// UNDÉCIMO CAPÍTULO REESCRITO//
Haganezuka Youko, fue encontrada en la cima de la montaña más cercana al sol, su vida fue tranquila, hasta que por azares de la vida; entra en contacto con una katana negra, que despertó en ella unos recuerdos de su...
Ya a sus cortos 15 años, Ryouko había tomado su primera mala decisión; a su parecer, pero la idea de cortarse el cabello la tentó durante todo el periodo de receso de clases.
Y sus amigas de igual manera se lo hicieron saber el primer de clases.
-Tienes razón, no debiste cortarte el cabello.-dice una de sus amigas.
-lo tenias muy largo! Porque lo hiciste? tu cabello era hermoso. - dice otra de las chicas.
-te ves muy bien Ryouko, me imagino lo ligera que te debes sentir. - dice una chica de baja estatura y al igual que ella con cabello corto.- a Hakuji-san también le gustó como te quedo el cabello. - terminó diciendo la chica para cerrar el tiempo de las opiniones.
-gracias Koyuki-san. - contesta con una sonrisa avergonzada.
Una de las chicas mira la hora y comienza a correr.
-ya es tarde, corran o el director nos dejara afuera. - dijo la chica antes de dejar a todas sus amigas atrás.
-tonta!! No nos dejes sola! - grita a continuación la otra chica siguiendo a la primera.
-no queda de otra, Vamos Ryouko.- dice Koyuki alegre Mientras comienza a correr.
Para mala fortuna de Ryouko, su condición física era fatal, por lo que fue dejada atrás fácilmente por sus amigas.
Corrió hasta que no tenía más fuerza en sus piernas y gracias a todos los dioses alcanzó a llegar por pocos minutos.
Se quedó en la entrada, tratando de recuperar el aliento, pero un fuerte grito la asusta por lo que mira a la dirección donde vino aquel grito.
Aquel grito había sido por parte del director, ordenando que cerrarán las puertas de la escuela.
Ryouko mira como el director apunta a otra dirección, por lo que ella lo sigue con la mirada y queda asombrada.
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Dos chicos habían saltado la entrada de la escuela, con una agilidad increíble ambos chicos caen de pie a la perfección, el de pelo negro se va corriendo a las instalaciones, mientras que el otro, que era rubio; se queda de pie mirando a Ryouko.
Ryouko lo mira de igual manera y entre que intenta recuperar el aliento, y que se siente avergonzada por lo fijo que la está mirando aquel chico, no encuentra mejor idea que acercarse a él.
Su corazón late de manera veloz y sus mejillas se sienten calientes, no sabe si es por el cansancio o es por la vergüenza que siente al darse cuenta como un chico la está mirando tan fijamente.
-eso...-trató de hablar; pero su garganta estaba seca, así que guardó silencio.
-hey!!! Esta vez no se saldrá con la suya Rengoku! - el grito del director se escucho, por lo que el rubio abrió rápido su mochila y le arrojó a la chica una botella con agua, cosa que con suerte ella pudo atrapar bien.
