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28 de junio

El día de la boda de la prima de Mae llego, Bill se levantó muy temprano para arreglar todo y que nada saliera mal, se había esmerado para este día, si alguien de la familia Parsons preguntaba algo respecto a ella o su relación, aunque fuera amistosa, el contestaría todo como debía de ser.

Tomo la mañana para relajarse, desayuno tranquilo, salió a su terraza para tomar un buen café, leer un poco, necesitaba cosas de despensa así que se apresuró a salir y hacer la compra.

Pasadas las seis de la tarde se metió a la ducha, se colocó el traje de color negro, su camisa era blanca y la corbata hacía juego con el resto del traje, su cabello lucía bastante bien, sabía que Mae no podría resistir pasar sus dedos por esa cabellera, un poco de loción y salió rumbo al apartamento de la joven.

Por su parte la pelirroja estaba colocándose sus tacones, solo le faltaban los aretes y podría sentarse en el sofá a esperar a Bill quien ya le había comunicado que se encontraba en camino, sonrió al verse al espejo, ese vestido fucsia con una amplia abertura en la pierna, uno de sus hombros al descubierto y ese escote en forma de corazón que dejaba un poco en descubierto su busto.

El timbre sonó, frunció el ceño, la casa de Bill no estaba tan lejos pero no era para llegar en cinco minutos, corrió a la puerta encontrándose con Owen sonriendo ante ella.

— ¿Hola? — dijo Parsons

— Hola, Nonna me dijo que viniera por ti — le guiño

— ¿Que Nonna te dijo que? — Mae no se podía creer que su abuela estuviera haciendo esto

— me dijo que quizás no tenías a nadie con quien ir a la boda así que me dijo que viniera por ti

— ¡ay no puede ser! — negó mientras entraba a su apartamento, necesitaba sujetarse de algún lado — Owen no es por molestar, pero realmente no necesitabas venir hasta acá, yo tengo a alguien para la boda

— ¡oh! No sabía

— dame un segundo ¿sí? — le señaló el sofá — por favor toma asiento

Mae corrió a su habitación donde había dejado su celular para hablar con su abuela, sabía que estaba ocupada con su prima, pero tenía que darle una explicación, estaba en medio de la llamada cuando la puerta volvió a escucharse, se maldijo por lo bajo.

— Hola Bill — un pelinegro sonriente le abrió

— Mmm Owen ¿qué haces aquí? — cuestionó el castaño

— vine por Mae, la llevaré a la boda — el gesto ahora de triunfo — ¿no te dijo?

— ¡Bill! — la pelirroja se dejó ver detrás del doctor — Owen, ¿nos das un segundo a solas?

— claro, espero adentro — le dio una caricia en la mejilla la cual intentó esquivar sin conseguirlo

Ambos esperaron a que se alejara lo más que pudiera, Bill tenía la cara desencajada.

— no sabía nada, mi abuela lo mando, pensó que no tenía a nadie — dejo salir Mae — acaba de llegar de sorpresa

— Mae, si quieres ir con él solo lo dices — le quito importancia, aunque la tenía — no me hubiera esforzado tanto

— Bill, no, sabes qué no es así, de verdad, acaba de llegar, no tenía ni idea — sus manos comenzaban a temblar — él tiene su propio boleto, tú puedes ir, quiero que vayas

— creo que tu abuela prefiere verte con él— se encogió de hombros — no quiero que tengas problemas con tu familia, ve con Owen, supongo que está más a tu altura

Bill intentó reprimir su coraje, quizás ella no sabía nada, pero verla con él estaba dándole toda la rabia del mundo, dirigió sus pasos hasta el ascensor cuando la mano de Mae lo detuvo.

— ¡por favor! — la escuchó suplicar — Bill, vamos

— no Mae, creo que es mejor así, tendrás más tiempo para conocerlo — no quería ni verla — quizás te des cuenta de que tu Nonna tenía razón

— no me interesa lo que ella piense — se le quebró la voz

— ve, te están esperando, no le haga eso a tu familia — sonrió sin ganas — te veo después

Bill se adentró a la caja metálica, las miradas de ambos chocaron, se sintió culpable al verla con los ojos llenos de lágrimas, pero también se sentía traicionado de alguna manera, bajo dándole golpes a las paredes de este, subió a su auto para alejarse tan rápido como fuera posible de ese edificio.

— ¿nos vamos? — preguntó Owen cuando la chica volvió al apartamento— ¿Bill va en su auto?

— Bill no va — alcanzó a decir antes de volver a su habitación por sus cosas

La pelirroja estaba furiosa, quería ver a su abuela, a la cual la había dejado con la palabra en la boca en aquella llamada, quería que le explicara porque se tomaba ciertas atribuciones.

Tuvo que tomar un taxi porque no estaba en condiciones de irse con Owen hasta el lugar, mandándole miles de mensajes a Skarsgård que eran completamente ignorados.

Bill llegó a casa de su madre dando portazos, Eija quien se encontraba en la estancia se levantó para ver qué estaba sucediendo.

— ¿qué te pasa? — le cuestionó rápidamente

— nada, ¿está Valter? — arqueó las cejas

— sí, está arriba jugando, creo

— bien

Subió las escaleras en grandes zancadas para olvidarse de todo, simplemente quería despejar su mente, apagó su movil, fuera lo que fuera no quería saber nada de nadie y mucho menos de Mae.


— ¡cálmate! — Rachael sujetaba a su hija por los hombros — no puedes entrar así cómo estás, tu prima no tiene la culpa de lo que hizo tu abuela

— ¡mamá! Déjame pasar — trato de esquivarla, pero su padre ya también estaba interviniendo— ¿tú también?

— sí, yo también — Arthur la tomo del brazo — Mae-Mae no puedes hacer este drama aquí, hablaras con tu Nonna pero no así, te tienes que calmar

— lastime a Bill por su culpa — la joven daba manotazos — ¿de verdad quieren que me tranquilice?

Rachael la abrazo, conocía tan bien a su pequeña, sabía que no tardaría en soltar sus lágrimas llenas de frustración.

— lo herí mamá — sollozo — lo lastimé

— mi amor, él va a entender, está enojado seguramente pero mañana te contestará y todo volverá a ser como antes

— él me demostró muchas cosas últimamente — intentaba tranquilizarse, pero aún temblaba — mamá ¿si no me perdona?

— él lo hará, quizás veas todo difícil ahora por lo reciente de la situación, pero él te quiere — su padre ya también se había unido al abrazo — de eso estamos seguros

La familia se quedó un tiempo fuera del lugar de la fiesta, Mae no estaba para fiestas, pero tampoco quería dejar a su prima en este día tan especial para ella, cuando entraron Owen se percató de que había llorado, quiso acercarse para consolarla o darle alguna palabra de aliento, ella prefirió alejarse lo más que pudo tanto de él como de su Nonna, quizás el doctor no había tenido nada que ver en todo este teatro pero prefería mantener esa distancia.

Los mensajes hacia Bill continuaron, pero ya con mayor tiempo entre cada uno, también quería darle su espacio, respetar su enojo.

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