—no se que pasa por tu cabeza, pero esto no es una puta perrera, no recogemos cachorros callejeros y les damos asilo—

Mi hermano rueda los ojos, podríamos caer en una gran discusión en cualquier segundo si los dos seguimos actuando de esta forma.

—por poco me engañas, pero si salgo tienes repleto de perras el lugar —

Cruzó los brazos sobre mi pecho, jack no dice nada, solo nos mira, esta al tanto de lo mal que le va a las personas que interfieren entre nosotros cuando estamos discutiendo.

—entonces me estas diciendo, que curamos sus heridas y el después está listo para repartir mamadas a los hermanos del club —

Las mejillas de mi hermano se tornan rojas, pero se que no es por vergüenza o algo así, no, mark esta molesto justo ahora, llegando a la rabia.

—en algún punto te volviste un hijo de perra cruel, prometiste no ser como todos los jodidos líderes, mi hermano, el jaebeom con el que crecí, nunca hubiera enviado a alguien a la calle de esta manera —

La rabia con la que dice cada palabra, además de la afirmación, me dejan en silencio, no hay una respuesta para eso.

—mucho menos un amigo mío y que está herido, volviste a los que te rodean, en objetos útiles, son tus hermanos de parche o perras para placer, solo eres... —

La mano de jackson se posa en los labios de mi hermano y no lo permite terminar de hablar, pero todos sabemos lo que está pensando, cuál era su siguiente declaración.

—voy a tomar una habitación para curar sus heridas, después nos iremos, tampoco tengo ánimos de repartir mamadas, así no soy bienvenido —

Mi puño se estrella  con fuerza contra el escritorio, pero mark no se asusta, no detiene su actuar y sólo avanza hasta donde está el bulto en el sofá.

—sólo vayan y consigan algo para darle de comer al chico, también a yugyeom, necesita que lo revisen, yo llevaré a tu bulto a una habitación —

Mi hermano no se da la vuelta a agradecer o decir nada, pero puedo ver como su cuerpo se relaja y camina a la puerta, jackson me da un asentimiento antes de seguir a mark fuera, un nuevo suspiro sale de mis labios antes de ponerme de pie.

Adoro a mark, es mas, en estos momentos el chico es mi vida, pero se me está haciendo difícil manejar su resentimiento contra el club, si bien no se lleva mal con los integrantes, si odia lo que esta vida implica.

Puedo entenderle hasta siento punto, mark tenía ocho años cuando su madre se caso con mi padre, yo soy tres años mayor que el, así que estuve a su lado mientras crecía, pero yo sabía que esta era mi vida, el club siempre fue lo mío, las motocicletas y la vida sin reglas, yo nací para esto.

Mark no, el quería salir, ser alguien alejado de lo ilegal y peligroso, de todas las muertes que toma este estilo que llevamos, fue peor cuando su madre fue asesinada por una banda rival, mi padre se fue dos semanas después, una misión suicida de venganza.

Cuando padre se caso con la madre de mark, el me dijo que los im, solo aman una vez y es para siempre, era pequeño, aún iluso para entender esas palabras, no lo comprendí hasta que mi padre fue a buscar su muerte, el nunca iba a poder vivir sin su amor, su propósito se cumplió perfecto, mató a treinta de los enemigos, entre ellos, los asesinos de madre, pero sobre todo, se fue con su esposa.

Padre había dejado todo listo para que yo me hiciera cargo, desde el segundo en que el tomo su motocicleta, los más antiguos de la familia sabían que yo era el jefe, estuve bien con ello, era lo que mi padre quería, yo en el poder y el con su amor para siempre.

My StallionWhere stories live. Discover now