Cuando Llueve (Akko x Lotte)

Capítulo 1: Sonrisa

La fiebre de Akko fue curada gracias al hechizo de curación de Lotte. Luego de eso, volvió a su cama para intentar dormir, sin éxito alguno.

La imagen de ese hombre llamado Kimura aún estaba en su cabeza. Él no había dudado ni un segundo en apuntarle con su arco, listo para asesinarla.

Eso no era lo único. Ella estaba más que segura de que Chariot sabía algo.

"- Sucedió de nuevo."

Las clases de ese día terminaron y Akko se despidió de sus amigas, con la excusa de que tenía que ir al baño.

La maestra caminaba en dirección a la biblioteca, mirando a través de las ventanas con una expresión angustiada.

- ¡Chariot!- Exclamó acercándose a la de cabello rojo.

- ¡Ah! ¡N-no me sorprendas así!- Dijo la mayor intentando recuperarse del susto.

- Lo siento. ¡Debo preguntarte algo muy importante!- Akko comenzó a caminar a su lado.

- A-ahora mismo no puedo...- Chariot fue interrumpida por la estudiante.

- Tú también te diste cuenta, ¿no?- Preguntó, haciendo que la maestra se quede sin palabras.

- No sé a qué te refieres.- Dijo sin mirarla a la cara.

- Todas las cosas extrañas que le comenzaron a suceder a la academia. Estoy segura de que tú también las sentiste. Algo le está pasando a la magia. Cada vez se nos dificulta más utilizarla y nos consume mucha más energía. Me di cuenta de que a todas en la academia les sucede lo mismo.- Explicó Akko.

Chariot se quedó callada, a lo que la menor reaccionó con una sonrisa. Ella realmente sabía algo, pero se negaba a decírselo.

- ¡Lo sabía! ¡Tú lo notas...!- Akko dejó de hablar cuando la mano de su maestra tapó su boca.

- Está bien, hablemos, pero no aquí.- La de cabello rojo se llevó a su alumna a la biblioteca.

Una vez allí, Chariot se aseguró de que no haya nadie que pueda escucharlas, entonces se sentó en una de las sillas de madera.

- Sí, tienes razón, me percaté de todo lo que me dijiste. Estuve investigando constantemente en busca de lo que sea que esté causando esto, pero aún no tengo nada. Lo único que puede hacer algo así es una fuente de magia que esté debilitando a la academia.- Dijo tomando su varita y mirándola fijamente.- Pero eso no importa. No tienes por qué involucrarte en esto.

- Pero quiero hacerlo. No puedo quedarme tranquila dejándote a ti sola con esta situación. Déjame ayudarte.- Akko habló con determinación.

Chariot lo dudó por un momento. Era un riesgo dejar que forme parte sin siquiera saber que tan grande era la amenaza.

Aún así, esa estudiante que hace unas semanas ni siquiera podía utilizar magia había salvado al mundo.

- Está bien. Pero no hagas nada sin que yo te lo autorice.- Luego de decir esto suspiró.

No estaba tan segura de si esa era la decisión correcta, pero confiaba en su alumna. Podía ser imprudente, pero le era imposible decirle que no.

- ¡Bien!- Exclamó con una gran sonrisa.

Había un brillo particular en sus ojos, un brillo que Chariot no veía hace mucho tiempo.

- De-debo, hacer algo importante, ¿por qué no vuelves con las demás?- La mayor casi obligó a la estudiante a salir de la biblioteca.

- E-está...- Akko no pudo terminar de hablar debido al ruido de la puerta cerrándose bruscamente.- ...bien...

Chariot no pudo evitar llorar al recordar ese brillo que vio en los ojos de la menor. No quería que su estudiante la vea en ese estado.

Se apoyó contra la puerta y se tapó la boca para que Akko no pueda escuchar sus sollozos.

- ¡Sí!- Dijo mientras abrazaba a la mayor con fuerza.- ¡Gracias, maestra Chariot!

Akko, un poco confundida por el comportamiento de la mujer de cabello rojo, decidió volver con sus amigas.

Entonces pudo ver a alguien aproximándose, una chica de lentes y cabello naranja. Su corazón comenzó a latir con más rapidez.

- ¡Akko! Fui a buscarte al baño cuando noté que estabas tardando mucho, pero no te encontré ahí. Luego te busqué en nuestra habitación, pero tampoco estabas ahí. Iba a volver con las demás para preguntarles si te vieron cuando te encontré.- Explicó Lotte con una notable preocupación.

Ambas se quedaron en silencio. Akko se encontraba sorprendida por toda la búsqueda que su amiga hizo solo para encontrarla.

Por el otro lado, Lotte se percató de lo extraño que sonaba cuando contaba todo lo que hizo.

- ¡Lo siento!- Se disculpó repentinamente, confundiendo a Akko.

- ¿Eh? ¿Por qué te...?

- Debo sonar como una loca. Comencé a buscarte solo porque te fuiste durante unos minutos.- Explicó Lotte apenada.

- ¡N-no! Todo lo contrario. Perdón por haberme ido tanto tiempo. No quise preocuparte.- Se disculpó mientras le dedicaba una sonrisa a la de lentes.

Lotte tuvo que apartar la mirada. Algo en esa sonrisa la hizo darse cuenta de lo hermosa que era su amiga.

- ¿P-por qué no volvemos con las chicas?- Ella comenzó a caminar rápidamente.

- ¡Ey! ¡Espérame!- Akko corrió hacia ella. Su sonrisa no se había ido.

Cada vez que veía a aquella chica de pecas no podía evitar sentir que todo estaba bien. Más que nada en esos últimos días.

Algo había cambiado. Ya no se sentía de la misma manera junto a Lotte. Su amiga había comenzado a generar un nuevo sentimiento en Akko.

- Oye. Si no te molesta decirme... ¿qué fue lo que estuviste haciendo cuando te separaste del grupo?- Preguntó la de lentes, creando una duda en la contraria.

¿Qué se suponía que debía decirle? No quería que se involucre con todo lo relacionado a la investigación.

Sabía que no estaba bien, pero no podía decirle la verdad. Lotte se involucraría y eso era lo que menos quería.

- Oh, solo fui a buscar un libro a la biblioteca.- Mintió evitando el contacto visual.

- ¿Desde cuándo lees por tu propia cuenta?

- Había uno que me llamaba la atención.

- Pero no traes ningún libro.- Dijo Lotte, dejando a Akko sin palabras.

- N-no lo tenían.- Comenzó a pensar en algún tema para cambiar la conversación.- ¡A-allí están las chicas!- Suspiró aliviada.

Lotte se dio cuenta de que su amiga le estaba mintiendo, pero decidió no decirle nada. No quería generar ningún conflicto.

Continuará...

Pues sí, me vino la inspiración a las 3 de la mañana, (hora Argentina) pero salió un capítulo bastante bueno.