Enmienda & Perdón

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Tres días.

Habían sido tres días completos y Camila aún no había visto a Lauren. El primer día, Camila no le dio mucha importancia, el segundo día, estaba un poco preocupada pero se negó a dejar que eso la molestara. Luego, al tercer día, Camila supo que algo tenía que estar mal.

¿Dónde estaba Lauren? Una parte de ella quería ir a su casa y averiguarlo por sí misma, pero instantáneamente se sintió incómoda con la idea. Ella fue quien alejo a Lauren.

¿Qué derecho tenía ella de ir a su casa? Esa opción ya no se consideraba apropiada, pero Camila tenía que saber qué estaba pasando.

Durante el almuerzo, vio a Dinah charlando con otras chicas en una mesa. Se acercó al pequeño grupo, colocando una mano sobre el hombro de ella para llamar su atención.

—¿Dinah?

Esta se volvió hacia ella y su rostro se hundió levemente.

—Hola.—Dinah respondió.

Aunque ese no era el saludo habitual que recibiría de la alegre y despreocupada Dinah, no dejó que eso la desanimara.

—¿Puedo hablar contigo un momento?

Camila pudo ver que ella dudó un par de segundos, pero asintió antes de decirles a sus amigas que regresaría en un momento.

Siguió a Camila fuera de las puertas de la cafetería hacia el pasillo. Dinah se quedo frente a ella, esperando.

—Dinah...he notado que Lauren no ha venido a clases en los últimos días—comenzó Camila a decir—¿Sabes donde esta?

La alta rubia la miró con incredulidad enarcando una ceja.

—¿Quieres decir que no te has enterado?

Camila frunció el ceño, confundida.

—¿Enterado sobre qué?

—Lauren es el chisme candente de la semana.

La castaña se encogió de hombros con tristeza.

—No tengo a nadie con quien chismorrear, Dinah.

—Oh...— dijo Dinah, recordando que Camila no era de socializar mucho.

—Por favor, DJ. ¿Me puedes decir que sucedió con Lauren?

—¿De verdad te interesa saber? No le diriges la palabra. Demonios, ni siquiera miras en su dirección.

Camila sintió un pequeño pinchazo ante las palabras de Dinah, pero lo que dijo era verdad.

—Lo sé. Lo sé—Camila reafirmó ante la mirada de la otra chica—no debería importarme, pero lo hago. Mucho.

La rubia la miró por un momento, leyendo los rasgos de la castaña. Podía ver el interés y la preocupación en los ojos de Camila.

—La han suspendido.—Dinah dijo finalmente.

—¿Suspendido? ¿Por qué?—Camila preguntó, genuinamente preocupada por la ojiverde.

Dinah suspiró profundamente y Camila pudo ver la contradicción en su rostro.

—Me va a matar cuando se entere de que te dije esto. Se peleó a puñetazos con Austin Mahone.

Camila jadeó con incredulidad.

—¿Austin? ¿Ese chico que encontramos en la cancha de baloncesto?

Dinah asintió y tensó los músculos de la mandíbula. La preocupación marcó los rasgos de Camila.

Bully in Love (Camren) Where stories live. Discover now