~V E I N T I O C H O~

700 45 13
                                    

Al otro día... Casa de Louis y Harry... 09:30 a.m.

Narra Louis.

Abrí los ojos lentamente, notando que el lado de Harry estaba vacío y frío. Me levanté perezosamente de la cama y bajé las escaleras, entré a la cocina viendo a Harry parado, viendo hacia la mesada. Supuse que preparando el desayuno. 

Me acerqué y rodee su cintura con mis brazos, provocando que se exalte por el susto.

Harry— ¡Lou, me asustaste!.— Reí.

Louis— Lo siento, bebé. ¿Por qué no me llamaste?.— 

Harry— Quería prepararte el desayuno.— 

Louis— ¿Lo lograste?.— 

Harry— Casi me corto una mano y estuve a punto de prender fuego la casa, pero lo logré.— Reímos.

10:30 a.m.

No sabemos cómo, pero luego de desayunar, terminamos follando sobre la mesada. Ahora Harry estaba sentado sobre la mesada, y yo parado entre sus piernas, ambos sin ropa, mientras nos besábamos. 

Louis— Vamos a bañarnos, bebé.— Lo tomé por los muslos, haciendo que enrosque sus piernas alrededor de mi cintura. Subí a nuestra habitación y entramos al baño. 

Luego de ducharnos. Nos vestimos. Esta vez, ambos con jeans negros, vans y busos, Harry tenía un buso celeste y yo uno verde oscuro, ya que hacía bastante frío.

Bajamos a la sala y me senté en el sofá, con Harry en mis piernas. 

Louis— Bebé, parecemos adictos al sexo.— 

Harry— Es tu culpa.— 

Louis— ¿Mía por que?.— 

Harry— Porque eres muy perfecto, hermoso y no puedo contenerme.— Solté una carcajada. 

Louis— ¿Osea que es mi culpa que tu te calientes al verme?.— 

Harry— Okay, si lo dices así suena feo. Pero si.— Volví a reír.

Louis— En ese caso, también es tu culpa.— 

Harry— Entonces contrólate.— 

Louis— Dijo el que se preparó en su oficina para luego llevarme a ella.— 

Harry— Bien no puedo discutir contra eso.— 

Louis— Diablos, bebé. Eres un pervertido.— 

Harry— Puede ser, no lo voy a negar.— 

Louis— Eres mi niño pervertido.— 

Harry— ¡Soy tu niño pervertido!.— Dijo animadamente y reí. 

Louis— Nuestras conversaciones no son normales.— 

Harry— Definitivamente no.— Rió.

Louis— Vamos.— Nos levantamos y salimos para subir al auto y salir para el orfanato.

Al llegar, bajamos del auto y entramos al hogar de niños donde nos recibió una señora de, más o menos, 50 años. Quien nos dejó pasar para recorrer el lugar. Mientras Harry me mostraba y contaba historias de el y Gemma.

Unos minutos más caminando y entramos a una habitación, que constaba con dos camas, mesitas de luz, una cartelera repleta de dibujos y una estantería llena de libros y juguetes.

Harry— Esta era mi habitación y la de Gemma, seguramente ningún niño ha dormido aquí porque está exactamente igual.— 

Louis— ¿Los hiciste tu?.— Refiriéndome a los dibujos.

~TATTOOS~Larry StylinsonWhere stories live. Discover now