Parte 17

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— Madre de Dios, un vampiro afuera en el día, nunca pensé ver tal cosa. —GaeIn corrió hacia donde Jungkook aún se encontraba acunando a su amante a través de la ventanilla del conductor. —¿Qué le sucede, Jungkook? ¿Está enfermo?

—Es el sol. —Jungkook vio rápidamente sobre su cabeza. No por nada llamaban a Seúl el estado del rayo del sol, probablemente no eran ni las nueve de la mañana y el sol ya estaba ardiendo. —Realmente se supone que él no debe estar afuera —Le explicó a GaeIn. —Puede estar afuera por breves momentos pero eso lo enferma realmente. Probablemente ha manejado desde Gangseo-gu.

GaeIn silbó. — Y con el tráfico de la mañana eso es mucho ¿Qué podemos hacer por él? ¿Qué necesita?

— Necesita sangre y estar en algún lugar oscuro. Pero no aquí. —Jungkook vio sobre su hombro el bungalow de la manada con malestar. — El resto de Las Locas pueden regresar en cualquier momento.

—Hay un motel en la esquina de Hibiscus y Grand —GaeIn sugirió. —Lo vi mientras te buscaba, no es muy lindo, pero...

—Si, conozco el lugar. Es una bolsa de pulgas, rentan el lugar por horas, pero podemos usarlo. —Abrió la puerta y empezó a deslizarse dentro del Jaguar pero GaeIn toco su hombro y lo detuvo.

—Espera, aún estas mal. Yo conduciré, pero no en ese.

—¿Qué? ¿Por qué no?

—Él ponchó una llanta. —Señaló con la cabeza la rueda delantera izquierda del Jag. — Y debió haber conducido así durante mucho tiempo. El rin esta arruinado.

Jungkook vio la llanta y maldijo. ¿Qué más podía salir mal? Jimin se moriría si no lo llevaba a algún lugar oscuro rápidamente. — Bien, abre la puerta del pasajero del Spyder y lo llevaré tan rápido como pueda. — Odiaba sacar al vampiro a la luz del sol, pero no sabía que más podía hacer.

GaeIn asintió y corrió a abrir la puerta. Jungkook se quitó la camiseta, estaba ensangrentada y sucia pero no tenía nada más qué usar, y envolvió la pálida cara de Jimin. Entonces con un silente ruego, levantó al vampiro y tan rápido como pudo fue al otro carro.

Era bueno que Jimin no fuera pesado porque Jungkook aún seguía débil. Pero el amor le dio fuerza y no pasó mucho tiempo antes de que estuviera acurrucado dentro del pequeño asiento del Spyder con el vampiro en su regazo.

—¿Listo? — GaeIn preguntó y cuando él asintió, encendió el motor y presionó el acelerador.

A pesar del traqueteado avance, Jimin ni se movió. Preocupado, Jungkook acariciaba su cara y trató de llegar a él.

¿Jimin? ¿Bebé? ¿Puedes oírme?

Pero aunque tocaba al otro hombre físicamente, mentalmente era como si le hablara a una pared. No podía alcanzar al vampiro en absoluto. No podía sentir en su interior si estaba bien. Eso era increíblemente frustrante.

Sorpresivamente se detuvieron y se dio cuenta que habían llegado a su destino. GaeIn dejó el carro en el estacionamiento. — Voy a conseguir un cuarto. — Regresó en un momento sosteniendo unas llaves de bronce con un gran rectángulo de plástico blanco con el número cuarenta y dos pintado en negro. — Está en el primer piso, llevaré el carro al frente y tú corres y entras. — Encendió el carro y dio vuelta en U por un lado con la sombra del edificio. Entonces abrió la puerta del carro para que Jungkook pudiera salir sin dejar de sostener a Jimin, que seguía completamente flácido.

La ligera respiración era un alivio cuando dejó al otro hombre sobre el barato cubre cama del oscuro cuarto. Ahora quizás Jimin podría recuperarse, mientras tanto él le daría lo que necesitaba, eso es. Jungkook se giró hacia GaeIn que estaba al lado de la cama viendo con preocupación al vampiro. — ¿Aún tienes la pequeña navaja en tu bolsillo la que siempre tienes en el llavero?

+18 KOOKMIN (Adap; título original en la portada)Where stories live. Discover now