Capítulo 11

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-¡Kai-chan!

-¡Frank!- gritó y corrió a abrazar al hombre apenas lo vio, era como ver a un mono colgado de un árbol

El hombre parecía muy acostumbrado a eso, ya que solo la recibió y le dio un beso en la frente

-¿Lista?-tomó la pequeña bolsa de la chica y se la colgó en el hombro- ¿Esto es todo?

-Sip, son solo dos días- bajó y se acercó a su profesor, quien la había acompañado hasta la entrada- Gracias Fujinuma-sensei- hizo una reverencia

-Está bien Kai-chan- le revolvió el cabello- es mi deber cuidarte

Yuri observaba a lo lejos cómo ambos subían al auto y se marchaban, desde el día de la nota que no habían vuelto a hablar

Pero eso no significaba que no hubiese estado cerca, todos los días revisaba el casillero de la chica para cerciorarse que ninguna otra notita llegara a ella

Incluso en dos ocasiones tuvo que "Charlar" con un par de chicos

-¿Piensas decirle?- Shikatani se había posado a su lado, ni siquiera notó cuando llegó

-¿Hmm?- no lo miró, pero sabía que también vio a la chica irse

-Es una criatura adorable, ¿No?- agregó

Yuri sólo asintió, sabía que en algún momento de su estancia, Kai y su senpai se harían amigos, por lo que es probable que para estas alturas el de lentes ya supiera lo que había pasado

-Entonces, por ahora ninguno le dirá sobre el club, ¿Cierto?

-Ajá- se dio la vuelta y caminó hacia el invernadero

Al llegar a la entrada decidió que no era ahí donde quería estar, siguió caminando y sus pasos lo guiaron hasta el árbol donde se había caído Kai

Se recostó debajo de este y cerró los ojos

No pudo evitar una sonrisa al recordar ese día, se veía tan graciosa colgada del árbol, pero también tan linda

Esa vez, una mueca de vergüenza adornaba sus labios y sus mejillas estaban completamente rojas, seguro que se estaba mareando, y aun así, no quiso pedir ayuda, no a él

Recuerda perfectamente que la persona a quien llamó fue al nuevo del Yarichin, eso lo había molestado de sobremanera, ¿Qué tenía Toono que no tuviera él?

Sus pensamientos viajaron a unos días antes, cuando la conoció, ese día creyó que no había ser más indefenso sobre la tierra que esa chica, la única en un internado masculino, ¿Quién en su sano juicio la había dejado ahí? ¿No pensaron en los peligros que correría? Y sobre todo... ¿A quién debía agradecer por dejar que la conociera?

Es verdad que esa misma tarde la vio pasar junto a su kohai hacia los dormitorios, y sin pensarlo mucho, decidió seguirlos

Debía admitir que cuando se enteró que una chica había entrado a la academia no le tomó mucha importancia, no era algo que le afectara, o eso creía, ya que desde que miró sus ojos y tomó su mano, supo que sería prácticamente imposible quitársela de la cabeza y también, que quería protegerla

Es por eso que de vez en cuando la seguía a una distancia prudente sólo para cerciorarse que ningún otro chico la molestara, gracias a esto, el día en que se lastimó el tobillo, no fue necesario preguntarle dónde quedaba su habitación

Incluso sin querer, había comenzado a memorizar sus horarios

Es seguro que si alguien supiera sobre esto creería que Yuri era un acosador, y es posible que así fuera, pero no le importaba, no creía que estuviese mal preocuparse por otra persona.

Baboo!Where stories live. Discover now