Eres lo único que necesito

20. Cenas formales y corazones rotos

-recuerda que hoy es la cena con Cindy y Álvaro- le recordé a Scott, quien asintió.

Había pasado dos semanas del campamento, habíamos vuelto a la realidad, pero hoy volveríamos a divertirnos junto a nuestros vecinos.

-lo sé, jamás se me olvidaría- me sonrió y yo hice lo mismo. Él estaba con Bill, comiendo, mientras que yo estaba en la sala de estar, mirándolos. Digamos que casi me he mudado estos últimos días, desde la última cita de Bill con el doctor, estaba muy débil y sería muy irresponsable de nuestra parte irnos a vivir a mi departamento y dejarlo solo. Esta noche saldríamos, pero Teagan se quedaría con él. Tenía sentimientos encontrados, quería salir con los chicos, mientras que, por otro lado, no quería dejar solo a Bill en ninguno momento, pero el como siempre, había recurrido al chantaje emocional y esta noche saldríamos con los chicos.

-tienen que ponerse? -pregunto Bill y ambos asentimos.

-será una cena semi - formal, pero ya estamos listos- sonreí, Bill me la devolvió entusiasmado, pero débil. Parecía querer fingirlo, pero una enfermedad no es algo que se pueda fingir. Sentía ganas de llorar, como era posible que una persona tan buena como Bill se le estuviera yendo la vida como arena entre los dedos. odiaba que la vida se siguiera burlando de mi en mi cara, verlo tan débil era como sentir que me decían "ves como nada en tu vida dura más que un tiempo"

-saben, estaba pensando hacer algún postre- ambos me miraron con los ojos brillantes y yo sonreí.

-sabes cómo disfruto un buen postre- opino Bill y yo sonreí -pero lo disfrutare más tarde, ahora mismo, estoy muy cansado- dio un pequeño bostezo y con ayuda de Bill subieron las escaleras, yo me quede ahí parada, pensativa y con mucho dolor en el corazón, pensar que la vida era tan corta te hacia replantearte muchas cosas, sobre todo, alginas como si ir a Nueva York sería buena idea, pero luego estaba la idea de quedarme aquí y no avanzar nada y eso dolía más. Comencé a sacar los ingredientes para hacer una tarta de zarzamoras, era lo primero que había salido en el buscador al poner "postres" y francamente, ni siquiera estaba de humor para pensar mucho, solo quería estar en modo automático por un rato mientras me olvidaba de todo.

-que estás haciendo? -pregunto Scott bajando las escaleras y yo me sobre salte un poco.

-nada, hare una tarta de zarzamoras, te apetece? -este sonrió.

-todo lo que tu hagas me apetece- su comentario me hizo sonreír, mas no causo mayor impacto, hoy estaba demasiado agotada y quizás con las emociones demasiado alborotadas como para poder sentir algo más allá que un poco de aturdimiento -te sientes bien? -pregunto Scott y yo asentí.

-estoy bien- comente y este negó.

-ve a descansar, te sentí toda la noche dando vueltas en nuestra cama- esa palabra "nuestra" me hizo sentir más que nunca, era algo tan íntimo.

-prometes levantarme para hacer la tarta luego? - el so rio tiernamente, ocasionando que le salieran dos hoyuelos en sus mejillas, yo sonreí enternecida y caminé escaleras arriba.

Scott me siguió y me dio un pequeño empujoncito para que terminara de subir las escaleras, yo reí y entre tontos juegos, llegamos al último escalón.

-eres como un niño- él sonrió y nos encaminamos a su habitación, donde nada más abierta la puerta, corrí a la cama y me acurruqué en ella. Scott rio y se abrazó a mí. Al poco tiempo nos quedamos dormidos profundamente.

-levántate ya pequeña- murmuro alguien en mi oído y esto me hizo levantarme. Scott estaba a mi lado, mirándome. Sonreí y miré la hora. Aún era temprano.

-hare la tarta- fue lo primero que murmure al dejar de sentir el cerebro embotado, este asintió y se quitó de encima para poder salir.

Camine hasta el baño, donde hice mis necesidades y lave mi rostro, me sentía tan cansada. Quería que todo fuera una amarga pesadilla, que la enfermedad de Bill fuera solo una prueba, que continuara bien, pero al mirarme en el espejo, supe que no lo era. Tenía grandes ojeras, mi piel se veía pálida y me notaba cansada. Supongo que así se siente cuando se le está yendo la vida a una de las personas que más amas en esta vida.