Capítulo 6

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Domingo por la tarde, estaba harta de tanto estudiar, por más que quería, ya no daba una, todo el fin de semana los chicos estuvieron insistiendo en salir, pero ella simplemente rechazaba los mensajes, no es que fuera grosera, pero de vez en cuando necesitaba su espacio.

Además, esa tarde recibió un mensaje poco usual

"Me gusta tu uniforme deportivo

-Número desconocido"

No le dio más vueltas, ni lo contestó, es posible que fuera un número equivocado

Comenzaba a bloquearse, por lo que decidió salir a dar una vuelta. El único lugar en el que podía pensar para tener un momento de paz era el invernadero.

Al llegar le dio un vistazo rápido a todo el lugar, y se fue al área de plantas aromáticas, ese se había convertido en uno de sus lugares favoritos, pero aun así, no podía despejarse.

Se puso los audífonos, metió su celular en la chaqueta y comenzó a caminar sin un rumbo en específico, aún había muchas áreas que todavía no visitaba, como ese pequeño estanque que se veía a unos metros.

De lejos parecía pequeño, pero no era así, medía por lo menos unos 10 m de largo, incluso tenía un pequeño paso por el medio formado de rocas, no se resistió y quiso caminar por ellas, a la mitad, se daba cuenta de que también parecía algo profundo, no lo suficiente para ahogarse, pero si de que una caída no sería bonita.

Estar ahí definitivamente le ayudaba

De pronto sintió un lengüetazo en la nuca, haciendo que unos movimientos torpes casi la tiraran al estanque

- ¡Cuidado, idiota! - un chico de cabello azul la jaló del brazo mientras le gritaba

-Idiota tú!- su cara estaba roja y aún tenía la mano en la zona trasera del cuello- ¿Por qué diantres hiciste eso?

-¿Diantres?- tenía una sonrisa burlesca- ¿Qué eres?, ¿Una abuelita?

Infló sus mejillas, no es posible que hubiera personas tan desagradables

-Debiste pensar en las consecuencias antes de entrar a mi zona- siguió el chico

-¿Tu zona?- corroboró que se encontraran dentro del invernadero, y sí, seguían ahí

-Yo limpié y adapté el estanque- se señaló a si mismo orgulloso- ¿Y bien?

-¿Bien, qué?- seguía molesta- ¿No piensas disculparte?

El contrario simplemente subió y bajó los hombros, en señal de que ese asunto era de poca importancia

-Siendo mujer, deberías pensártelo dos veces antes de andar por el instituto sola- se acercó a ella peligrosamente

-Alguien que se toma la molestia de salvar a otra persona no podría hacerme daño- no se movió de su sitio

-Tch!- no avanzó más- no lo hice por ti

-¿Esos son bardos dorados?- dijo señalando a unos peces para desviar la atención

Pasó alrededor de media hora explicándole sobre los tipos de peces y cómo los había conseguido, y un rato más en silencio, lo suficiente como para relajarla

-Tienes unos aretes muy lindos- tocó su oreja- ¿No te dolió?

-Hay cosas que duele más, abuelita

-Bueno- dijo caminando hacia la salida- sea cual sea la razón por la que me hayas salvado, aún si tú lo provocaste- giró y lo miró, él seguía en el estanque- no creo que seas una mala persona

Baboo!Where stories live. Discover now