Suspiró teatralmente.

Sonreí. —Suena como... Un cuento.

—Me siento como en uno —sonrió también—. ¡Estoy tan feliz!

Me abrazó completamente lleno de emoción, cosa que hacía cuando estaba así.

—¿Cuántos años tiene? —pregunté, retirándome de su abrazo.

—Veintitrés.

—No hay mucha diferencia: tú tienes veintiuno —dije aliviado.

—¿Sabes qué nos dicen? —inquirió animado.

—¿Qué?

—Que somos la pareja perfecta, que estamos hechos a la medida, que nacimos para estar juntos.

Suspiró.

Estaba feliz, aunque algo dentro, muy dentro de mí, se removía incómodo y desesperado; como una fierecilla enjaulada en lo más oscuro de una habitación, muy lejos de la salida, y sin embargo, muy deseosa de salir.

—Me alegro mucho por ti.

—¡Ya sé! Podemos salir todos alguna vez, así te puedo presentar —comentó.

—¿Presentarme a quién?

—A Felix.

—¿Quién es Felix? —inquirí, medio confundido.

—Su hermano.

De pronto recordé la conversación que Changbin había tenido con Christopher anoche, y que había mencionado a un tal Felix como su hermano.

—Oh —musité—, me encantaría.

Sonreí afable.

—¡Le diré a Chris para que organicemos todo!

Me abrazó de nuevo, dando brinquitos como un niño pequeño. Así era Changbin: dulce, tierno, cariñoso y entusiasta, aún con sus brazotes ahre.

—Oye —musité, cambiando el tema repentinamente—, quiero ir a los tan famosos Jardines de Luxemburgo, tal vez pueda tomar algunas fotografías.

Les jardins du Luxembourg. ¿Y para qué quieres ir allí? No es la gran cosa. En su lugar deberías ir a la Torre Eiffel, muchos toman sus fotografías ahí. [me acordé de algo... xD]

Me encogí de hombros.

—Me imagino, pero no quiero algo común, ya me conoces.

—Bueno, también podrías ir a la Cathédrale Notre Dame, le podrías tomar bellas fotos.

—¿A la qué? Changbin, no entendí.

Él rio. —A la Catedral de Notre Dame.

—Gracias. ¿Me llevarás a los Jardines de Luxemburgo?

Puso sus ojos en blanco ante la insistencia.

—Está bien, te llevaré mañana.

—Gracias, Binnie, eres el mejor.

Y fui yo quien empezó el abrazo ahora.

Seguimos caminando por las calles de París, mirando casi todas las tiendas de ropa que habían ahí. Comimos en un pequeño restaurante y llegamos cansadísimos al departamento.

[...]

Eran las 07:27 PM cuando llamaron a la puerta.

—¡Es Chris! —anunció jovialmente Changbin y se levantó como rayo, dando grandes zancadas hacia la puerta.

Manuel de l'interdit [Banginho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora