░❝Kɪᴛᴛɪᴇ❞ ✿ Sunki ༄

Tᴡᴇɴᴛʏ ғɪʀsᴛ "sᴡᴇᴇᴛɪᴇ"

Al escuchar la puerta ser tocada sus pasitos torpes y descalzos corrieron a esta, se sentó casi como un perro (a pesar de ser un felino) esperando a que ambos ingresarán a la casa. No hubo respuesta más que varios golpes en la puerta.

"¿Sunoo-Hyung? ¿Jay-Hyung?" Una mano cubierta por un guante negro y grueso rompió la ventana, aquellos hombres armados cubriendo su cuerpo y rostro habían llegado a aquella casa.

Nishimura intento correr, si forma animal le ayudo a esconderse, pero cuando no pudo mantenerla y llegó a su forma humana la tortura estaría por iniciar.

Aún con sus pocas fuerzas forcejeaba por no ser llevado, si las bofetadas y tirones no eran suficientes, el estrellar su cara contra el suelo de hizo presente.

"Tenemos la orden de torturarte, pero no de matarte... Tal vez ellos se encarguen de eso, pero queremos que descubras quienes son los que mandan aquí, niño-gato." Su piel llena de motetes estaba totalmente expuesta, claramente sus prendas estaban totalmente destruidas y sus ojos solo podían reflejar tristeza.

Lo poco que había comido fue expulsado por su boca junto con sangre, su garganta ardía, incluso sus piernas fallaban al querer hacerse para atrás buscando alguna oportunidad de huir.

Fue arrastrado por aquellos hombres armados de trajes extraños, nadie de los alrededores pudo abrirla boca porque sabía lo que les esperaría, aunque después de todo, ellos solo habían visto a unos tipos raros cazando a un gato grande.

Niki lloraba de impotencia, su cuerpo mal acomodado en la cajuela de una camioneta mal echa, algunos mosquitos picoteando su piel u el recuerdo de que no puso darle un beso de buenas noches a su Hyung antes de llegar a casa lo invadían.

Tal vez sería harían experimentos con el, o lo usarían para crear una granja de platinados con sus mismas habilidades, tal vez la mascota de un circo o la simple diversión de aquellos hombres.

Solo puso cerrar sus ojos que parecían cascadas, quería volver y abrazar a los chicos que se encargaron de darle amor y tranquilidad, quería jugar con Jay, quería llenar de besos el rostro de Kim, quería comer junto con ellos, ¿Por qué no puede ser normal? ¿Por qué siempre tiene que sufrir? Con su mano temblorosa intenta cubrir su cuerpo del frío que hacía en la camioneta, las risas y el olor a cerveza le resultaban horribles, simplemente no los toleraba.

“Quiero volver a tu lado”