Despertó por el cántico de las aves
Se sentó en la cama frotándose uno de sus ojos con su mano
Ya después de haber despertado su cerebro completamente se levantó y se dirigió a la cosina para prepararse un desayuno
Miro la hora
06:03. A.M
Le faltaban dos horas para las clases, preparo un sándwich de jamón con queso y una pequeña milanesa que encontró en la heladera
Después de terminar de comerlo fue a bañarse, una vez ya bañado se vistió, tomó sus cosas de la escuela y busco una de sus navajas para ponerla en la mochila
Ya teniendo todo listo, salió de su casa, la cerró con llave y marchó a la escuela
Una vez llegó, se sentó en su lugar de siempre y para pasar el rato, se arremangó el pullover y comenzó a hacerse garabatos en el brazo con un palito, marcando su piel por un rojo y blanco pálido
Se distrajo al notar como alguien se sentó en frente de el, pensó que era Mikumo, ya que esté se sentaba adelante de el, iba a sonreírle solo hasta que vio una cabellera rubia con un peculiar peinado
Himiko Toga
— Y...~ ¿Ya conseguiste algún juguete para mí? — preguntó la chica pasando uno de sus dedos por la mesa, dejando mostrar sus uñas que estaban pintadas de un rosa chillón
Gogo la miro serio por un momento
— si... Ya lo tengo... — murmuró son quitar sus orbes rojos de los amarillos, acomodo bien la manga del pullover y lq escondió de bajo de la mesa — espérame a la hora del segundo almuerzo, en el sótano de abajo, ahi te lo daré... — dijo fingiendo una sonrisa socarrona
«Se lo que estás pensando... Me encanta»
— jeje, tu si me entiendes, Baku — se levantó del asiento de Akatani y fue al suyo
— si... Apuesto que te gustará... — susurró y volteó hacia la ventana, viendo a un gato queriendo alcanzar a un pájaro, el gato negro subió al árbol y en un movimiento rápido atrapó a la pobre ave, y lo comió
Sonrío internamente ante la imagen
— buenos días, Gogo — Saludó una voz dulce y melodiosa para el rubio, no bien lo escuchó volteo rápidamente encontrándose a Mikumo acomodando su mochila en la silla — ¿Cómo estás?
— H-Hola, Mikumo, estoy bien... Jeje ¿T-Tu? — le sonrío con un pequeño rubor en sus mejillas
— me alegro que estés bien — le dió una pequeña sonrisa — yo estoy bien, algo cansado... No dormí muy bien — río bajo sentándose en el asiento
— ¿Así? ¿Por qué? — pregunto ladeando la cabeza — ¿Algo te estaba molestando?
— si... — se rascó la nuca — creo que tome algo que me reventó la cabeza... Dolía mucho — río apenado — creo que me dormiré en la escuela — arrastró sus palabras poniendo su cabeza en el escritorio de Bakugo
ŞİMDİ OKUDUĞUN
if i k̶i̶l̶l̶e̶d̶ someone for you
Hayran KurguLa primera vez que lo vio, quedó conmovido y embelesado con su amabilidad, dulzura y belleza... Por primera vez sintió como su corazón latía desesperado por ser correspondido por esa persona Tenía que ser suyo... Tiene que ser suyo... DEBE SER SUYO...