21: Cuartada inteligente

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Al llegar a la mansión de mi amigo, quien me abre la puerta es Keyla, ya que ha vuelto a tener sus llaves y yo no soy más su guardaespaldas. Hace días no nos vemos, no sé cómo reaccionar, pero entro sin preguntarle y la ignoro, ya que no la observo más.

―Te extrañé ―dice ella a mi espalda y me detengo.

Oigo como cierra la puerta, entonces decido dar la vuelta para mirarla.

―¿Y Vinicio? ―Ignoro su comentario también.

―Está en una reunión pero ya viene para acá. ―Sonríe―. ¿Tú no me extrañaste? ―consulta de manera coqueta y revolotea las pestañas.

―No entiendo por qué me tratas así ―cuestiono.

Se queda sorprendida.

―¿Qué quieres decir?

―La última vez que nos vimos te trate como una puta, te follé de una manera agresiva y luego te ignoré, justo como ahora, ahora también intento que no me afectes.

―A mí me gusta el Tyner salvaje, así que no hay razón para quejarme. ―Se ríe―. Si quieres ahora puedes tomarme, hacérmelo duro como esa vez, no me molestaría. ―Se muerde el labio inferior―. Además, Vinicio quizás llegue tarde, nos vamos a morir esperando, en cambio así...

―Cállate ―la interrumpo y ruedo los ojos―. Esto se tiene que acabar. ―La vuelvo a observar de manera fija―. Vinicio es un superior, ya tiene el poder que le otorgué, tú eres su mujer, ya me enteré lo del documento para ser su socia y claramente debes serle incondicional, así que hay que detener estas manipulaciones de una vez por todas.

―¿Manipulaciones? ―Enarca una ceja―. Yo diría pasiones. ―Hace una risilla―. Bien, escucha, Tyner, ya te lo dije muchas veces y no entiendes lo mucho que me encantas, además si no me acuesto por pasión me aburriré, me enrollo con Vinicio por negocios y quizás con algún otro muy pronto ―Se muerde la uña mientras espera un respuesta de mi parte, pero no llega―. ¿No quieres saber?

―¿Otro? ―Bufo―. ¿En qué te estás metiendo?

―Drew Marconi ―dice de repente―. Ya me llamó, le dije que sí y pronto estaré en su cama porque quiero información. ―Se ríe―. No le digas a Vinicio.

―Keyla, me pides imposibles.

―Él sabe de nosotros. ―Se mira las uñas, alejándolas de su boca.

―¿Qué? ―digo estupefacto.

―Sí, que estuvimos follando, lo tengo que mantener callado también y si sabes lo que te conviene olvidarás lo que te dije ―amenaza de una forma muy fría.

―¿Quién eres? ―expreso indignado.

―Una reina ―dictamina con alta altanería―. ¿Vas a follarme ahora o no?

―No ―digo cortante y frunzo el ceño―. Me iré y volveré más tarde. ―Comienzo a caminar en dirección a la puerta, entonces me detiene de nuevo cuando toma mi mano―. ¿Qué? ―La miro de mala manera.

Trago saliva cuando la veo con ojos tristes.

¿Está fingiendo?

―Yo te quiero, Tyner, ámame ―me pide.

―Me gustas, Keyla, pero esto ya no da para más. ―Suelto su mano―. Por cierto, antes de que me olvide, debes ir al bar Luxo, allí puede haber información de tu enterrador ―le aclaro.

Perversa Oscuridad: ReinaWhere stories live. Discover now