Cap 12

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Las frías y firmes manos del demonio hacen contacto con la ahora gélida piel de la chica inconsciente, Akaza la toma entre sus brazos; pegándola a su pecho, dándole una mirada cargada de seriedad, reproche y lástima. La mezcla de todas aquellas emociones; en tan solo la mirada de Akaza, lo hace darse cuenta de lo extraño que actúa frente a la humana.

—¿hasta cuando voy a tener que cubrir tus espaldas? —susurra con falso enojo.

Este se impulsa y comienza a correr, para llevar a Youko lejos del lugar; ya que era mas que obvio que la primera luna, aparecería en breves.

—Se te está haciendo una mala costumbre que te proteja de Kokushibo— le habla cuando llega a la cima de una pequeña montaña.

Los pensamientos borrosos de Akaza, lo arrastran poco a poco; a una mar de dudas en su subconsciente, esta ciertamente no era la primera vez, que experimentaba todo esto.

Su mirada, baja; deteniéndose en Youko, procesa de forma aguda el estado deplorable de esta; aquella imagen que era captada por sus ojos; gatilla en una memoria audible.

—el próхιмo αɴ̃o cυαɴdo тe eɴcυeɴтreѕ мejor, vereмoѕ loѕ ғυeɢoѕ αrтιғιcιαleѕ. Te lo proмeтo Ko...—

Los ojos del demonio se humedecen sin razón aparente, lo que no hace más que aumentar su rabia; debía a estos sucesos, que no han hecho más ir en aumento y repitiéndose sin fin en su mente.

—Tsk, siempre estás tan indefensa; podría matarte si quisiera—masculla el demonio, dejándola sentada contra la pared; de la entrada de un distrito humano. —Te has vuelto más fuerte, pero todavía no estas ni cerca de vencer a la primera luna— Akaza se encuclilla ante ella y delicadamente aparta unos mechones de su mejilla ensangrentada.

De reojo, puede ver como el amanecer comienza a mostrarse en el horizonte; separándole irremediablemente de la pilar.

No retrocedió, ni miro atrás; cuando decidió dejarla en aquel lugar, después de todo sabía que la encontrarían los demás humanos y la ayudarían.

Intenta abrir sus ojos, pero la luz se lo impide; cerrando estos con fuerza, trato de moverse, pero sus extremidades se sentían adormecidas, por lo que se tomó el tiempo; para que sus ojos se acostumbraran a la fuente de luz de donde se encontraba.

—¿Akaza? —susurra más para sí misma, guiando su mirada detonante de confusión.

—Ara, ara~ Señorita Youko, por fin despiertas, será una alegría para El señor Rengoku, toda una hazaña, llegar con tal estado a la entrada de tu distrito. Por suerte tus heridas no fueron graves, pero perdiste mucha sangre— comenta Shinobu, examinando el cuerpo pálido de la chica.

—Me enfrenté a la luna superior seis— murmura, como respuesta.

El pilar del insecto llega a la conclusión, de que el rey de los demonios; ya había reemplazado a la reciente derrotada luna seis a manos del ex pilar del sonido.

—Señorita Youko, hace unas horas; vino Rengoku y su hermano, les he dicho que tu evolución es positiva y solo debes mantener reposo en tu finca— Shinobu, le entrega indicaciones y se encamina para abandonar el lugar, pero esta se detiene en la puerta y mira a la chica recostada —Antes de irte, debes ir a la finca del patrón para dar tu informe—

—Muchas gracias, Señorita Shinobu—

Transcurrieron las horas, y Youko ya se encontraba; arrodillada frente al patrón, en la habitación habitual que fungía como sala de reuniones.

—Antes de comenzar, quería presentarles mi más sincera disculpa; estoy muy avergonzada por mi mediocre desempeño y mi latente debilidad, me enfrenté a la nueva luna superior seis, al parecer Muzan ha reemplazado a la que ha sido recientemente derrotada, esta logro dañarme a pese a que logre activar un nuevo poder; esta técnica me llevo al límite de mis habilidades y resistencia— habla avergonzada, agachando la mirada y su cabeza.

—No es necesario que te presiones, la presión que llevas en los hombros es algo que no cualquiera puede cargar— le responde con gentil tono el patrón.

Este le toca el hombro, como amabilidad e incita a la chica a levantar su rostro.

—En vista de que he visto tu progreso y tenacidad, recibe y ostenta con honor el título de Pilar de la Flama Solar, lleva este título honrando al creador de dicho aliento y vuélvete la verdadera reencarnación del Sol — le habla Kagaya con firmeza en sus palabras, dejando a la chica frente a él atónita.

—Seguiré el camino del sol, hasta consumir a cada demonio y borrarlos de la faz de la tierra— responde con convicción.

El jefe de los cazadores de demonios es capaz de percibir la energía burbujeante del sol en el interior de la pilar.

Su retorno a la finca de la flama daba la impresión como si un alma vagara por las concurridas calles, ella estaba ausente del mundo terrenal; sus pensamientos dispersos en sus memorias propias y pasadas; apreciando con deteniendo memorias que Yoriichi poseía de niño junto a su hermano.

Unos cálidos brazos la reciben y detienen su andar, lo cual la parta de la mezcla de memorias, su mirada baja y logra ver unos cabellos algo desordenados de color amarillo, lo que le esboza una sonrisa.

—Siento mucho haberlos preocupado— susurra abrazando, la cabeza del menor.

—Lo importante, es que estás aquí por fin— responde conteniendo lo mejor que puede sus emociones.

Senjuro se aparta, para dejar que su hermano mayor pueda hablar con la chica.

Este extiende sus brazos y enérgicamente, como si un miedo latente estuviera a punto de cumplirse, la aferra contra su cuerpo, sin dejar que la chica pueda mover un solo músculo del su torso y extremidades superiores.

—Es bueno tenerte de vuelta— musita con un suspiro aligerante.

Los tres Rengoku estaban mirando fijamente, como la joven pilar les contaba su previa misión.

—¿Entonces la luna que derroto Uzui tiene un reemplazo? — Pregunta Kyojuro, con su rostro interrogante.

—así es, Yo no estuve a su altura, mi cuerpo se quedó sin energía, después de entrar a un mundo transparente, sentí como si energía vital burbujeaba, canalizándose toda en mis ataques, pero aun así no fue suficiente—

—Tiene un gran temple, fuiste capaz de volver hasta el distrito y unos Kakushi pudieron llevarte— alaba Senjuro.

Youko aparta la mirada con disimulo, omitiendo aquella borrosa memoria que tenía, donde fue nuevamente salvada por el demonio de cabello rosado.

—¿Notificaste al Patrón? —Pregunta Shinjuro, limpiando sus labios después de beber un poco de sake.

—Si, él me ha nombrado Pilar de la Flama Solar— les cuenta restándole importancia.

Los dos varones más jóvenes, abren los ojos sorprendidos, mientras que el mayor sonríe disimulando su orgullo.

Kyojuro, le acaricia la mano; expresando su orgullo y amor, regalándole una sonrisa que enfervorizo el corazón de Youko.

La reencarnación del solWhere stories live. Discover now