Capítulo 35.

4.6K 419 99
                                    

Comencemos con los saltos en el tiempo ;)

Capítulo 35. San Valentín muy amoroso.

Nadie lograba ignorar su sorpresa, ya había pasado mucho, pero que Meredith Greengrass tenga una gemela seguía siendo el furor en los cotilleos.

Andy Greengrass llegó para su quinto año vistiendo unos pantalones como los hombres pero en corte femenino, la camisa le quedaba un poco grande, pero ella igualmente no podía ocultar su elegancia y belleza.

Muchos saltaron a invitarla a citas, pero su respuesta era siempre No, entonces paso a ser conocida como La señorita inalcanzable.

Ambas Greengrass eran intocables, Meredith porque tenía novio, por más que él ya no estaba ahí, además seguía teniendo amigos que la protegían de idiotas, nadie quería meterse con Scorpius Malfoy, Albus Potter o incluso Alexander Parker. Andrómeda era simplemente eso, no no no y no, ¿Te acercas de más? Patada en tus partes bajas, ¿Comentarios fuera de lugar? Cachetada. Era una complera fiera.

Una fiera Slytherin. Y para su satisfacción y la de Mar, las serpientes la veían como su nueva princesa, ignorando a Narcissa Malfoy, quien se moría de la envidia.

Ambas sacándole lo suyo desde su existencia... Genial.

Ahora ya, siendo 14 de febrero, una oportunidad para los enamorados, y para joderle la vida a Andrómeda con flores y chocolates.

—Greengrass —El chico estaba arrodillado en el suelo, Andy no apartó la vista de su hermana mientras ella le daba una mirada divertida—. ¡Mi Andy!

Maldición, pensó con un tic en el ojo.

—No soy tuya... Um, desconocido —Le mira y él se derrite por tan sólo haber conseguido su atención—. Vete al diablo.

—Oh Andy, dale una oportunidad —Meredith rió y señaló las flores del chico—. Te trae un detallazo.

—No interesa, ¿Es que no entiende que no quiero salir con nadie?

—Andy estoy profunda, completa, y desesperadamente enamorado de ti —Ella lanzó un chillido cuando el chico se abalanzó a tomarle la mano—. Mi dulce Blancanieves, mejillas rojas como un par de manzanitas, tus labios rosados como dos pétalos, ojos azules como el fondo del mar... Piel de porcelana pura —Le acarició la mano y ella le apartó de un manotazo—. ¡Sé mi enamorada en este día!

—No.

Se volteó y caminó lejos de las miradas curiosas, Meredith la siguió burlandose y para su mal, el tipo extra-cursi también.

La interceptó en un punto donde ya nadie estaba.

—¡Mi pequeña niñata! —Dijo y su apariencia comenzó a cambiar.

De cabello negro a rubio casi blanco, de ojos castaños a rojos. Eros soltaba una carcajada por la cara de Andrómeda.

—Oh, hola cariño —Él miró a Meredith y le guiñó un ojo—. Te ves de maravilla.

—Vaya, gracias, tu igual.

—¿Qué diablos haces? —Andy se cruzó de brazos—. Eso fue estúpido.

—Uno creería que después de tantos meses te acostumbras, pero parece que sigues teniendo un humor de mierda.

Meredith asintió de acuerdo.

Una semidiosa en Hogwarts (S&B2)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant