Bully in Love (Camren)

Pijamada ( Parte II)

Camila dejó escapar un suspiro.

Quizás estaba jugando con fuego.

Quizás, después de todo, esto no fuera una buena idea.

Lauren la estaba haciendo sentir...maldición, no sabía lo que estaba sintiendo.

¿Loca? ¿Fuera de control? Especialmente, cuando Lauren pareció hacer un agujero en su alma con la intensidad de su mirada. La castaña miró sus manos y se dio cuenta de que había estado jugueteando con ellas desde que entró al baño. Se detuvo y rápidamente puso las manos a los costados. Ella nunca se inquietaba. Ese era el efecto que Lauren estaba teniendo en ella.

Camila sacudió sus pensamientos y comenzó sus preparativos para ir a la cama. Veinte minutos después, finalmente estaba vestida con su pijama rosada y pantalones a juego; su rostro libre de maquillaje.

Abrió la puerta y de repente se congeló ante la vista que la recibió al otro lado de la habitación. Sus ojos se abrieron y su corazón se aceleró antes de que cerrara rápidamente la puerta para esconderse, dejándola entreabierta. Lentamente, se inclinó para mirar por la rendija del dormitorio.

Bien. Lauren no la había visto ni oído. Cuando abrió la puerta del baño inicialmente, Lauren se estaba quitando la camisa.

La ojiverde estaba parada a medio camino de su armario con solo sus jeans y un sostén deportivo. Camila sabía que Lauren estaba en forma, pero no tenía idea de lo buena que estaba.

La parte superior del cuerpo de Lauren era prácticamente una escultura. Un espécimen físico perfecto de la anatomía femenina.

Sus abdominales definidos dejaron a la castaña sin aliento.

Camila no podía apartar los ojos de ella. Se mordió el labio inferior mientras se imaginaba pasando las manos por ese abdomen cincelado.

De repente, Lauren levantó los ojos y miró hacia el baño. Presa del pánico, Camila rápidamente retrocedió y cerró la puerta de golpe. ¿Lauren la vio?

Camila rezó para que no fuera así. De todos modos, ¿por qué estaba babeando? ¿Qué le pasaba a ella? La castaña tardó otros cinco minutos en recuperarse antes de abrir la puerta una vez más. Ella comenzó a salir, pero se detuvo de repente.

Lauren estaba parada allí, bloqueando la entrada. Ahora vestía una vieja camiseta de béisbol y pantalones cortos de algodón.

-Oh, Lauren. Me asustaste.—Suspiró Camila, colocando una mano sobre su corazón.

Cuando esta no respondió, Camila miró a los ojos esmeralda de Lauren y encontró un brillo divertido en ellos.

-¿Qué?—Preguntó Camila.

La sonrisa en el rostro de Lauren se amplió un poco más, pero ella siguió sin decir nada. Ella solo siguió mirando a Camila, divertida. Como si estuviera ocultando algún secreto o una broma interna.

Camila esperó una respuesta y se preguntó porqué  la estaba mirando de esa manera.

-Nada.—Finalmente respondió Lauren con una sonrisa—¿Puedo tener mi baño ahora, o te quedarás ahí toda la noche?

-Uh, no, ya terminé.

Pasaron una al lado de la otra y Lauren se volvió en la puerta, de cara al dormitorio.

-¿Eres normalmente una mirona?—Pregunto.

El rostro de Camila decayó y sus ojos se agrandaron. Se dio la vuelta, enfrentando a la pelinegra.

-¿Disculpa?—Sintió que un rubor se extendía por su rostro.

Lauren sonrió  y negó con la cabeza antes de cerrar la puerta del baño.