La Heredera de Slytherin || Draco Malfoy.

Capítulo 11.

Desperté en una cómoda cama, abrí lentamente los ojos, la luz no era muy fuerte, y por las ventanas pude ver que ya era muy de noche, la tenue luz de una vela iluminaba la cara de Malfoy que se encontraba junto a mi.

- ¿Malfoy? - Pregunté irguiéndome lentamente, usando la ayuda de mis manos para sostenerme.

- Lynx ¿estás bien? ¿te duele algo? - Malfoy comenzó a preguntar rápidamente una vez que estuve sentada. - ¿Por que te quedaste tanto en el baño con Granger.- Preguntó poniendo su mano sobre la mía. 

- La verdad, no lo se, solo quise ayudar... Siempre han dicho que los Slytherin somos malvados y sin corazón, pero eso no es cierto.- Dije mirando para un costado un tanto enojada, aunque no sabía la razón de mi enojo. 

- Si, pero no creo que sea necesario simpatizar con las otras casas, y menos con Gryffindor; No era necesario que te enojes.- Susurro, casi tan inaudible para que no lo escuchara, pero llegué a escucharlo.

- Bien, quizá no era necesario, pero algo me incito a que me quedara, y no se bien que es... 

- Solo me gustaría saber que paso para que te desmayaras así...- Comentó ahora en tono de duda.

Malfoy y yo hablamos por un par de horas, realmente yo estaba muy cansada, pero parecía que Malfoy no quería que me durmiera, cada vez que amagaba a dormirme él comenzaba a hablar de nuevo... Parecía que tenía miedo, quizá a que no despertara. 

- Malfoy... ¿puedo dormir ahora?- Pregunte riendo levemente.

- Bien, te dejaré dormir.- Dijo acomodándose en la silla junto a mi camilla. 

- No te tienes que quedar... tienes clases mañana así que será mejor que te vayas a dormir.-Dije mientras me tapaba con las mantas y apoyaba mi cabeza en la almohada.

- No, esta bien-dijo Draco acercándose a mi- Prefiero quedarme cuidándote.- Se acomodó mejor en su silla.

-Bien, pero si prefieres irte a tu cuarto, no hay problema.- Dije mientras me tapaba mejor con las mantas.

- No, estaré bien aquí.- Acaricio mi cabello antes de que yo volviera a caer en un profundo sueño.

*Sueño*

Iba corriendo con un vestido negro liso rasgado y descalza (algo que siempre ame), huyendo de...no se que, no veo nada solo una enorme sombra, y cuando digo enorme es...ENORME, esa cosa comienza a largar fuego de la boca...¿será un dragón?.

- Detente...no corras eso le atrae más-dijo alguien a mi lado, a lo cual yo me asuste y le pegue en la cara.-No  vuelvas a golpearme, solo quería ayudar, no era necesaria la violencia-dijo entre una risa muy ¿particular?

-¿Quien eres?, ¿Por que estas aquí?, ¿Esto es un sueño?-todas las preguntas las dije lo más rápido que pude... ahora que me doy cuenta ¿y el "dragón"?

- Soy parte de tu familia, aunque mi nombre no importa ahora, eso era un Dragon, uno muy extraño ya que su fugo es violeta y no el fuego común,  este no es un sueño este solo es un espacio en tu cabeza, el único que me da lugar para hablar contigo...espero que no lo cierres ya que es la única forma de contactarme contigo-dijo antes de alejarse un poco y antes de desaparecer dijo-Tu destino esta en tus manos, has que esta segunda oportunidad valga la pena y no la desperdicies como la ultima vez- Luego de eso, desapareció yo deserté.

*Fin del Sueño*

Desperté con un dolor en la cabeza terrible, al fijarme a mi derecha Malfoy estaba durmiendo en la incomoda silla. Tomé una de las mantas que me sobraban y la coloqué sobre  sus hombros; Para luego levantarme con cuidado de no despertar a nadie, tome un abrigo y mis zapatos para luego dirigirme  hasta los jardines, ya que seguía con la ropa de ayer, fui camino al lago negro. Se que no debería de estar aquí, pero todo lo que vine descubriendo, y el sueño de esta noche me estaban carcomiendo. 

 Al llegar junto al lago me senté a la orilla del lago, hacía más frío de lo que pensaba. Tome una piedra y la sujete entre mis manos, los pensamientos y las preguntas comenzaron a atacarme.¿quien era ese sujeto? ¿ Mi padre tuvo más hijos después de mi? ¿O será que los tuvo antes? ¿Por que un dragón? Entendería si fuera una serpiente... Me quedé dándole vueltas a aquellas preguntas, la que más me inquietaba era la de ese joven, algo me decía que podía confiar en él, por el hecho de que sabe más que yo, pero otra parte de mi me gritaba que era algo malo.

Los pensamientos siguieron merodeando por un largo rato, quizá una hora, la piedra que tenía entre mis manos ya había tomado temperatura, decidí guardarla, aunque sin saber muy bien por que.

La luz del día se asomaba por el firmamento dándome a entender que ya era hora de volver a la enfermería, no quería que Malfoy se preocupara por mi una vez que despertara, así que debía de volver antes de que todos comenzaran a despertarse.

Aunque sabía que todo lo que había pasado hoy no iba a dejarme en paz en lo que queda del año, y quizá, no me dejaría en paz nunca.