Capítulo 2/?

539 62 23
                                    

El sueño abrumador me despertó.

Una pesadilla que me perló la mayor parte de la cara con sudor frío y que me obligó a abrir los ojos casi tan precipitadamente como me paré. El horrible accidente que habían tenido mis padres se había proyectado esa noche en mis sueños.

Miré al reloj, aún con los nervios de punta; eran las 07:42 AM.

Suspiré y me levanté de la cama, había dormido con la misma ropa con la que había llegado, así que me di una ducha rápida y luego me cambié.

Salí a la cocina. Changbin aún no se despertaba, así que me dio tiempo para prepararle el desayuno.

Cociné un par de huevos fritos y unas salchichas con un pedazo de tocino, luego preparé un jugo de naranja. Changbin será coreano y vivirá en París, pero parece americano.

—Mmm~, ¿qué es eso que huele tan delicioso?

Salió de su habitación directo a la cocina y luego me sonrió.

Le puse el plato en el petril. —Quise prepararte el desayuno.

—Awww —exclamó—, es maravilloso tenerte aquí.

Ambos reímos y luego nos pusimos a ingerir todo lo que había salido del sartén.

—¿Qué planes tienes para hoy? —me preguntó.

—Creí que tú ibas a hacer mi agenda de este día —dije confundido.

La gran sonrisa de la que él era dueño se extendió por su rostro.

—Sólo quise asegurarme de que no lo hayas olvidado —rio de nuevo—. Te llevaré por las mejores tiendas de ropa que jamás hayas visto.

La emoción saltó en sus ojos.

—Genial —musité.

Ropa. No era un adicto a la moda o algo por el estilo, por lo tanto nunca me emocionaba tanto de ir de tienda en tienda hasta encontrar el atuendo perfecto; aunque a Changbin siempre le había gustado y tenía un excelente gusto en ropa. Cada vez que iban a una tienda, era él quien terminaba con más de cinco bolsas con la mano.

[...]

Hacía frío. Un gélido aire vagabundeaba por la atmósfera de París mientras Binnie y yo caminábamos por sus calles.

—¿Cómo pasó lo de Jongho? Eso nunca lo supe —me dijo y lo miré extrañado—. Quiero decir, que nunca supe cómo lo olvidaste.

—Oh, bueno, simplemente decidí superarlo y ya —me encogí de hombros, casi parando en seco y me quedé mirando a través una vitrina una hermosa chaqueta café de gala. El reflejo de Changbin se dibujó a mi lado en el vidrio y una repentina curiosidad llegó a mí como una ola de mar—: Dime, Changbin, ¿cómo conociste a Christopher? —musité sin mirar el rostro de él y fingiendo que observaba detenidamente la bella chaqueta del aparador, nervioso.

Algo definitivamente raro.

—En un cafetería, un día lluvioso —suspiró como si de pronto volviera a ver el recuerdo nítido en su mente y se perdiera en este, entonces lo miré—. Se acercó y hablamos un poco, ¡él es tan gracioso! —volvió a suspirar— Me contó que era de Australia, que ahí había nacido y que había venido a París por lo mismo que yo: olvidar amores del pasado. Sin embargo, hasta la fecha no me ha contado qué fue lo que pasó... —se perdió, pero luego volvió a retomar el curso animoso— Luego de reírnos un rato, me pidió mi número de teléfono y esa misma noche me llamó —sonrió—. Sólo quería desearme buenas noches.

Manuel de l'interdit [Banginho]Where stories live. Discover now