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23 de febrero

El día había llegado, la primera "cita" que acordaron, Lexie fue quien le ayudo a arreglarse y a colocarse el vestido que era un total desafío.

— ya me arrepentí — Mae se sentó en su cama — no quiero, dejare plantado a Bill

— no puedes hacer eso, vamos tienes que ir

La puerta las asusto, fruncieron el ceño, era algo tarde para que Parsons recibiera visitas y más siendo este día, la pelinegra salió corriendo de la habitación para saber quién era.

— ¡Mae! Tú cita está aquí — grito desde el salón

"¿Mi cita?" Pensó, habían acordado verse en el lugar de la boda, no tenía porque ser tan atentó e ir por ella hasta su apartamento.

Mae se levantó al instante trompicando un poco, los tacones no solían ser su fuerte y los nervios la estaba invadiendo por completo, cuando llegó a la estancia se encontró con Bill, bastante elegante, llevaba un traje gris obscuro, camisa negra y zapatos con un toque de cafe, trago saliva.

Bill por su parte nunca había visto la forma que tenía la pelirroja para arreglarse, aquellas pequeñas ondas en su cabello "desarreglado", el vestido que encajaba perfecto con su cuerpo y esos tacones que estilizaban sus piernas que por cierto una de ellas se dejaba ver gracias a una abertura en la misma tela.

— ¡te ves genial! — dijo este después de observarla

— gracias, tú también te ves muy bien — casi imperceptible

— me parece que yo sobro aquí — Lex los interrumpió — es hora de que se vaya y disfruten de la fiesta

— me parece bien, ¿vamos? — Bill le extendió la mano — no quieres dejar esperando a tus amigas

Ya en el auto del sueco todo era silencio, la pelirroja se dedicaba ver las luces de la ciudad por la ventana, no quería decir nada, pero Bill tenía otros planes.

— entonces ... ¿solo bailaremos toda la noche? — no recibió respuesta — ¿solo soy tu amigo? ¿Acompañante? ¿Un conocido?

— eres Bill Skarsgård y ya está — se encogió de hombros sin mirarlo

— ¿es incómodo? — se detuvo gracias a una luz roja — Mae, yo también estoy nervioso, aunque no lo creas

Sus ojos se encontraron con los miel de la chica, estaba sorprendida ante sus palabras.

— voy a conocer a tus amigos, a gente que pertenece a tu mundo, ¿qué tal que lo hago mal? Si digo algo estúpido ¿me vas a odiar? — cuestionó Bill un poco preocupado

— ¿de verdad estás asustado? — frunció el ceño — Bill realmente no necesitas aparentar nada, simplemente se tú

— ¿y si no les agrado siendo yo?

— no creo que eso suceda, le caes bien a todos los que te conocen, aparte estoy segura de que a mis excompañeras solteras les vas a parecer muy interesante— suspiro — si es qué hay otra soltera aparte de mi

— Mae no voy a hacer nada con nadie que no seas tú

Este guiño, la luz se puso en verde de nuevo y ella volteó rápidamente la cara, la luz anterior le ayudaba a esconder lo roja que podía ponerse.




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