¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐃𝐄𝐒𝐏𝐔É𝐒 𝐃𝐄 𝐔𝐍𝐎𝐒 𝐓𝐑𝐄𝐒 𝐃Í𝐀𝐒 todo seguía igual, aunque tampoco era que había pasado una semana después de aquel momento donde el espectro había acabado con mitsuba. El exorcista se demostraba algo decaído, pero aun así valoraba el hecho de que sus dos amigas intentaran reanimarlo y estar ahí para él. Después de todo, eran amigos e iban a estar ahí para ayudarse mutuamente.
Aunque precisamente en esta situación eso no importaba mucho, no ahora... Kou aún seguía triste, impotente por todo lo que sucedió, y su amiga igual.
Ella había compartido la misma tristeza y impotencia de Kou, pero no fue capaz de demostrarlo mucho, ya que prefería fijarse el estado de su amigo.
Pero ahora... Las cosas parecían extrañamente tensas.
La palabra peligro era lo único que podría escribirse en tinta roja en aquella habitación. Era estar muy cerca del peligro y eso era algo que a ella no le gustaría en lo absoluto, pero ese sería el caso si se diera cuenta, pero... Por desgracia, estaba dormida y no podría darse cuenta de ello.
Una chica de cabello grisáceo se encontraba dormida pacíficamente, mientras una persona clavaba sus ojos en ella, siendo vigilado por otros dos.
El de cabello marrón oscuro se acercó a ella, en el momento que uno iba a hablar la puerta fue abierta bruscamente haciendo que esta retumbara contra la pared con mucha fuerza.
Al contrario de los otros dos que se sobresaltaron, el chico simplemente sonrió por lo bajó al finalmente ver que aquel ser llegó.
La respiración agitada de esa persona retumbo en aquella habitación, por el absoluto silencio que había, se podía escuchar lo agitado, y se podía ver el sudor frío que bajaba de la sien de aquel ser. Por mala suerte había llegado algo tarde, y no le agradaba en lo absoluto.
No sabía porque la exorcista estaba allí, pero sabía que era malo. Tal vez solo era una manera de provocarlo, lo cual estaba logrando.
━ ¡Oh~! No pensé verte por un tiempo━habló el ojiambar con diversión, pero en un instante sus ojos se volvieron negros. Acarició con delicadeza el cabello grisáceo de aquella chica que dormía plácidamente sin saber dónde estaba u en los problemas que podría estar metida━. ¿Sabes...? No me alegra verte.
Dejó de acariciar el pelo de la chica y miro al otro aún con sus ojos tan oscuros que lograba intimidar a los otros dos que estaban en aquella sala, pero el otro parecía ni siquiera darle miedo aquella expresión, es más parecía que en cualquier momento iba a asesinar al espectro con su mirada tan profunda.
━ No es que quiera venir a ver tu estúpido rostro, Tsukasa. Pero necesitó que me la des ahora mismo━Agregó haciendo sus manos un puño, por la furia que sentía al ver como aquel espectro asqueroso tenía a la jovencita━. Estaría ahora mismo intentando asesinarte por enésima vez y sabes muy bien por qué, pero vamos, ya estás muerto como yo.
