Cap 7

3K 377 186
                                    

—¡Hey! Mantente conmigo, Kyojuro—trata de mantener despierto Youko al pilar mal herido, que yacía acurrucado entre sus brazos.

—E-Estoy bien... solo necesito dormir un poco—articula con pesar.

Youko lo abraza fuertemente, demostrando el miedo que tenia de perderlo.

Para darle un retiro de tranquilidad, El escuadrón medico de Kakushi, de la finca mariposa, no tardo mas que unos minutos mas en llegar hasta el lugar de lo ocurrido.

—Ayuden al Pilar—Ordena un Kakushi a sus demás pares.

El escuadrón medico se divide en grupos y prestan atención medica eficazmente a todos los cazadores heridos.

—Resiste por favor Kyojuro—Susurra la chica, en el oído del rubio; que reposaba en un camastro.

—No se preocupe señorita Tsuguko, nos encargaremos de tratar las heridas del señor Pilar, ponerlo salvo y derivarlo a la finca mariposa—le comenta una Kakushi, tomando el camastro junto con la ayuda de otro compañero.

—Y-Youko, dile a mi padre que cuide su cuerpo y cuida de Senjuro por favor... yo estaré bien—le pide esté con un hilo de voz y una sonrisa de medio lado se esbozo en el rostro maltrecho de su pilar, lo cual le causo; que sus ojos se cristalizaran y su pecho doliera, compadeciendo al rubio.

Un Kakushi se acerca por la espalda de la pelinegra y le hace entrega del haori del pilar, que previamente lo habían despojado del, para revisar con mayor detalle sus heridas.

Youko recibe el haori y lo abraza fuertemente; largándose a llorar.

—Te prometo que lo hare, tú solo céntrate en sanar y volver a casa—habla Youko, mientras se acerca al pilar, se inclina ante él; causando que un par de lagrimas suya, mojen las mejillas del rubio; seguido deposita un fino beso en la comisura de los ensangrentados labios contrarios.

Del grupo, los únicos menos lesionados eran Inosuke y Youko, por lo que recayó en sus manos la orden de; asistir a la mansión del patrón para notificar lo ocurrido.

—No es necesario que me acompañes Ino-Chin—dice Youko con una sonrisa leve y tono cálido, en tanto se colocaba el haori de Kyojuro.

—¡LO HARÉ! Maldita mujer molesta—Le responde gritando el rey de la montaña, al sentirse ofendido por el honorifico infantil y tierno para referirse a él.

La pelinegra deja escapar una risilla, al ver como reacciono el chico.

—Muchas gracias, por acompañarme en vez de ir con tus amigos, se lo preocupado que debes estar por ellos y por Kyo-Chin, pero aun así decidiste venir conmigo—la chica le da una reverencia como agradecimiento, a lo cual; Inosuke no responde y solo siente como si, su corazón y alme fueran calentados por los rayos del sol de un día cálido y pacífico, aquella paz interna que desprendía y contagiaba Tanjiro.

El cambio de distrito no les tomo un largo camino; por lo que llegaron a la mansión del patrón, antes de que anocheciera.

Los cazadores, son guiados por los hijos del patrón; a una especia de habitación, que estaba solo iluminada gracias a las velas. Ambos se chicos esperaron pacientes a que el patrón llegara.

El señor Oyakata, entra a la habitación y toma asiento con lentitud.

—Cuéntenme lo todo— Pide con un tono leve de voz.

Youko procede a contarle todo lo ocurrido con el tren infinito y la menguante que lo controlaba, para luego pasar a que tuvieron un encuentro con la tercera luna superior, y como todo eso termino casi con el fin de la vida del pilar de la flama.

La reencarnación del solWhere stories live. Discover now