te invito un coyac

sarai-IV

sarai

siempre he sido de llegar temprano al liceo, aprovecho de guardarle puesto a las cabras y al vicho. entro a la sala y soy la tercera en llegar.

-¿te llamai sarai?-me pregunta un chico que no es de nuestro curso.

asiento.

-el oliver te mandó esto-me entrega un papelito celeste.-no pudo venir a pasártelo él.

-¿por qué?-pregunto de curiosa.

-inspectoría-suspira y se va.

¿en qué problema estará metido? ¿tan temprano en inspectoría? si aún ni comienzan las clases. de verdad que este mino es un caos.

un caos divertido.

abro el papelito y me encuentro con una especie de dibujo. lo observo mejor y parece más un mapa de alguna parte del liceo. en una esquina tiene algo escrito:

te invito un coyac este recreo. yo sé que quieres aceptar. ¿quieres, quieres, quieres? :)

inconscientemente sonrío por su invitación. miro mejor el mapa y está bien especificado, salen todas las partes principales del liceo y cómo llegar a dónde él quiere.

sería el primer recreo en mucho tiempo que no me la pasaría viendo al vicho o con las cabras. podría ser una buena idea. weón, voy en cuarto medio, debería estar aprovechando al máximo mi último año.

-hola muñeca-llega el vicho a mi lado.-¿qué es eso?-apunta el papel en mis manos.

no me gustaba cuando me llamaba así.

-una invitación-doblo el papelito y lo guardo en mi bolsillo del polerón.

-¿para ti?

-síp, es que el ol...

-ah, creí que era algo importante-me interrumpe.-no quiero saber ahora, que lata-me da unos toques en la cabeza como si fuera un perrito.

-claro que no me ibas a escuchar-murmuro y me río sin ganas.

-¿te conté que ayer metí tres goles?-suelta emocionado.-te los iba a dedicar, pero no estabas ahí.

-estaba en castigo-le recuerdo.

-pero hoy me vas a ir a ver al recreo, ¿cierto?

-es que... no creo, voy a aceptar la invitación que no quisiste que te contara-decido.

-bueno, te doy permiso por esta vez, sabís que deberías estar apoyándome, por eso te elegí como mi polola-me recuerda.

gran parte del tiempo me siento como si fuera un objeto para él. algo que se puede prestar, regalar o botar cuando él quiera hacerlo.

-¡wena!-llega la cami y me saluda, pasa ignorando completamente al vicho.-¿la gigi aún no llega? me tinca que esa weona se quedó raja.

-¿vamos al baño para llamarla?-le sugiero esperando que capte la indirecta.

-pero llamémosla aquí po'-con solo darle una mirada, entendió todo.-no, mejor vamos al baño.

-ya, vamos-me paro.

-no te demorís mucho-me susurra el vicho antes de que salga.

-¿qué wea pasó? ¿por qué querías venir al baño?-me pregunta la cami mientras vamos por el pasillo del liceo.

-el oliver me invitó a pasar el recreo con él-le cuento.-¿creís que debería ir?

ella abre las medias pepas y me da una sonrisa de oreja a oreja.