La primera vez que lo vio, quedó conmovido y embelesado con su amabilidad, dulzura y belleza...
Por primera vez sintió como su corazón latía desesperado por ser correspondido por esa persona
Tenía que ser suyo...
Tiene que ser suyo...
DEBE SER SUYO...
Veía con alegría como el menor gozaba de ver su colección de figuritas .
Le dolían un poco sus mejillas de tanto sonreír .
Pero es que era imposible.. .
─ ¿¡ Y este también !? ¡ Woaa ! ─ exclamó Mikumo , mirando con emoción y una gran sonrisa uno de los juguetes coleccionables de Gogo .
No sonreír con su pequeña oveja negra , era imposible .
Iba a mostrarle algo más . sin embargo , una llamada del teléfono de Akatani hizo que ambos saltarán un tanto por el repentino ruido .
─ voy . ─ soltó Yamikumo , dejando el objeto que tenía entre manos a Bakugo .
Gogo vió como este contestó .
─ hey , Kirishima-san . ─ dijo en forma de saludo a la persona que lo había llamado . ─ ¿ Cómo estás ?
Solo con mencionar ese nombre , sus ánimos alegres bajaron de una .
Kirishima .
Quitó su mirada del menor , ordenando sus figuritas de colección en su estante de nuevo , mientras escuchaba disimuladamente la conversación que tenía su pecoso con el tonto chico de dientes filosos .
─ me alegra que estés bien , yo también lo estoy . ─ contestó . ─ estoy en la casa de Gocchan . ─ silencio . ─ Oh- Gocchan es Gogo , ya sabes , el chico rubio . ─ otro silencio . ─ mmh , sí , entiendo , nos vemos luego , Kirishima-san . Bye ~
« asco . »
El pelinegro despegó el móvil de su oreja , colgando la llamada y volvió a poner este en dónde lo había dejado anteriormente . Y volver a sentarse al lado del ceniza .
Bakugo lo estaba mirando , esperando a que Mikumo le diga de que hablaron .
Hasta que este entendió el mensaje .
─ me invitó a una cafeteria que abrió recientemente para hablar de algunas cosas de la escuela . ─ le comentó , amacandose sobre el mismo .
─ ¿ Cuál es ? ─ preguntó en seco .
─ no tengo idea , al parecer el va a guiarme . ─ Añadió mientras se estiraba un poco .
─ mmh.. .
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─ ¡ Adiós , Gocchan ! ─ se despidió el pequeño pelinegro de Bakugo .
« síguelo » .
─ hasta mañana , Yami . ─ le sonrió , moviendo levemente su mano .
Cerró su puerta , para luego buscar rápidamente algo para ponerse que pase desapercibido .
