Capítulo 21.

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Los días habían pasado, y el día había llegado, el día en que conocería a "T.R", estuve muy nerviosa en estos últimos días, los chicos me preguntaban si me pasaba algo, pero yo solo les decía que no se preocuparan por mi, que no era nada. No me gustaba mentirles, pero tampoco quería ponerlos en ninguna clase de riesgo.

El día había pasado lento, más de lo normal, las clases no existían para mi, no había escuchado nada, para mi suerte nadie se dio cuenta que no estaba prestando atención, eso nos hubiera costado puntos, y tengo mi reputación y la de mi casa que proteger. 

- Lynx ¿Me estás escuchando? - James pasó su mano frente a mis ojos repetidas veces. 

- Eh, lo siento ¿Que dijiste?- Sacudí la cabeza para los lados levemente. 

- Dije que mi hermana estaría encantada de estudiar contigo... El otro día me dijiste que querías conocerla más, creo que esa es la mejor manera.- James hablaba sin mirarme mientras comía, Sentí la mirada de Draco fijamente clavada en mi, el estaba sentado justo enfrente mio. 

- Claro, cuando quiera.- Contesté por lo bajo mientras comía.

Terminamos de cenar y comenzamos a ir para las mazmorras a nuestra sala común, los chicos iban hablando entre ellos sobre Quidditch, yo iba perdida en mis pensamientos hasta que sentí que alguien agarraba mi muñeca delicadamente. 

- Lynx ¿Te pasa algo? Sabes que nos puedes contar todo, no soy el mejor dando consejos... Pero soy bueno escuchando, cuando quiero.- Draco  sonrió levemente, parecía que quería relajar el ambiente y relajarme a mi.

- Claro que lo se Draco, solo que no me pasa nada, gracias por preocuparte.- Le sonreí en respuesta, Draco asintió levemente en respuesta. 

Los chicos no nos prestaron atención en todo el camino, Draco no soltó mi muñeca en ningún momento hasta llegar a la sala común, los chicos dijeron la contraseña y pasamos rápidamente, yo me despedí de todos diciéndoles que iba a dormir ya... Pero en realidad iba a hacer un plan para cuando la hora llegara. 

Llegue a mi cuarto y tomé la nota que había escrito "T.R" la releí una y mil veces, decidí que lo mejor sería salir veinte minutos antes, eso me daría tiempo de llegar, pero tenía que escabullirme bien, nadie debía de verme. Me cambié por una ropa más cómoda por si tenía que escapar de Filch y la señora Norris. El reloj de mi habitación dio la hora en la que tenía que salir, así que tomé la nota y me aventure a salir de mi habitación. 

El silencio reinaba en la sala común, para mi suerte nadie se había quedado despierto hasta tarde esa noche. Salí rápidamente de la sala común en camino a la biblioteca, el hechizo lumos  iba guiando el camino, la única luz que hacía que no cayera de bruces al suelo. Los cuadros alrededor mio me miraban y cuchicheaban entre ellos, yo les pedía que se callaran con una seña, llevaba mi dedo a los labios cuando escuchaba que empezaban a hablar, me había hecho amiga de muchos de los cuadros así que estaba segura que no le contarían a nadie que estuve aquí, solo me preguntarían en algún momento por que salí tan tarde. 

Llegué a la biblioteca, para mi sorpresa estaba abierta, como si estuviera lista para nuestro encuentro; Respiré hondo, exhalé y entré de una vez a la biblioteca. 

Si bien la puerta estaba abierta, las luces estaban apagadas, y parecía estar totalmente vacío... Comencé a dar vueltas por la biblioteca sin saber que hacer, mi reloj de muñeca ya marcaba la hora del encuentro, pero seguía sin haber nadie cerca. Decidí sentarme en uno de los escritorios individuales de la biblioteca, donde había un cuaderno apoyado. 

Apoye mis brazos sobre la mesa. Luego de aproximadamente dos minutos de estar ahí sentada comencé a escuchar ruido, por un segundo tuve miedo de que Filch estuviera cerca, pero luego me di cuenta que no se escuchaban pasos, solo...susurros. Comencé a mirar a mi alrededor para descubrir quien era el que hacía ese ruido, o que era.

De un momento a otro, el diario frente a mi comenzó a moverse ligeramente, cómo si alguien tratara de abrirlo; con algo de curiosidad decidí abrir el diario... Al abrirlo pude notar que todas sus hojas estaban vacías, como si no le perteneciera a nadie. Junto al diario había un tintero con una pluma, decidí que sería buena forma de pasar el rato escribir en ese diario.

- Pero ¿Que escribo? - Remoje la pluma en el tintero y comencé a escribir mi nombre. 

"Lynx Harmon, la bruja más poderosa" Me pareció algo divertido... Lo que había escrito comenzó a desvanecerse; abrí los ojos sorprendida. 

"Me llamo Tom Riddle, y soy el mago más poderoso" El diario comenzó a escribirse solo.

"¿Tu me citaste? ¿Por qué" No sabía por que, pero sentía que debía seguir hablando, necesitaba saber quien era, por qué me buscaba a mi. 

"Eres la bruja más poderosa, no ¿Slytherin?" Eso me sorprendió aún más , ¿Como sabía mi apellido? no me dejó contestar que volvió a escribir. "Tu apellido es Slytherin ¿no es así, Lynx?" 

" Si, lo es, pero ¿como lo sabes?" Escribía lo más rápido posible, tanto que mi letra comenzó a distorsionarse.

"Solo lo se, tus poderes son más fuertes y útiles que el de cualquiera en esta escuela... Eres justo lo que buscaba" 

Luego de ese raro mensaje el libro se cerró fuertemente, eso me asustó mucho, la vela que había prendido cuando me senté se había apagado también.

- Lynx ¿Estás aquí? - Reconocí esa voz al instante, me levanté de la silla y comencé a caminar a la entrada con el diario en mano.

- ¿Draco? ¿Que haces...?- No pude terminar de hablar, ya que algo hizo que cayera al suelo, provocando un ruido horrible.

- ¿¡Lynx!? - Escuché como gritaba en susurros Draco, llamándome. 

No podía levantarme ni podía ver nada por la oscuridad, pero escuchaba sus pasos y su voz llamándome, cada vez más y más me hundía en un sueño, sabía que algo malo iba a pasarme, no quería ser inútil necesitando la ayuda de los demás todo el tiempo, pero era inevitable. 

- Draco... Lo siento.- Fue lo único que atiné a decir. 

- Lynx, Lynx, Lynx.- Draco repitió mi nombre tres veces.- Te protegeré.- Eso fue lo ultimo que escuché antes de caer en un profundo sueño. 

Narra Draco: 

Sostuve a Lynx en mis brazos por un rato, la había seguido una vez que la vi salir de la sala común, me quedé afuera de la biblioteca esperando dubitativo, no sabía que hacer. Para cuando decidí entrar, ya era tarde. 

Estuve con Lynx en mis brazos durante unos cinco minutos, parecía dormida profundamente, no sabía si llevarla a la enfermería, ya que me preguntarían que hacía fuera de mi sala común tan tarde, o que hacía ella caminando sola por el castillo sin autorización. De un momento a otro Lynx comenzó a moverse débilmente. 

- ¿Lynx, te encuentras bien? - Pregunté asustado, ella es una de las únicas personas que realmente me importan. 

- Suéltame, no necesito tu ayuda.- Los ojos de Lynx parecían más oscuros, el verde brillante que por lo general llamaba la atención ahora era un negro profundo, no entendía que pasaba, pero sabía que esta no era Lynx.- Eres un mago poderoso e inteligente Malfoy, se que no le dirás de esto a nadie.- Los ojos sin vida de Lynx se clavaron en los míos. 

Sin decir más que eso comenzó a caminar en camino a la salida, yo decidí que debía de seguirla, y volver a nuestra sala común. No sabía que era lo que había pasado, pero pase lo que pase, protegeré a Lynx Harmon, aunque me cueste la vida. 

La Heredera de Slytherin  || Draco Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora