Capítulo 29.

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Capítulo 29. El paraíso de Percy.

Casi pensó que toda esa locura de la noche anterior fue sólo un producto de su extraña imaginación, pero cuando abrió la puerta para ir al pasillo se encontro con Andy y en sus manos el endemoniado muñeco Furby supo que fue más real que las nalgas de Nicki Minaj.

—Toto dice hola —Se lo acercó a la cara y Meredith retrocedió chillando.

—¡Aleja a ese demonio de mí!

—No seas nena —Rodó los ojos.

—Soy nena, Andy, me siento para hacer pipí y me cuelgan dos... —Miro su pecho y luego aspiro orgullosa— melones del pecho.

Andy hizo una mueca de asco.

—A veces se te sale lo Afrodita... Y no alardees de tus senos, que los míos son iguales.

—Pero el mundo admiro los míos primero —Intento verse seria pero sus labios temblaban para no reír.

—Y ahora verán mi gloria.

—¿De qué están hablando? —Percy salió de la nada bostezando.

Fruncio el ceño al ver a las gemelas una frente a la otra sacando pecho. Supuso que era una competencia de quien tenía más músculo así que se les acercó e hizo lo mismo.

—No, señoritas, yo tengo más.

Las carcajadas se abrieron paso por toda la casa. Percy puso cara de ofendido y posó sus manos en las caderas, tan sólo para causar más risas.

Ambas tenían la cara roja e intentaban respirar.

—Percy gana —Murmuro Andy recobrando la compostura.

—¡Para que se eduquen! —Exclamó él y salió como un ganador directo a la cocina.

—Ganó por plano —Dijo Meredith.

****

—Leito de mi corazón —Se le lanzó encima con una mano en la frente.

—¿Si, Meredith? —Él sonrió por la acción.

¿Qué? Meredith sigue siendo chica, una chica guapa, por más que sea insoportable la mayoría de las veces.

—Debes ayudarme —Lo tomo de las mejillas abriendo mucho los ojos—. Debes hacerlo.

—¿En qué? —Balbuceo mirandola a los ojos.

—En la casa hay un chico insufrible que cree que puede tener todo lo que desea, es un egocéntrico y me molesta todo el puto día... Además de ti, claro está —Leo alzó las cejas sorprendido y ofendido—. Necesito, necesito que hagas funcionar esas cosas.

—¿Qué cosas?... Meredith no muevas los ojos así, me asustas.

—¡No jodas! Mira a la izquierda.

Lo hizo, lanzo un "ohhh" y empujó a Meredith de su regazo para poder acercarse.

—¡Son las pistolas de agua más... Espectaculares que he visto!

—Exacto, y debes arreglarlas para... No se, hacerlas más interesantes.

—¿Qué tan interesantes? —Se volteo a mirarla con los ojos brillosos de emoción.

Ella le sonrió de lado.

—Confio en tu imaginación, Leo.

****

—Cuando dije que confiaba en tu imaginación... —Se tomó un momento para suspirar—. En realidad mentía, me sorprendes cada día.

—¿Eso quiere decir que...?

Una semidiosa en Hogwarts (S&B2)Where stories live. Discover now