Capítulo 5: Sacrificio

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Chariot se paró firme y miraba fijamente al arquero. Este se rascó la nuca irritado, ignorando la presencia de la bruja.

- Y yo que pensaba que sería un trabajo fácil.- Se quejó mientras bajaba la guardia.

Cerró los ojos y se sentó sobre el césped, desconcertando a Chariot y a su discípula.

- ¿Qué estás haciendo?- Preguntó la de cabello rojo, aún apuntándole con su varita.

Kimura no respondió. Tomó la bolsa de flechas que llevaba en su espalda y comenzó a buscar entre estas.

Chariot decidió aprovecharse de esto y atacar. Concentró magia en la varita durante unos pocos segundos, lo suficientemente rápido como para que el arquero no se dé cuenta.

- Oh, aquí está.- Sacó una flecha y la clavó en el suelo.

En el instante en el que la punta entró en contacto con la superficie, una burbuja transparente hecha de magia rodeó a Kimura.

Una hechizo de ataque se disparó de la varita de Chariot, la cual impactó contra la esfera.

Esta seguía intacta luego del ataque. El de cabello gris estaba igual de tranquilo, simplemente observando a su oponente.

- ¡Akko! ¡Vuelve a la academia! ¡Trae ayuda!- Exclamó Chariot, dirigiendo su mirada hacia la estudiante.

Ella se quedó congelada. No podía simplemente abandonar a Chariot. Si algo le sucedía, no podría ayudarla.

- ¡Yo puedo retenerlo! No te preocupes.- Dijo, intentando tranquilizarla.

Kimura se puso de pie y tomó otra de las flechas. En el corto momento cuando Akko bajó la guardia, el hombre disparó.

El arquero miró hacia otro lado, esperando a que la menor pierda la vida. Una pequeña explosión sonó justo donde ella se encontraba.

- ¡Chariot!- Gritó Akko horrorizada.

Kimura se dio la vuelta confundido, para encontrarse con Chariot parada frente a su discípula, con su espalda llena de heridas.

Cayó arrodillada, haciendo todo lo posible para no perder la consciencia. Akko intentó agacharse para ayudarla, pero la mayor la detuvo.

Chariot colocó su mano en el hombro de la estudiante y la miró a los ojos.

- Vuelve a Luna Nova... ahora.- Le ordenó con una mirada que Akko nunca había visto.

Ella, con mucha dificultad, se dio la vuelta rápidamente y corrió hacia la academia.

- La verdad que me sorprendiste, Chariot. Lo siento, pero debo terminar mi misión para devolver un gran favor.- Dijo Kimura mientras tomaba otra flecha explosiva.

- ¿Qué es lo que buscas? ¿Por qué estás haciendo esto?- Preguntó ella, intentando ponerse de pie, sin éxito.

- Acabo de decírtelo, devolver un favor.- Dijo el arquero, apuntando su flecha a la bruja.

- Voy a... advertirte. Si tu misión requiere hacerle daño a la academia... estás en desventaja.- Chariot comenzaba a respirar con dificultad.- Aunque me asesines, no estarás ni cerca de cumplir tu objetivo. Todas las personas en Luna Nova van a contraatacar.

- Tú hablas como si ellas fueran algo más serio de lo que son. Somos una amenaza más grande de lo que imaginan. Créeme, nunca conociste algo como nosotros.- Respondió Kimura, listo para disparar.

- ¿Nosotros...?- Esas últimas palabras se quedaron grabadas en su mente.

- Ya oíste suficiente.- El arquero disparó la flecha.

La flecha le dio a Chariot, que cayó al instante, dejando un profundo silencio en todo el bosque. Kimura la miró durante varios segundos.

- Tsk, no vale la pena.- El de cabello gris se dio la vuelta y abandonó el lugar.

Akko se encontraba parada en uno de los pasillos de la academia, esperando a un lado de la enfermería.

Chariot había sido encontrada al borde de la muerte en el medio del bosque que rodea a Luna Nova.

Su hombro había sido atravesado por una flecha y tenía varias quemaduras y huesos rotos por culpa de la explosión.

Ya había pasado más de una hora y Akko aún estaba ahí afuera, esperando a que alguien le notifique el estado de su maestra.

Entonces, la directora Miranda salió de la enfermería. Se veía angustiada, hasta que notó su presencia.

- Oh, hola, lo siento, estaba distraída.- Dijo la mayor, ocultando su nerviosismo.

- ¿¡Cómo está Chariot?!- Exclamó Akko con desesperación.

- Ella se encuentra estable. Perdió sangre y le hicieron mucho daño, pero sobrevivirá gracias a los hechizos de curación.- Explicó la directora, haciendo que toda la inquietud que se adueñaba de la estudiante desapareciera.- Tendrá que estar en la enfermería durante varios días, pero logrará salir adelante.

Akko suspiró y dirigió su mirada al suelo. No podía describir la mezcla de emociones que sentía en ese momento.

- ¿Te encuentras bien? Sé que eres cercana a Chariot.- Preguntó Miranda mientras la estudiante se daba la vuelta.

- Sí, estoy bien. Solo necesito un tiempo a solas.- Respondió y comenzó a alejarse de la mayor.

- Una última cosa.- Dijo, haciendo que Akko se detenga.- Cuando estés lista, necesito que me expliques cómo terminaron en ese enfrentamiento y quién fue el que dañó a Chariot.

- Está bien.- Dijo continuando con su camino.

Las manos de la chica temblaban, no de miedo o de tristeza, si no de furia. Ya eran dos personas que se encontraban internadas por culpa de ese hombre.

Se sentía como una inútil. Aunque Chariot la dejó participar en la investigación, lo único que hizo fue causar que ella esté al borde de la muerte.

Eso no volvería a suceder. Akko no lo permitiría. Con su amiga y su maestra internadas, toda la responsabilidad recaía en ella.

Debía mejorar su uso de la magia lo más rápido posible. No sabía cuánto tiempo iba a pasar antes de que Kimura vuelva a atacar.

Nunca volvería a ser una molestia y pelearía contra el arquero sin necesitar ayuda, o al menos eso intentaría.

Continuará...

Cuando Llueve (Akko x Lotte) Where stories live. Discover now