La Heredera de Slytherin || Draco Malfoy.

Capítulo 34.

No podía creer las palabras de Blaise, al día siguiente me dirigí lo más rápido que pude hasta las afueras de Hogwarts, cerca de la cabaña de Hagrid, al llegar allí Draco miraba hacía la casa del guardabosques de manera divertida riendo con Theodore y Crabbe. Al haber llegado a una distancia prudente Theodore notó mi presencia llamando la atención de Draco el cuál me miró con los ojos tan abiertos como los de un elfo domestico.

- Draco Lucius Malfoy.- Él se incorporó de inmediato tragando saliva con dificultad, me acerque a los tres con los brazos cruzados sobre el pecho y el ceño fruncido. 

- Eh ¿Qué pasó como para que me llames por mi nombre completo? - Se rascó la nuca nervioso y amago con dar un paso al frente cuando paró en seco y cambio completamente su expresión. 

Me di vuelta para ver de quien se trataba, al ver al trio de oro levanté una ceja, expectante, sabía que algo se avecinaba pero me hubiera gustado hacerle frente yo a Draco y no ellos, me sentía más defraudada y horrorizada por la situación que nadie más. 

- ¡Miren quien llegó! ¿Vienen a ver el show? - Draco volvía a su posición de chico malcriado y socarrón que le mostraba a todo el mundo. 

Granger comenzó a caminar a un paso aun más rápido y mientras desenfundaba su varita dijo. 

- ¡Tu eres una despreciable y maldita cucaracha! - Apuntó su varita a la garganta de Draco, él tan solo retrocedió como un cobarde.

- No Hermione él no vale la pena.- Weasley habló para calmar a Granger, luego los tres voltearon a mi. - ¿Y tu que Harmon también estas detrás de todo esto? Debí saberlo, después de todo eres la reina de las serp...- Ahora yo saqué mi varita antes de que terminara su oración, nadie hablaría mal de mi enfrente mío, y mucho menos alguien tan mediocre, él no era como sus hermanos.

- No me metas en esto Weasley, que podre parecer una villana pero no lo soy...-Hice una pausa corta mientras bajaba mi varita- Yo venía a lo mismo que ustedes, así que solo cierra la boca ¿Si?- Él asintió con una expresión de terror en su cara; Granger bajo su varita finalmente, Draco comenzó a reír y a burlarse de la chica, a lo que ella respondió con un golpe en la cara, haciendo que Draco y Theodore me dieran una mirada esperando a que los defienda, al ver que no lo hacía se fueron corriendo mientras Draco sujetaba su cara por el dolor. 

- Se lo merecía.- Suspiré mientras guardaba mi varita en la funda que se encontraba enganchada a mi pierna era como la vaina de un florete, pero en lugar de una espada, iba una varita. 

- ¿De que hablas Harmon? Es tu amigo ¿no estas de su lado? Ni lo has defendido.- Miré incrédula a Potter, el cuál me miraba con el ceño fruncido. 

Hice una pausa y me acerqué lentamente hasta donde él se encontraba, lo escudriñé de arriba a abajo, preguntándome si su pregunta era enserio, al ver que si lo era decidí contestar. 

- En el primer año de Hogwarts el director dijo, " Toma mucho valor enfrentarse a tus enemigos, pero aun más enfrentarte a tus amigos".- Hice una pausa esperando a que entendiera a que iba, al ver que no lo hacía continué.- Eres un amigo de verdad, no cuando lo sigues incondicionalmente, sino cuando puedes darte cuenta de sus errores y tratar de corregirlos, lo que mandó a hacer Draco es uno de los actos más atroces y jamás estaría del lado de alguien así... Draco en realidad no es un chico malo, es más acto que realidad.

- Si claro me harás creer eso el día que él se sacrifique por alguien más.- Esta vez fue Granger quien habló.

- No voy a intentar hacer que cambien de opinión, pero él realmente no es malo.- Mi voz salía con melancolía de garganta. 

- Si claro ¡Una serpiente como tu jamás se daría cuenta quien es malo y quien no! De seguro eres igual que todos los Slytherin, el fundador de su casa era igual en contra de todos los muggles ¡No era más que un idiota con poder!- Al pronunciar esas palabras Weasley encendió una chispa de odio, podrá hablar mal de cualquiera, pero no de mi, mis amigos y mucho menos, mi padre. 

- ¡Jamás vuelvas a hablar así de mi casa! No somos los viles monstruos que ustedes creen que somos.- Dándome cuenta del tiempo que estábamos perdiendo decidí proponer algo.- Será mejor que vayamos con Hagrid, ustedes son cercanos y por mi parte... Quiero disculparme por como se está representando mi casa.- Comencé a caminar rumbo a la cabaña del guardabosques seguida por el trio. 

Sentía una extra atmosfera entre nosotros sabía que para ellos no era alguien de fiar, pero yo sabía cuales eran mis convicciones y principios, y dejar que mataran animales inocentes por el capricho de un niño malcriado no estaba entre ellos.

Llegamos a la cabaña del guarda bosques, la gran bestia alada se encontraba en la puerta, encadenada entre las calabazas, al acercarnos a la gran puerta de madera el trio de oro quizó tocar la puerta pero me les adelanté ganandomé un suspiro de frustración por parte de Weasley, yo lo miré por sobre mi hombró levantando una ceja, a lo cual el respondió encogiendose de hombros.

Nos abrió la puerta un angustiado Hagrid, el cual al verme cambió de expresión a una confundida, detras mio el trio de oro se quedó estatico, así que yo decidí hablar primero, no iba a pasar por un silencio incomodo cuando ya sabía a lo que venía.

- He venido a disculparme por el reciente comportamiento de mis compañeros de casa.- Miré al guardabosques, el cual me miraba sorprendido por mis palabras. - Eso es todo, no puedo hacer mucho más, el daño ya lo han causado, pero sentía que de parte de mi casa, debía pedir disculpas y darle mis condolencias, lo lamento.

Y con eso dicho comencé a caminar alejandomé de todos, apenas estaba pasando al trio de oro cuando Hagrid llamó.

- No deberían de estar aquí, pero ya que aquí están pasen pasen.- Escuche el crujido de las escaleras de madera a mis espaldas, pero seguí mi camino.- Tu tambin joven Slytherin.

Me di la vuelta un tanto desconcertada, no sabía como actuar ante esa invitación, pero decidí que no podía faltarle más el respeto al hombre cuya criatura estaba por ser decapitada, comencé a caminar rumbo a la casa, un tanto curiosa por lo que iba a llegar a pasar.