente caminó con ella hasta que llegaron a un parque cercano. Se detuvieron bajo la sombra de un cerezo.