Parte 2

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— En serio, Jimin ¿Tienes que salir? —La madre de Jimin, una elegante vampira de quinientos años, aunque ella no admitiría más de trecientos, le dio otra fumada a su delgado cigarrillo y soltó el humo.

Jimin suspiró y pasó su mano a través de su corto y oscuro cabello que quería rizarse y lo haría si lo dejara crecer, pero él lo prefería pulcramente peinado.

—Si, Madre, debo salir —Dijo cortante. Si no salgo me volveré loco. Él no lo dijo en voz alta, eso era cierto. Desde que se mudaron de Macao a Seúl él se había sentido miserable.

—Bien sé cuidadoso. —Dijo Yoona, la mejor amiga de su madre que estaba de visita en "La gran salvaje tierra de Corea". —He oído algunas horribles cosas acerca de las manadas de lobos de los alrededores. Alguien dijo que ellos eran bastante violentos con los de nuestro tipo.

—Soy lo suficientemente mayor para cuidar de mí mismo. —Él acababa de cumplir cien años la semana pasada, con lo que le parecía perfectamente ridículo seguir viviendo con sus padres. Si ellos hubieran seguido en Macao, él ya los hubiera dejado y se hubiera ido a vivir con su amante Kim Jongin. Pero claro, Jongin era la razón de que sus padres hubieran insistido en mudar a la familia al otro lado del mundo en primer lugar.

"No sé de dónde te viene el deplorable gusto por los prostitutos masculinos", su padre había dicho cuando lo encontró con Jongin, alguien de clase social inferior.

"Pero el futuro Vizconde de la Sangre no debe fraternizar con alguien inferior. Eres libre de tener un amante humano si lo deseas, pero asegurándote que él o ella tenga la familia correcta y los ancestros. Tu madre te dará una lista de los aduladores adecuados que desearían ser mordidos si tú lo deseas".

Jimin había rechazado la oferta. Él no estaba interesado en los aduladores humanos que se acercaban a él en los bailes de las cortes, ofreciéndole sus cuellos y sonriéndole tontamente sobre su mano. Jongin podría ser solo un trabajador común pero él era honesto. A él le agradaba Jimin por él mismo, no por la enorme riqueza y el título que algún día heredaría. Él ni siquiera conocía los ancestros de Jimin cuando ellos se conocieron, de hecho el ni siquiera sabía que los vampiros realmente existían fuera de las películas de terror. Jimin le había enseñado la diferencia y la educación había sido mutuamente satisfactoria. Las cosas que Jongin podía hacer con su lengua y el cálido y rico sabor de su sangre...

—¡Cuida tus modales, Jimin! —La aguda voz de su madre lo sacó de su placentera fantasía con su anterior amante y lo trajo de nuevo al presente y a la deprimente realidad de un golpe. —Discúlpate con Yoona por usar ese tono, ella indicó dando otra fumada a su cigarrillo.

—Mis disculpas, Madame, —Jimin dijo fríamente. —Yo solo estaba refiriéndome a mi reciente mayoría de edad y te recuerdo y a mi madre también que de hecho soy lo suficientemente mayor para tomar mis propias decisiones. Pero el tono que usé fue poco cortes, sinceramente pido que me disculpes.

—Lo estás, claro, olvídalo. —Yoona inclinó la cabeza y él alcanzó a ver cabellos grises entre el cabello castaño rojizo de ella. Era de esperarse que a ella se le empezara a notar la edad después de varios siglos. Ella era después de todo solo una vampira hecha, no una de Sangre que hubiera nacido de la Sangre como Jimin y sus padres. De hecho, en primer lugar, fue su madre quien había convertido a Yoona, ella había empezado como una mujer humana, de hecho, una aduladora, y había comenzado siendo el boisson aux sang de su madre, que traducido literalmente es bebida de sangre. Jimin sospechaba que ellas habían sido amantes, claro eso era algo que su madre nunca admitiría. Ella había atado a Yoona con su lazo de sangre tanto como pudo pero después de un siglo más o menos cuando el lazo comenzó a debilitarse, ella no tuvo más elección que convertirla o perderla.

+18 KOOKMIN (Adap; título original en la portada)Where stories live. Discover now