Capítulo 4.

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No puedo creer que hoy lleguen todos, desde que desperté me estoy preparando para este momento, realmente quería saber como eran las personas de esta época, ya que Dumbledore no es el mejor ejemplo.

Solo debía esperar a la cena, mientras tanto tenía que hacer del tiempo, unas días atrás ya había ido al callejón Diagon a comprar mis útiles escolares, muchos de ellos no habían cambiado, pero si los libros, había libros de autores que no conocía, pero me llamaban mucho la atención.

- Joven Lynx, debería ir a prepararse no faltan más que horas para la llegada de sus compañero- Me sugirió Minerva McGonagall, la jefa de la casa de Gryffindor.

- De acuerdo profesora.- Ya me había acostumbrado a llamarles así. 

Me dirigí a mi habitación a ponerme el uniforme temporal que ya sabía que se convertiría en el uniforme de Slytherin a partir de mañana, realmente era solo un modo más de gastar Galeones.

Para hacer que el tiempo pasara más rápido decidí ir a dar un paseo por el lago, siempre me habían intrigado todas las criaturas, las sirenas son sin duda unas criaturas muy curiosas, algo espeluznantes, pero fascinantes.

El tiempo se me paso demasiado rápido, tanto no me había dado cuenta, que McGonagall tuvo que ir a buscarme para informarme que mis futuros compañeros estaban por entrar en cualquier momento, así que sin pensarlo dos veces la seguí dejando atrás lo que sea que estuviera haciendo.

Cuando llegamos McGonagall me dijo me esperara a un lado, que no me hiciera muy obvia a la vista de todos, realmente esto de pasar desapercibida es demasiado trabajo, y no se por cuanto tiempo lo pueda mantener.

Los alumnos empezaron a llegar y entre la muchedumbre divise una cabellera platinada inconfundible, sabía quien era, o algo así, sabía quien había sido.

Junto a Malfoy (cual sea que sea su nombre) se encontraba un joven de cabello azabache y lentes redondos, y un joven pelirrojo, parecía que estaban discutiendo por algo pero no sabía bien que, el pelirrojo al parecer se llama Weasley y el azabache Potter, por lo menos esos eran sus apellidos.

Al parecer el joven Weasley noto mi presencia y me sonrío, yo le devolví la sonrisa, solo por educación, los otros dos lo notaron y giraron a ver a que le sonreía el pelirrojo, los tres chicos se me quedaron mirando un rato largo mientras escuchábamos a McGonagall hablar, yo los veía de reojo, creo que mi lado Veela había atacado, mi madre me explicó que ser Veela es muy especial y la persona que te vea quedara enamorada de tu físico, por ende durante muchos años ella me enseñó a diferenciar el amor de la atracción. 

Al entrar al gran comedor todas las miradas se centraron el los alumnos de primero, yo decidí entrar al final, perdiendo de vista a Potter, Weasley y Malfoy, ellos se quedaron adelante.

Y la lista comenzaba, no entendía muy bien como estaba organizada, pues por orden alfabético no era, Weasley y Potter quedaron en Gryffindor, así que sabía que no los volvería a ver por un largo rato, mientras que Malfoy quedó en Slytherin, lo extraño fue que el sombrero ni siquiera toco su cabeza antes de ubicarlo, mientras que Potter estuvo unos largos segundo sentado, se ve que algunos tienen su futuro más planeado que otros.

-  Lynx Harmon*-por fin había llegado mi turno, sabía que no me nombraban ni primera ni ultima para "no llamar la atención" mi apellido no levantaría sospechas, es un apellido común, de buena historia, pero común.

McGonagall tomo el sombrero seleccionador y lo colocó en mi cabeza, y este de repente comenzó a divagar por mi cerebro para ver en donde me ubicaba.

- Oh, se ve que tenemos a una bruja muy especial, sin duda tienes el talento y espíritu de tu padre, competitiva, calculadora e ingeniosa, tienes un montón de cualidades, sin duda eres una joya para tu nueva casa.- Hizo una pausa un tanto corta para generar suspenso.- ¡Slytherin!

El salón se lleno de aplausos y vitoreos hacía mi persona, lo que ellos no sabían era que realmente se encontraba una Slytherin frente a ellos, y que sin duda lo que dijo el sombrero era verdad, creo que soy buena en todas las materias, y en algunas que ya no deben de enseñar más.

Me ubique junto a Malfoy, sin duda él era la reencarnación de Victor, era igual, solo que más joven, debía quedarme con él, mi destino estaba pactado así; Sin pensarlo ni un segundo más decidí hablar yo primero. 

- Hola, me llamo Lynx Harmon ¿Y tu? - Me gire para hablar mejor con Malfoy y extendí la mano esperando a que tan solo la sacudiera amistosamente. 

- Malfoy, Draco Malfoy, un gusto.- Malfoy, o mejor dicho, Draco, Tomó mi mano y beso el dorso, esa simple acción me sorprendió, pero algo me decía que una parte de Victor seguía en él.

La Heredera de Slytherin  || Draco Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora