Capítulo 10

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Kimetsu No Yaiba
"Dúo"

Solo la respiración agitada de Keitaro se escucha en aquel escenario sangriento, las manos temblorosas de la menor se entumecieron al recibir aquel ataque que la dejó en una nube gracias a que sus sentidos empezaron a deteriorarse con rapidez y su enfermedad no le ayuda demasiado. Es más, parece gracioso para los presentes que su cuerpo se tambalee debido a las fuerzas que está perdiendo.

"¿Así es como se siente, okaa-sama?"

Pensó con lágrimas en los ojos viendo la luna llena, bella como aquella mujer que perdió esa noche.

Sus pupilas rasgadas desaparecieron con su apariencia fuerte, pero lo que no se desvaneció en ese momento fue la razón de no saber si es lo suficientemente fuerte para proteger a los que ama.

A penas volteó para brindarles una mirada de soslayo a la mujer y niño que intenta proteger. Lo hizo, aun así, ese fue solo el primer golpe de tres demonios que están intentando acabar con ella.

Hay muchas preguntas que surcan su mente y, ahora mismo, no tiene la capacidad de concentración para saber cuál es la respuesta correcta a sus interrogantes.
Sin embargo, no puede evitarlo, pensar en su madre le trajo calma a pesar de estar en una cuerda floja en donde no sabe si podrá con todo lo que está enfrentando.

«Sé un buen niño, Keitaro. No permitas que él se apodere de ti».

Los colmillos se enterraron en el labio inferior de la fémina que intenta por todos los medios ser suficiente para lograr su mayor sueño.

En ese momento, a pesar de no ser suficiente, levantó sus manos temblorosas en dirección a esos que intentan vencerla.

"¡Si no puedo con ellos, no podré estar a su lado, okaa-sama!"

Pensó.

—¡Técnica de Sangre Demoníaca! —gritó a fuerza de pulmón tosiendo sangre gracias al feroz latido que recibió—. ¡Juicio final! —balbuceó tambaleando en el lugar cuando su misma sangre empezó a bullir por todo su cuerpo.

La mirada de los demonios vaciló cuando detrás del cuerpo del niño aparecieron aproximadamente alrededor de diez espadas semejantes a las nichirinto, realizadas con su propia sangre que la estaba rodeando como un remolino.

"¡Es la sangre de él!"

Pensó uno de ellos al percibir el aroma del líquido carmín. No había que dudarlo, Keitaro poseía la sangre de Muzan Kibutsuji, pero al ser un híbrido o eso parece su misma sangre es un veneno para todos ellos.

🩸🩸🩸🩸

—¡Niño! ¡¿Está bien, niño?!

—Lo logré, okaa-sama —musitó con enamoramiento, siendo real a sus emociones que se iban perdiendo.

—¡Onii-san! No nos abandone, onii-san.

El menor gritó con todas sus fuerzas aferrándose al kimono ensangrentado y rasguñado de Keitaro, quien se encuentra de rodillas en el suelo a punto de caer de cara. Sin embargo, su sonrisa no se desvanece y los susurros no dejan que se duerma.

—O-Oi, oi —suspiró con los ojos cerrados en dirección al menor—. Tú hermano mayor está bien —susurró levantando la mano para acariciar la mejilla del infante—. Sé fuerte para proteger a quienes no pueden hacerlo. Haz a este hermano mayor feliz —musitó divertida enseñándole una sonrisa a pesar de estar completamente herida.

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⏰ Last updated: Jan 22, 2022 ⏰

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Keitaro Kibutsuji | «Kimetsu No Yaiba: "KYOJURO RENGOKU"»Where stories live. Discover now