░❝Kɪᴛᴛɪᴇ❞ ✿ Sunki ༄

Sᴇᴠᴇɴᴛᴇɴᴛʜ "ᴜ ᴏᴋᴀʏ?"

La respiración agitada del felino era preocupante para ambos chicos, sus piernas temblorosas y su cuerpo notoriamente caliente hacía que ambos se sintieran preocupados por su salud.

"¿Estás bien?" Un jadeo se escapó de sus labios, un beso en su frente fue posado, el pelinegro lo abrazo para calmarlo. No entendía porque se había puesto así tan derrepente. "Niki, háblame... Por favor."

"Extraño a mis padres, extraño mi casa, extraño a mi familia, extraño a mis amigos" Grito entre lágrimas ocupándose en el pecho del más bajito, Kim tocó su frente, el menor estaba ardiendo, dedujo que tenía fiebre...

"Pequeño, está bien, pronto podrán reencontrarse pero calma... ¿Ok?" Nishimura solo asintió, sus ojos se encontraban llorosos y lo único que puso hacer fue sugerirle tomar algún té o medicina para que se sintiera mejor.

Kim bajo las escaleras rápido dispuesto a preparar el té, mientras Jay colocaba una toalla húmeda en la frente del felino, quien no paraba de repetir que sentía un calor insoportable con su mirada cristalizada.

"Quiero quitarme esto..." Dice comenzando a desabrochar su camisa, Park lo detiene.

"No lo hagas."

"Siento demasiado calor, estoy sudando mucho"

"Entonces ve a bañarte"

Nishimura ve a Kim entrar a la habitación con la taza humeante entre sus manos, un beso se posa en su frente e inclina la taza para que el líquido recorra la garganta del menor.

"Esta caliente..." Solloza cuando termina de tomarlo, Kim se disculpa pero Niki únicamente niega y agradece.

Park sale de la habitación y lee el libro que la madre del rubio le había dado, aún quería resolver algunas dudas. Página tras página su mirada se vuelve más curiosa, cada pregunta que le es respondida le trae muchas más para resolver.

Pasan las horas y Nishimura por fin se queda dormido abrazando al pelinegro de menor estatura peor hombros algo más anchos.

Kim mira al contrario y solo apega su rostro a su pecho, es cálido... Escucha la respiración calmada y los suaves latidos de su corazón, el rubor en sus mejillas si que es notorio y solo puede acariciar la piel del contrario.

"H-Hyung..." Al parecer Niki había despertado.

"No digas nada, así está bien" El contrario no entiende. "Quiero escuchar tu silencio, el latir de tu corazón es tan suave que se vuelve una canción de cuna." Deja un beso sobre su pecho, el más alto se ruboriza y solo suelta una sonrisa.

"Hyuung~, en las noches te pones muy profundo." El pelinegro ríe y se acomoda para dejar ambos rostros a una altura similar, ahora ambas miradas pueden estar juntas.

Los ojos risueños de Kim, lindos pero fríos y los ojitos de un minino astuto con una pista de seriedad y nostalgia se juntan, miradas tan diferentes e iguales a la vez.

"Te quiero, Hyung."

"Yo también, Niki."