22: Su reina

405 47 7
                                    

Keyla

Hermosa noche, Tyner y yo a solas, yendo a buscar la mejor pista que he obtenido de mi enterrador. Fue un golpe de suerte descubrir que ese bar era de Nolan, pero desde que soy socia de Vinicio, me llueve información, aunque no pueda asociarme con nadie por el maldito contrato. Ya veré como lo soluciono después, ahora a disfrutar de mi atractivo acompañante y la gran ayuda que me proporcionó.

En muchos sentidos.

Me quito el casco y bajo de su motocicleta, observo el bar Luxo en frente de nosotros. Las luces están apagadas y hay puro silencio en este barrio de mala muerte, pero es probable que haya acción dentro.

Una vez que estamos en la edificación mis sospechas son ciertas, el lugar está lleno de clientes consumiendo drogas y prostitutas bailando en los caños, destaco una en particular.

Trix.

Hoy está vestida diferente y no me refiero a su poca ropa, sino que ya no se parece a Susan, su peinado y estilo es distinto, solo es alguien más entre toda esta multitud. Lo que agradezco, ya que no quiero preocuparme por mi conciencia. Además demuestra que mi enterrador no sabe que estamos aquí.

―¿Qué es lo que quieres hacer? ―pregunta Tyner.

―Esa chica conoce a mi enterrador. ―La señalo con la vista―. Pero no creo que nos diga dónde se encuentra, además si nos acercamos seremos demasiado evidentes y él se me escapará de nuevo. ―Analizo todo.

―¿Y qué sugieres?

―Esperar. ―Camino hasta la barra y me sigue.

Permanecemos en el lugar hasta que llega el momento oportuno. La paciencia es un don y tengo que aprovecharlo. Visualizo esa cabeza pelada inconfundible, entonces sonrío con satisfacción.

Al fin te tengo.

Le indico a mi acompañante quien es el hombre, para luego seguir al culpable de mi completo odio. Voy con cautela entre la multitud para alcanzarlo y Tyner va por el otro camino para no perderlo de vista. Esta vez no hay forma de que escape.

Mierda, me equivoqué.

Otra vez usó la misma táctica, perderse entre una fila de habitaciones. Pensé que no se había dado cuenta que estábamos aquí, pero debo admitirlo, es más inteligente de lo que creí. Sin embargo esta vez no voy a permitir que se burle de mí, ya que no hay distracción como en la mansión donde hubo esa reunión del alto mando, no tengo a Drew para que me detenga. No le creo ni mierda que estaba justo de casualidad en el cuarto en donde pudo haberse metido mi enterrador en esa ocasión. No me rendiré hasta encontrarlo.

Como esa otra vez, reviso cada puerta sin importarme lo que pueda encontrar, ya que son asquerosidades que suceden en todos los cuartos. Aunque no es de mi incumbencia, lo hago con satisfacción, ya que interrumpo actos depravados contra mujeres. No soy una justiciera, solo quiero asesinar al hombre que torturó a mi amiga hasta matarla, pero estos instantes de arruinarles la fiesta no me molestan, lo único que me frustra es no encontrarlo.

―¡¡Maldita sea!! ―Golpeo la pared con furia luego de revisar la última puerta.

Se me escapó de nuevo.

―Keyla, lo lamento. ―Se me acerca Tyner y luego agrega―: La chica se fue.

Podría haber servido, la hubiera torturado hasta que me diga dónde encontrarlo, pero ya no importa, tengo tanta impotencia por haberlo perdido otra vez, que ella es irrelevante en este momento.

Perversa Oscuridad: ReinaWhere stories live. Discover now