Capitulo 16: Nota

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Con cada paso que daba hacia aquella cabaña, Kimura derramaba varias gotas de sangre de la herida en su pecho.

El ataque de magia de Chariot fue mucho más fuerte de lo que se imaginaba. A pesar de haber estado en la enfermería durante tanto tiempo seguía siendo bastante buena como bruja.

A través de la ventana, un hombre vio al arquero aproximarse. Rápidamente salió de la cabaña y corrió hacia él.

- ¡Kimura! ¿¡Qué te sucedió!?- Exclamó, ayudándolo a mantenerse de pie.

- A mí también me gustaría saberlo.- El de cabello gris cayó en sus brazos, a punto de desmayarse.

El contrario lo entró a su hogar lo más rápido que pudo. Dejó a Kimura en una cama y se arrodilló frente a él.

- No puedo creer que me hagas pasar por todo esto.- Colocó ambas manos sobre la herida delicadamente.- ¿Quién te hizo esto?

- Chariot.- Kimura cubrió sus ojos con su antebrazo, sonriendo un poco.

- ¿De qué te ríes?

- Je, de que bajé de la guardia de una manera tan estúpida...- El arquero soltó una pequeña risa, que causó aún más dolor en su pecho.- Auch.

- No puedo creerlo.- Dijo mientras comenzaba a quitarle la chaqueta de cuero.- ¿Cuánto tiempo piensas seguir con esa estúpida misión?

- Hasta que logre terminarla.- Respondió mientras, con mucha dificultad, intentaba remover las prendas que cubrían su torso.

Una vez su pecho estaba al descubierto, el de cabello negro tragó saliva al ver la enorme herida que por poco no lo atraviesa.

- ¿Por qué tienes esa cara? ¿Se ve demasiado mal?- Preguntó Kimura, reacio a mirarlo por su cuenta.

- No sé cómo no moriste desangrado.- Acercó sus manos y las dejó a unos centímetros de la herida.

- Vaya, eso es tranquilizador.- El arquero volvió a cerrar los ojos y trató de tranquilizarse.

Una magia curativa emanó de las manos del de cabello negro. Él estaba seguro de que si decía algo solo iba a empeorar la situación.

- Apenas me sienta mejor iré a terminar lo que empecé.- Dijo Kimura, preparado para una reacción negativa.

- Haz lo que tú quieras.- Respondió, sorprendiendo al arquero.- Haré más flechas.

La herida terminó de cerrarse y él se puso de pie, dándole la espalda al arquero. Este suspiró y clavó su mirada en el techo, rogando porque ese duro silencio se acabe.

Luego de las clases, Akko fue lo más rápido que pudo a la enfermería, rogando porque Chariot esté ahí.

Abrió la puerta cuidadosamente, encontrándose con su maestra inconsciente en una camilla. Se acercó a ella y se aseguró de que siga respirando.

Un gran peso se retiró de sus hombros al darse cuenta de que aún vivía. Al costado de la camilla había una pequeña mesa con un reloj. A un lado de este estaba su varita.

Esta se encontraba envuelta con una hoja, la cual tenía escrito: "leer." La removió y se encontró con una larga nota firmada por la mujer.

Aquí está tu varita. Ahora todos tus hechizos serán mucho más efectivos, así que tendrás que usarla más cuidadosamente. Necesito advertirte sobre dos cosas. Estoy segura de que ese hombre sigue vivo, así que ten cuidado, y recuerda, la varita es para defenderte si no queda alternativa. Una última cosa, mantente alejada de Anne. No puedo explicarte por qué, solo no te acerques a ella. No le digas a nadie sobre lo que acabas de leer. Suerte.

                                          Chariot.

Akko intentó entender todo lo que decía la nota. Entonces sus sospechas sobre Anne eran ciertas. A pesar de que no dijo por qué, no era un problema el no interactuar con la maestra.

No tenía idea de qué había sucedido en la habitación de Chariot cuando se fue, pero era un alivio que la mujer siga viva.

Tomó la varita e intentó encontrar alguna diferencia, ya que Chariot dijo que la mejoraría para que pueda sacarle mayor provecho a su entrenamiento.

No podía notar nada fuera de lo usual en la varita, así que simplemente decidió guardarla y abandonar la habitación.

En cuanto cerró la puerta, comenzó a escuchar una voz que se había quedado grabada en su memoria.

Anne caminaba junto a la directora Miranda. Lo que menos quería era tener que cruzarse con esa mujer, así que rápidamente comenzó a caminar lejos, intentando perderse en la multitud de estudiantes.

- ¡Akko!- Exclamó Lotte, haciendo que esta se detenga.

Miró a su lado y se encontró con la de lentes, acompañada por Sucy. En cuanto se detuvo, dejó de preocuparse porque Anne se aproximaba.

Últimamente había estado tan concentrada en entrenar, preocupada por Kimura y el despertar de Chariot que casi había olvidado a Lotte y Sucy.

Realmente no pudo prestarle atención a otra cosa que no sea prepararse para el contraataque del arquero, que estaba segura de que se acercaba.

Solo escuchando la voz de Lotte, logró acomodar todas sus preocupaciones y pensamientos que hacían que su mente sea un desastre.

Anne y la directora pasaron a un lado de ellas, pero a Akko no le importó. En ese momento no le causaba ningún tipo de temor.

Ambas saludaron a la mujer, pero ella ni siquiera se dio la vuelta. La maestra notó esto y mientras saludaba a las dos chicas, soltó una pequeña risa.

Akko esperó unos segundos a que ya no estén a la vista para hablar con sus amigas.

- ¿Te encuentras bien?- Preguntó Lotte.

- Nos has hablado tres veces esta semana. Ya estamos comenzando a preocuparnos.

Akko no pudo evitar sonreír. Las abrazó a ambas con fuerza. Se había olvidado de lo mucho que quería a sus amigas.

- Aún no respondiste nuestra pregunta.- Dijo Sucy, sin intenciones de ocultar lo irritada que estaba.

- ¿Saben qué? Estoy genial. Nunca he estado mejor.

Luego de separarse del abrazo, ambas pudieron notar el cambio en la expresión de Akko. Se veía mucho más determinada que antes.

- Les contaré todo lo que sucede cuando termine de encargarme del asunto. Cuando eso suceda, Lotte, quiero que nos veamos en la azotea.- Dirigió su mirada la chica de cabello naranja.

- ¿Eh?- La de lentes intentó entender el por qué de la invitación.

- Debo contarte algo muy importante.- Akko empezó a retroceder lentamente.

- E-está bien... ¿cuando...?

- Yo te avisaré cuando todo haya terminado.- Se dio la vuelta y comenzó a alejarse rápidamente.

Akko era bastante compulsiva, pero ahora ni ella sabía por qué había invitado a Lotte a la azotea. De alguna manera, sentía que necesitaba decirle algo importante.

Ahora estaba completamente segura de que la proxima vez que vea a Kimura será la última, y podrá hablar con ella lo antes posible.

Continuará...

Cuando Llueve (Akko x Lotte) Where stories live. Discover now