Crucé mis brazos y fijé la mirada arriba de la ropa. Donde guardaba distintas maletas para cada ocasión que surgiera. Aún con mi metro setenta, no lograba llegar a esa zona sin ayuda de un banquito pequeño.

Jungkook entonces entró, apoyando una mano en el marco de la puerta y en la breve mirada que le di, noté que se había quitado la corbata y soltado dos botones de la camisa. Desvié la atención de nuevo a la maleta antes de siquiera observar algo de su clavícula.

Si con el amplio espacio casi nos besamos, no me podía imaginar si estábamos en uno reducido como en ese momento.

  —El banquito me lo sacaron y necesito ayuda para bajar la maleta por favor. —Señalé la que quería, una enorme de color rojo.

Él asintió, me aparté unos pasos cuando se acercó. Y poniéndose de puntillas, logró alcanzar su asa halando hacia atrás con fuerza, sostuvo la maleta con ambas manos y la colocó en el piso.

  —Muchas gracias, ahora ponlo en la cama y abierta, por favor. —Jungkook obedeció todavía en silencio y regresó rodando en el piso la maleta.

Aprovechando que me encontraba sola, medio cerré la puerta para cambiarme. Vacilé si agarrar entre la ropa para dormir o unas muy informales, al final me desencanté con un pantalón azul de algodón hasta la rodilla y una franela ancha del mismo color. Ese fue el momento más rápido en el que me coloqué unas prendas.

Me quité con cuidado la muñequera de encaje y la reemplacé por una de algodón blanca en mi mano derecha.

Entonces comencé a seleccionar distintos conjuntos imaginando los paseos que daría. Agarré cinco conjuntos y los llevé con Jungkook.

Él se hallaba sentado al lado de la maleta que estaba posicionada en la cama con simplemente su camisa blanca, se había quitado el chaleco.

«Para la segunda vuelta te encontraré sin camisa»

Estaba examinando la habitación y se fijó en mí al verme entrar. Llegué antes de que quisiera levantarse y dejé los conjuntos en su regazo.

  —Espero que seas bueno y al regresar no me encuentre con ropa amontonada en la maleta.

Observé que de repente la ropa era mucho más interesante que mirarme, porque en cuanto se dio cuenta de que me había cambiado de atuendo, clavó la vista en lo que le había dejado.

  —Y no solo amontonada, las tendrás arrugadas y con forma circular —musitó con un toque de gracia y agarró una primera camiseta de un conjunto.

Sonreí y palmeé su hombro. —Entonces diviértete. —Me giré para ahora buscar un par de zapatos que combinaran con lo que elegí.

Nos tomó cerca de una hora. Porque también empecé a hablar sobre qué cosas podría llevar él al viaje y le advertí que tuviera cuidado con objetos personales que lo delataran.

La tensión de antes fue menguando y Jungkook pareció más animado que cuando entró la segunda vez. Eso me alegró, porque no quería que entre nosotros se volviera incómodo por deseos pasajeros.

Y lo único que podría distraernos de pensamientos que tengan relación con ambos, era conversar sobre un tema en común. Ya lo habíamos mencionado entre mensajes, pero retomamos el asunto de Taehyung.

Eso ayudó notablemente a que Jungkook se relajara.

Divisé a lo lejos un auto completamente negro que se acercaba. Supuse que era Jeon porque minutos antes me envió un mensaje de que estaba llegando.

Al estacionarse al otro lado de la calle, me hizo dudar si era o no era, hasta que confirmé que en efecto era Jungkook. Porque salió de la parte trasera y del maletero sacó un bolso y una maleta. En ningún momento bajó el conductor que lo traía.

Novio Falso | Jeon Jungkook [#1] [✔️]Where stories live. Discover now